El saldo de la Cuenta Corriente en México: 2000-2012

Si bien es cierto que el saldo de cuenta corriente representa uno de los principales indicadores macroeconómicos, también es cierto que solo los componentes de dicho saldo aportan mayor información que ayuda a comprender la trayectoria temporal del saldo final y la tendencia del comportamiento de un país en el contexto internacional, al menos, en una parte.

La balanza por cuenta corriente es una variable económica de difícil interpretación, sobre todo si la comparamos con otras variables como la producción, el desempleo o la inflación, en las que es posible establecer de forma prácticamente intuitiva sus implicaciones en términos de bienestar y evaluar si el nivel que registran es positivo o negativo para la economía nacional.

Las dificultades de interpretación del saldo en la cuenta corriente se derivan de su propia naturaleza, en el sentido de que la cuenta corriente es la manifestación de la interacción de múltiples factores, estructurales y cíclicos: tasas de ahorro e inversión nacionales, crecimiento económico, flujos de capital, tipos de interés y tipos de cambio, entre otros. Así, un déficit por cuenta corriente puede ser considerado como:

  • Que existe un problema de competitividad de la economía nacional, que se traduce en un volumen de importaciones de bienes y servicios muy superior al de exportaciones.
  • Que el país está viviendo por encima de sus posibilidades, en la medida en que el consumo y la inversión exceden el ahorro nacional.
  • Que el país es un oasis de prosperidad, que atrae inversión del resto del mundo. (Mann, 2002)

En los saldos se puede observar, que la cuenta corriente en México ha logrado disminuir el déficit que tenía en el año 2000. Es notorio que la disminución ha sido significativa, prácticamente a la mitad, al pasar de los 18.000 a los 9.000 millones de dólares, en cuanto los propios componentes del saldo, al dividirlos en los tres grandes apartados: mercancías, servicios y transferencias.

Es de destacar que la balanza comercial muestra una evolución favorable para México, debido a que en el período de estudio las exportaciones aumentaron más que las importaciones. Mientras las primeras crecieron a un ritmo promedio anual de 7,8%, las segundas lo hicieron en 7,4%.

En cuanto la balanza de servicios la situación no ha sido favorable, este rubro es el que ejerce mayor presión para que en su totalidad la cuenta corriente sea deficitaria. El déficit de la balanza de servicios se duplicó, de 17.000 millones a los 30.000 millones, lo que implica un aumento de tasas anuales poco superior a 7% en promedio. Puede observarse que a partir del 2003, el saldo en la balanza de servicios tiende a incrementarse y con ello el saldo en cuenta corriente.

Afortunadamente para México, las transferencias han evolucionado de una manera positiva aunque esto determine un cierto grado de dependencia con el exterior. Es de notar que las transferencias muestra un superávit y además éste ha mantenido una tendencia al crecimiento que fue fuerte entre 2003 y 2007, años en los que las remesas familiares observaron tasas de crecimiento superiores a 15%, para después de ese año, comenzar a disminuir de forma importante pero manteniendo el superávit y aligerando de manera importante el déficit de la balanza comercial y de servicios permitiendo que el saldo en cuenta corriente no aumentase.

En definitiva, aceptada la relevancia de la cuenta corriente, aunque sea como objetivo intermedio, es conveniente establecer una serie de consideraciones que se deben tener en cuenta a la hora de evaluar su evolución:

  • El déficit por cuenta corriente no es perjudicial en sí mismo.
  • La cuantía del déficit por cuenta corriente no permite por sí sola, aportar información respecto a su sostenibilidad a largo plazo, lo que impide establecer un objetivo cuantitativo de déficit por cuenta corriente a alcanzar por las autoridades económicas.
  • El déficit por cuenta corriente deben ser evaluados junto a un conjunto de factores que condicionan su sostenibilidad a largo plazo: origen y composición del déficit por cuenta corriente, régimen cambiario, composición de las entradas de capital, fragilidad del sistema financiero, etc.
  • La relevancia del saldo por cuenta corriente varía entre países.
  • Cuando se considere que un déficit por cuenta corriente puede poner en peligro la estabilidad económica nacional, se deberán adoptar medidas de política económica dirigidas a incidir sobre sus causas. (Peñalosa, 2002)

(*) Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, Universidad Autónoma de Sinaloa, Ciudad Universitaria, Área de Cubículos de Profesores de la Licenciatura en Economía, México.

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Referencias:

Mann C. L. (2002). Perspectives on the U.S. current account deficit and sustainability, Journal of Economic Perspectives, Vol. 16, N.3, p- 131-52.

Peñalosa J. M. (2002). ¿Qué relevancia tienen los desequilibrios de balanza de pagos en los países industrializados? El caso de la UEM y los Estados Unidos, Boletín Económico del Banco de España, Dic., Madrid.