Empresas Ágiles y “Just In Time” (Segunda Parte y Última)

Debe resaltarse que los costos más bajos de los productos japoneses, más allá del tipo de cambio, no dependen de los salarios bajos; se originan y tienen lugar como resultado de una utilización más eficaz de los recursos productivos, tales como la mano de obra, las materias primas y el dinero. La escasez de estos recursos ha generado en los japoneses, una clara conciencia del despilfarro, concentrándose por la razón en su eliminación sistemática. De tal forma incrementan constantemente sus niveles de productividad, al centrar los procesos y la tecnología en la máxima producción con el mínimo de insumos.

Harley-Davidson respondió, lo cual implicó como en el caso de esta compañía, adoptar los sistemas de gestión japoneses del “Just in Time”.

Ford Motor, General Motor, Hewlett-Packard, 3M, Black and Decker, John Deere, Johnson Control, Omark y Motorota, son algunas de las más destacadas empresas norteamericanas que, ante la competencia global, optaron por hacerle frente con el “Just in Time”.

El “just in time” implica una forma de pensar y razonar los negocios como los procesos productivos. Pensar en términos de “just in time”, significa concentrarse en la detección y eliminación sistemática de desperdicios. De allí la potencia del “just in time”” como sistema que lleva a las empresas a lograr resultados sorprendentes.

El Just in Time” es una filosofía empresarial que se concentra, en eliminar el despilfarro en todas las actividades internas de la organización y en todas las actividades de intercambio externas. Esta definición establece la idea clave del “just in time” –eliminación del despilfarro-, lo cual exige eliminar todos los insumos de recursos que no añaden valor al producto o servicio.

El objetivo es proporcionar satisfacción al cliente al tiempo que minimiza el coste total. Ésta es la esencia del proceso “just in time”, que integra el compromiso total de calidad.

Para poner en práctica con éxito un sistema “just in time”, la compañía necesita un medio en que los empleados estén íntima y continuamente comprometidos a poner en ejecución la estrategia del juego y los detalles del plan de juego. Para señalar el camino, la alta administración debe comprender los fundamentos del proceso “just in time”, del control total de calidad y del involucramiento total de las personas.

La educación JIT / CTC (just in time / control total de calidad) desarrolla las habilidades de estas personas y fomenta su creatividad. Además de capacitar y educar a los empleados, la alta gerencia debe reformar la cultura de la empresa. La meta es derribar los obstáculos que estorban la comunicación y les impiden a los trabajadores cooperar y confiar entre sí y confiar en sus clientes y proveedores.

La calidad del lugar de trabajo es una base fundamental para un proceso productivo de calidad. Un medio de trabajo de calidad les da a todos los materiales y procesos, una alta visibilidad y proporciona distancias más cortas para los desplazamientos de materiales, trabajadores, además de un flujo más homogéneo de los materiales e insumos durante el proceso. No menos importante resulta todo lo comentado, a la hora de reducir riesgos de accidentes o problemas de seguridad.

El equipo de trabajo tiene responsabilidad directa en la conveniente preparación y buen estado del centro de trabajo, reflejándose en ello, la actitud en cuanto a la calidad de los miembros del equipo. Esa actitud y el buen mantenimiento del espacio son decisivos para la calidad del “ust in time”.

El sistema “just in time” no acepta, bajo ningún punto de vista, la generación de productos defectuosos, lo cual significa que el mantenimiento preventivo de los equipos de procesamiento, los accesorios y los instrumentos utilizados para las mediciones y comprobaciones resultan críticos.

No se puede separar en realidad la calidad, del proceso “just in time”, pues ambos son interdependientes. Ello se debe a que los procesos “just in time”, requieren insumos de calidad y persiguen la generación de productos y servicios libres de fallos. (CTC – Control Total de Calidad)

La mejor manera de pensar en los procesos productivos, es desde la perspectiva de las Seis “F”; debido ello, a la letra inicial de las palabras: Fundamento, Flexibilidad, Fuerza, Fiabilidad, Flujo y Fidelidad.

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