El Secuestro Express, la decisión es tuya

Durante años, se ha visto evolucionar los delitos en las grandes capitales del mundo. En las décadas de los setenta, ochenta y noventa, países como Colombia, Brasil y México fueron “universidades de delincuentes” y marcaron las pautas de los modus operandi delictivos en este lado del planeta.

De esta manera, a finales de los años noventa, se vio cómo -al golpear duro a las grandes bandas de secuestro tradicional en las regiones norteñas de México- apareció un nuevo modo de delito extorsivo, cuya característica particular es la rapidez del desenlace esperado por los facinerosos, lo cual determinaba que la reacción de los cuerpos de seguridad, (preparados para secuestros con lapsos prolongados de consumación), se mostrara como ineficaz e ineficiente.

Desde mediados de los noventa, Venezuela -principalmente en las metropolitanas ciudades de Caracas, Maracaibo y Valencia- han visto el crecimiento de la frecuencia y del desarrollo de este tipo de agresión privativa de libertad que, muchas veces, concluye con la pronta liberación del(os) rehén(es), a quien(es) en ocasiones se le(s) causa(n) alguna(s) lesión(es) o hasta la muerte.

En este tipo de secuestro, al contrario del secuestro low o de tiempo prolongado, el secuestrador no escoge la víctima y la estudia por un tiempo largo; por el contrario, sale a la calle con espíritu de casería a seleccionar a aquella persona que por:

· Características aparentes, …ofrezca poca preparación para defenderse;
· Vestimenta y ornamentos, vehículo nuevo y costoso o comercial, …parezca disponer de dinero rápido de ser entregado, (tarjetas de crédito/débito, cuentas, empresas, etc.);
· Descuido, …ofrezca facilidad para consumar el acto;
· etc.

Como se ve, el estilo rápido de vivir la vida, sumado a la manera ostentosa de andar, determinan características especiales a las víctimas potenciales de sufrir este tipo de delito frecuente, es por ello que son las ciudades, con condiciones especiales de vida nocturna, desarrollo industrial y empresarial, dinero circulante, grandes centros comerciales y gran congestionamiento de tráfico, sean los lugares donde pululan delincuentes al asecho de las personas que -por falta de conciencia de autoprotección- deciden transitar como quien porta un luminoso cartel, donde el malhechor puede leer “YO SOY LA VÍCTIMA”.

Una vez secuestrado, el mártir, (porque lo que se vive a partir de ese momento es realmente un martirio), es depositado en un lugar cercano, generalmente poco deambulado, o en un vehículo diferente al que usaba el plagiado y, luego de ser despojado de cuanto cargue encima y de lo que disponga en dinero electrónico, se contacta con familiares o quienes pudiesen cancelar un rescate; habitualmente, se fija un monto que -con el pasar de las horas- se irá negociando, (generalmente, hacia la baja), con el fin de desenlazar el hecho rápidamente.

Si su descripción encaja con la citada anteriormente, no escoja ser la víctima y:

· acicálese de manera que no destaque dentro de su medio,
· si su status económico cambió y es ahora quien destaca donde vive, debe ubicarse donde el común se parezca a usted y su familia,
· si por su cargo o situación económica lo requiere, hágase de un servicio de escolta bien formado, para usted y su familia,
· entrénese y asesórese con una empresa seria en materia de autoprotección y seguridad,
· de ser necesario, aplique blindaje a su vehículo, utilice sistemas de seguridad en su vivienda,
· entrene a sus hijos y demás familiares en materia de autoprotección, no deposite lo más preciado que tiene, (su vida y la de los suyos), en manos de la suerte,
· no se conforme con pensar que la seguridad es problema de los cuerpos gubernamentales; su seguridad y la de los suyos es… lo primero: es su propia responsabilidad.

Hoy mismo, le exhortamos a quitarse en cartel de víctima y empiece a vivir seguro.

Ante la inseguridad reinante, busque: “soluciones integrales, protección sin fronteras”.

Dirección-E: [email protected]

(*) Director Ejecutivo HSS de Venezuela, C.A.