Equipos de trabajo y su relación con el liderazgo

Desde hace dos años, IVELE ha estado comprometida con sus alumnos a investigar profundamente el significado de Equipos de Trabajo y elaborar un contenido de programa que se pueda dictar en un taller o curso de corta duración, y que nos permita brindar como objetivo, alcanzar una actitud capaz de integrar un grupo de personas para alcanzar en forma eficiente una meta.

Sin duda, luego de varias revisiones documentales, hemos llegado a la conclusión, que son pocos los criterios que en muchos cursos que hemos revisado al respecto, relacionan a esta importante estructura de participación social a la conducta humana y quizás sea por ello, que hay tantos fracasos en los resultados de grupos de personas intentando alcanzar metas. Organizaciones ineficientes, tanto públicas, como privadas cuyos dirigentes no dimensionan los pasos necesarios que permitan la convicción de la gente que va a acometer esta ardua tarea y la lamentable consecuencia, es pérdida de recursos y retraso para alcanzar el progreso. Una gran dicotomía surge cuando se trata de apreciar cómo se conduce un grupo de personas, ya que lo que está por dentro de cada individuo es un mundo tan complejo, que es necesario colocar ese mundo; en una prioridad tal que quienes dirijan, reconozcan la naturaleza humana, como el primer análisis que deben hacer de si mismo y de su gente y luego, agregarle las herramientas gerenciales necesarias para alcanzar la eficiencia.

En este sentido, deseamos en este artículo, para nuestros amigos de Entorno Empresarial, partir de algo concreto para llenar las expectativas de mucha gente que piden que plasmen de esta investigación, cuestiones concretas que se puedan enseñar y que cualquier persona, sea impactada al percibir la complejidad del problema, cuando se trata de manejar gente, que sienta, piense y capte las diferencias abismales cuando se trata del manejo de las personas.

Un Equipo de Trabajo, lo definimos como un grupo de personas ligadas por una intención, parte de una representación interna de cualquier organización conformado con diferentes especialidades, para alcanzar una meta común. Como tal, son por consiguiente una representación válida del espacio de participación y por ello, requerido de normas y principios de actuación.

Constituir un equipo de trabajo, no es simplemente reunir las personas y dictarle algunos lineamientos para los fines que un dirigente considere necesario, es INTEGRARSE primero y, luego, PARTICIPAR vigorosamente para unir ese grupo de personas con el fin de alcanzar metas…estas son dos condiciones básicas…Integrarse al equipo, lo cual requiere que las personas que lo conformen, deben estar totalmente conscientes que van a estructurar un grupo con diferentes aspiraciones, deseos y que, dependiendo de los estímulos que les induzca, los resultados se verán materializados. Requerirá, que en vista que es un espacio social donde se participará, de un conocimiento cabal de cada persona que conforma el equipo; no sólo de su desempeño profesional, sino de su comportamiento personal. Estos dos aspectos son algunas de las vertientes de formación de un líder. Para quienes han dirigido organizaciones, es bueno recordar que no basta gerenciar, ni menos mandar, aplicando los principios de autoridad; es necesario INFLUIR EN LA GENTE PARA LOGRAR LAS METAS……Es necesario, por tanto, tener lideres para materializar equipos de trabajo.

Confirmamos esta teoría, con cuatro principios más, que corroboran la importancia del líder en cualquier etapa de creación de los equipos de trabajo:

1. Reconocer la meta que le ha sido impuesta, o bien, seleccionada por el equipo; y para ello, no es solamente suscribir esta meta, es el análisis de parte de todos los integrantes del equipo sobre el significado de la meta. En esta forma, cada quien y de acuerdo a sus diferentes conocimientos, habilidades y destrezas, asumirá su posición técnico científica sobre la forma de alcanzar las metas… Este aspecto, sin duda, requiere mucha profundidad intelectual, mucha moderación entre los integrantes y mucha amplitud conceptual, para permitir que fluya sabiamente el conocimiento profesional y eliminar cualquier inherencia ligada a intereses que desvíen la realidad de las variables que intervienen en los diferentes problemas y las actitudes, que muchas veces se desvían ante posiciones personalistas o de grupo e intereses que no corresponden al sano análisis de cada aspecto relativo a la meta. Esto solamente se puede alcanzar con un liderazgo moderno, abierto y con reconocida capacidad de Emponderación o legación de Liderazgo.

2. Seleccionar adecuadamente la metodología que se usará para analizar las variables, los aspectos que indiquen control del proceso, las técnicas básicas de toma de decisiones y, en fin, el sistema integrado de control gráfico de las acciones, de manera que todo el proceso sea seguido por todos los integrantes del equipo. Sólo los lideres podrían preocuparse de tales aspectos que posibilitan un ámbito de trabajo verdaderamente proactivo, transparente y abierto totalmente al escrutinio de todos.

3. Revisión y sensibilización del equipo ante un marco referencial de actuación, que permita ciertas convicciones, casi como un juramento entre los integrantes y éllo se relaciona con los valores y principios de quienes conforman el equipo. Esto seguramente redundará en beneficio de la creación de un CLIMA organizacional que será como una tarjeta de presentación ante la comunidad, producto de los efectos positivos de un equipo de trabajo eficiente.

4. Constante comunicación, usando todos los medios y canales adecuados para mantener informada a la gente.

Esto, amigos todos, es un resumen de toda una interesante teoría que ha demostrado la importancia del liderazgo en una actividad muy humana y de mucha fuerza para alcanzar las metas en una organización: Los EQUIPOS DE TRABAJO.