Estamos complicados. El panorama no está fácil

Esta situación ocasionará un déficit en nuestro presupuesto por lo que se hará necesario introducir ajustes, pero introducir ajustes no nos resultará gratuito, es de esperar que los ajustes al gasto público afecten al empleo, la producción, la inversión y el consumo.

De otra cosa que pudiésemos estar seguros es que el año 2009 no será fácil ni para el gobierno, ni para las empresas y mucho menos para la mayoría de los ciudadanos quienes verán desmejorar su capacidad de compra y calidad de vida en general.

Si se recurre a incrementar la recaudación interna para complementar el presupuesto bajará más el consumo que ya ha empezado a bajar. Ahora bien, una baja del consumo significa menos posibilidad de recaudación fiscal, bien sea a través del ISR o del IVA o cualquier otro impuesto. Si además de eso, se reajusta el gasto público entonces se reducirá la rentabilidad de los negocios debido a que bajará la producción y el volumen comercial de los negocios. En otras palabras, una disminución de la actividad económica.

Si se decidiese aumentar el IVA, se restringirá el consumo como dijimos y además estaríamos ante precios de los productos más elevados y mayor inflación, si la formula se complementara con el ITF, a la final se recarga al consumidor y se refuerza la presión inflacionaria.

Si no se devalúa sino que se hace indirectamente, la inflación se acrecentará debido a que los empresarios deberán recurrir al mercado negro y ese incremento en los costos se traducirá en un aumento de los precios de los productos.

Un escenario de endeudamiento en el mercado internacional con el déficit financiero mundial que existe no luce muy viable y de encontrarse sería a tasas de interés muy elevadas. Por su parte el endeudamiento interno también pareciera complicado por la saturación de valores públicos depositados en el sistema financiero venezolano.

Reajustar el gasto fiscal ocasionará una disminución de la actividad económica ya que ésta se ha financiado en base al gasto público, también ocasionaría una disminución en la inflación al reducir el circulante o liquidez monetaria, pero bajará la producción interna y el recurrir a las importaciones para cubrir la brecha también éstas se verán obstaculizada por la disminución de los dólares provenientes del petróleo.

La reducción que se espera de las importaciones contribuirá a tener menor crecimiento económico en virtud de que gran parte de las importaciones la conforman insumos para la industria, maquinaria, equipo y servicios para la producción.

Lo que se deduce es que la situación se nos complicó y que no estaremos exentos de que se nos someta a unos reajustes como los mencionados, que en honor a la verdad el común de los venezolanos no se lo merece, más, cuando esto se ha estado alertando desde hace mucho tiempo que ¨el lobo venía¨.

Solo veríamos como positivo estos reajustes, a pesar del daño que nos ocasionan, si hubiese disposición a que cambien las relaciones entre el Gobierno, la oposición y la sociedad civil en general. Y que en vez de estar invirtiendo en armas y apoyando a regímenes foráneos con fines políticos, el gobierno se propusiera a darle soporte a la producción interna que es la verdadera generadora de riqueza.

Ojalá y se aprenda de una vez por todas la lección de que debemos actuar con el sentido de ¨sembrar el petróleo¨ y no despilfarrar las ingentes cantidades de recursos percibidos del petróleo durante el último lustro. Se vuelve a repetir la historia. ¿será que no somos capaces de labrar nuestro propio horizonte?

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