El turismo, una potencialidad cierta.

Históricamente pudiésemos señalar que muchos son los factores que han influido en el desarrollo del turismo, tales como la mejora en el salario de la población en general, el crecimiento del nivel cultural de las masas, el acercamiento de los pueblos mediante los sistemas de transporte moderno, las facilidades de financiamiento para viajes, el crecimiento y atosigamiento urbano que obliga a sus habitantes a buscar descanso y recreación en otros lares, y las condiciones naturales presentes en los sitios turísticos y las creadas por el hombre. Todos estos factores y otros más, han hecho que el turismo se haya desarrollado a través del tiempo hasta llegar a ser hoy en día un factor de primer orden como vía alterna de desarrollo económico.

En el caso específico venezolano, cabría recordar las palabras del ex ministro Wilmar Castro Soteldo, quien ha afirmado que el turismo constituye “el petróleo verde” de nuestra economía, debido a su inmensa riqueza cultural, majestuosa belleza natural y patrimonio histórico único en el mundo, características que debemos aprovechar para convertirlo en la principal actividad económica del país, incluso por encima del petróleo.

Por lo anterior pudiésemos afirmar y así lo confirman nuestros entrevistados acerca del tema, que no cabe duda de las potencialidades turísticas de Venezuela. Existen evidencias a nivel nacional de que la ocupación hotelera ha mejorado sustancialmente e incluso en muchos casos se hace difícil encontrar disponibilidad de camas; la construcción de nuevos hoteles es evidente y el aumento en las rutas aéreas y las frecuencias de vuelos ha crecido considerablemente a nivel nacional.

Para hacerlo más equitativo el Poder Popular para el Turismo, ha presentado el Proyecto de Ley para la Promoción del Turismo Popular, el cual señala que “el objetivo primario que persigue toda esta iniciativa, debe ser la solidaridad y la fraternidad en la realización plena de las potencialidades de cada individuo, tanto a nivel personal como ciudadano, a través, del establecimiento de un sistema de apoyo para los desaventajados y aquellos segmentos de la sociedad menos favorecidos económicamente, en la elevación de una conciencia turística, a través de la implementación de políticas sociales de turismo, el crecimiento del empleo; así como, la creación y recuperación de infraestructuras necesarias para hacer efectivo esta realidad, ya que el turismo popular es un vehículo para la cohesión social.

Ahora bien, todo lo anterior es cierto, las potencialidades son evidentes, incorporar a los más pobres a que hagan turismo y se beneficien de él como actividad económica es muy loable. No obstante, hay limitaciones u obstáculos que no debemos pasar por alto, ya que con las potencialidades no es suficiente ni con los deseos de inclusión tampoco basta, debemos tener una estrategia a corto, mediano y largo plazo que haga del turismo una verdadera industria generadoras de recursos y empleos, como ella sola tiene capacidad de hacerlo.

La poca cultura de servicio que reina en el país es nuestro principal enemigo, la poca formación y actitud para atender al turista debe ser superada con programas de formación y capacitación permanente; así como la necesaria reglamentación que obligue a los empresarios a tener infraestructuras de servicios adecuadas a los requerimientos mínimos de un ser humano. Engañar al turista, no brindarle adecuadas baños y eficientes medios de transporte y atención adecuada, es faltarle el respeto como ciudadano del mundo.

La gestión de nuestros servicios aún tiene un alcance muy pobre, la gente no solo debe prepararse para sonreír, para ser amables, para disculparse y para tramitar, es decir para nada que valga la pena, se debe preparar al personal para brindar soluciones oportunas. Cuando los clientes tienen problemas, más que amabilidad, necesitan soluciones efectivas, no sonrisas y disculpas. Después que se le haya hecho pasar un mal rato al turista, su percepción de Venezuela como destino turístico por seguro que cambiará. De nosotros depende.