EN HORA BUENA VENEZUELA

Jùbilo era lo que se respiraba en las principales calles y avenidas de las ciudades más importantes del país, y es que -a pesar de la hora-, bastó con conocer el resultado de no aprobación de la Reforma, para que un gran número de personas salieran a la calle a celebrar y expresar sus sentimientos y arengas de optimismo.

Lìderes de la oposición como Manuel Rosales, Julio Borges, Leopoldo López, Gerardo Blyde, Henry Ramos Allup, dieron gracias a la población venezolana por su entereza y disposición de ir a ejercer su derecho al voto.

Otros que dieron las gracias al pueblo venezolano y que no podían esconder su alegría, luego de saber el resultado, eran los estudiantes universitarios, que están dirigiendo el movimiento estudiantil.

El margen tan cerrado de diferencia entre las opciones, hizo que el CNE no diera las tendencias y resultados parciales, sino hasta ya las primeras horas del día lunes, siendo los márgenes de ventaja del NO, de 124.000 mil votos para el bloque A y de 188.000 votos para el bloque B; con lo que según Tibisay Lucena, rectora del CNE, era irreversible la tendencia, y daba por ganadora la opción del NO.

Sin duda que esta ajustada victoria, da a la oposición venezolana cierto aire, y les permite poder estructurarse con solidez para lograr obtener, de manera definitiva, lo que la población y hasta los seguidores del gobierno han pedido; entiéndase una oposición seria, honesta y organizada para que así impere la condición democrática del pueblo venezolano.

Es la condición democrática y racional lo más destacable del proceso electoral que se acaba de llevar a cabo y es, que la población concientemente saliò a votar y, aunque no se puede negar la abstención, quedò demostrado que la gente votò por lo que creía y no por lo que le decían, y todo esto porque la abstención es, sin duda, un reflejo de inseguridad y no acuerdo con lo planteado.

Aunado a esto, el clima de tranquilidad y respeto fue evidente, y lo destacable de ambos bandos es, el llamado a la aceptación de resultados y a la paz, para evitar enfrentamientos innecesarios entre los seguidores de la oposición y del oficialismo.

En otras latitudes, donde hacen vida muchos venezolanos, también se hizo sentir la explosión de júbilo, donde -sin importar la hora-, bastó con conocer el resultado, para comenzar con la celebración y es el caso de: Miami, Madrid, Las Canarias.

Muy a pesar de lo expresado por el Presidente, de no retirar su propuesta de Reforma, sino de seguirla trabajando para fortificarla, queda claro que ambos sectores están vigilantes más que nunca de la defensa de sus votos, y de exigirle al Ente comicial que de números y cifras demostrables con transparencia y no como en procesos electorales pasados, donde lo que imperò fue la duda.

Otros factores que jugaron un rol preponderante en estos comicios, fueron las exit-poll, las cuales marcaron las tendencias del día acorde a las horas, dando -en primer momento como ganador- a la propuesta del Presidente y a medida que pasaban las horas, se reducía el margen, llegando a confundir y creando una gran tensión entre la población y los interventores.

Si algo surtió efecto en la población venezolana estos últimos días, ha sido el apoyo y empuje que le ha dado el estudiantado venezolano; esos jóvenes que sin tener mayores pretensiones, sino el bienestar y progreso del país, han salido a la calle y han hecho que su voz sea oída y respetada, manifestando su descontento con la situación que atraviesa el país y la pasividad del Gobierno.

Lo que queda claro, y hoy más que nunca, es que en este país se tiene que trabajar y hacer las cosas bien, y no sólo por el bien individual, sino por el bien común y es que si algo es evidente es, que a Venezuela nada le ha hecho más daño que la búsqueda de los intereses individuales, antes que los colectivos por parte de sus dirigentes.

En definitiva, lo más apreciable de la fiesta democrática que acaba de ocurrir es, que refleja que -muy a pesar de la tendencia o creencia que se tenga-, todos podemos vivir en el mismo país, respetándonos y manteniendo la cordura, para que exista la tan ansiada paz, no sólo individual, sino colectiva.