Etanol, la gran mentira

“Richard Bond, máximo responsable ejecutivo de Tyson Foods Inc., el mayor comprador de maíz del mundo, dijo que los precios del grano han alcanzado una “nueva meseta” y que es improbable un retroceso, ya que la demanda de etanol abarcará una mayor porción de la cosecha estadounidense.
La producción agrícola para la elaboración del ETANOL, destinará entre 35 y 40 por ciento de la cosecha de maíz de este año, les dijo Bond a los inversores en una conferencia de BMO Capital Markets hoy en Nueva York. Aun cuando los agricultores de Estados Unidos sembrarán, lo que se predice será, la mayor cantidad de hectáreas de maíz desde 1944, los precios se mantendrán por encima del $ 3 el bushel (25.4 kg).
Tyson es la mayor compañía productora de carne del mundo y comprará maíz para alimentación animal.
Los precios del maíz han subido 43 por ciento en el año pasado y, actualmente, están en $3.76 el bushel.”
Después de leer este informe, no fue difícil deducir que còmo todo en la vida, una acción definitivamente obliga a una reacción, en unos casos positivos y en otros que casualmente esto es lo peligroso, negativos o definitivamente devastadores para la humanidad y como si fuera poco a muy corto plazo.
Estamos ante una formidable campaña global para acelerar la producción de Agro combustibles a partir de la soya, el maíz o la caña de azúcar en reemplazo de los derivados del petróleo. Irónicamente, teniendo al Grupo de los 8 con su líder EE.UU., como los abanderados de arreglar algo, que ellos fueron y son responsables directos.

La justificación se fundamenta en una realidad cruda: La contaminación del medio ambiente. Y así, subidos a la cima de la ola ambientalista, los mayores contaminadores del planeta lanzan su nueva ofensiva colonialista.

La cumbre de la Unión Europea aprobó que, en el año 2020, un 10% del consumo total de energía provenga de agro combustibles. Estados Unidos, definitivamente es el primer impulsor de destilerías para combustibles en su medio, lógicamente, con miras a no perder la punta y seguir teniendo el control.

Para completar la rueda del negocio, El presidente norteamericano, George W. Bush, se reunió en marzo con las tres empresas automotoras más grandes [General Motors, Ford y Chrysler], para que adapten sus productos a la nueva generación de agro combustibles.

Brasil y Argentina se subieron a esta nueva ola devastadora, convirtiéndose en socios importantes de este proyecto, entre grandes abrazos, posibles acuerdos no conocidos y continuas reuniones en casa del país grande; lógicamente acompañados por sendas hordas de publicidad muy bien dirigida, a través de los medios de la prensa en general y publicidad, donde se derrocha esfuerzos para mostrar a un EE.UU., grande, bondadoso y, sobre todo, preocupado por la seguridad del mundo. (Sugiero ingresar a mi artículo : Verdades incómodas sobre el calentamiento global y los serviles, al link :
https://www.entorno-empresarial.com/?ed=10&pag=articulos&id=1230
para recordar los antecedentes de esta posición norteamericana tan especial).

Las consecuencias no se han hecho esperar. En el último año, el precio internacional del maíz aumento más del doble. Estados Unidos, principal productor mundial del grano, lo vende a México un 150% más caro. Por lo tanto, el precio de la tortilla, alimento básico de los mexicanos, se elevó abruptamente y provocó masivas protestas.

Para los entendidos fue el primer campanazo.

Lester Brown, director del Earth Policy Institute y ex-funcionario de varios gobiernos estadounidenses, advirtió: “La cantidad de cereal que se necesita para llenar un tanque de 25 galones [casi 100 litros] con etanol una sola vez, alcanza para alimentar a una persona por un año entero”.

Por eso añadió: “La competencia por los granos entre los 800 millones de automovilistas y los 2000 millones de personas más pobres que hay en el Mundo puede conducir a revueltas populares”.

También, en Argentina, se sienten los altos precios del maíz en los bolsillos del consumidor. Se encareció la tierra y, por ende, subirán los costos de todos los sembrados. (En Argentina, en el orden aproximado del 10 % de las tierras, han sido adquiridas por empresas extranjeras)

La polémica está abierta. Los movimientos sociales lanzan voces de alerta, y no son pocos los investigadores con visiones muy distintas a las planteadas por las petroleras, ahora devenidas en destiladoras del combustible verde. El periodista británico, George Monbiot, por ejemplo, hizo cálculos y descubrió que para mover solamente coches y autobuses de su país con agro diesel, se requerirían sembrar 25,9 millones de hectáreas. Sin embargo, existen en el Reino Unido sòlo 5,7 millones de hectáreas. Si esto sucediese en toda Europa, las consecuencias sobre el suministro de alimentos serían desastrosas.

Ricardo Mascheroni, investigador de la Universidad Nacional del Litoral, también hizo cálculos: Si hoy el mundo abandonara la quema de hidrocarburos y pasase a los agros combustibles, se necesitaría plantar una cantidad de hectáreas equivalentes a varios planetas. El Ingeniero Miguel Baltanás, investigador superior del CONICET, apuntó además que, para incorporar agro diesel en un porcentaje de tan sólo el 2%, sería necesario emplear el 50% de la producción mundial de aceites vegetales. De esto podemos deducir, añade Mascheroni, que si el porcentaje fuera del 4% del total, deberíamos usar todos los aceites vegetales que se producen en el mundo.

Entonces, se pregunta ¿Con qué haremos las papas fritas?

Pero, lo que está en juego es mucho más que la fritura de papas, es una concepción sobre lo que vendrá: ¿Negocios o alimentos para toda la humanidad? Lo cierto es que el negocio de las multinacionales, amenaza con exterminar territorios alimentarios, y por lógica consecuencia, habrá más hambre y más devastación ambiental.

Porque, además los agro combustibles, tal como están planteados, no mitigarán el cambio climático: La combustión de agro diesel, lo señalan muchos especialistas en la materia, produce más óxidos de nitrógeno, los que en la atmósfera producen un efecto invernadero, 24 veces superior al del dióxido de carbono.

Analizando fríamente esta situación, no nos queda más que preguntarnos:

¿En dónde vamos a producir alimentos, si tendremos que tapizar de soya, maíz y otros monocultivos hasta los floreros de las casas?

En el caso de nuestros pobres países, se diría que estamos frente a otra propuesta colonial de multinacionales que además de la soya, su aceite el agro diesel que se exporta, se llevan el agua y los nutrientes del suelo y nos dejan la contaminación, la desertificación, la aniquilación de biodiversidad y la pérdida de calidad de vida. Un negocio redondo para las transnacionales pero, definitivamente negativo para nosotros.

“Miguel Ángel Altieri, doctor en agro ecológica y profesor en la Universidad de Berkeley, California, considerada una de las mayores de la investigación del medio ambiente en relación con los movimientos sociales, denunció lo que hay detrás del proyecto sobre agro combustibles. Señaló: “Los agros combustibles son una tragedia ecológica y social. Con su producción se creará un problema muy grande de soberanía alimentaria, ya que hay miles de hectáreas de soya, caña de azúcar y palma africana que se van a expandir, lo que va a producir una deforestación masiva. Esto ya está pasando en Colombia, Brasil (Amazonas) , Argentina y demás países Latinoamericanos. Además, va a aumentar la escala de producción de monocultivos mecanizados, con altas dosis de fertilizantes y, específicamente, Atrazina, que es un herbicida muy nocivo con irrupción endocrina.”

El desarrollo de los agros combustibles no tiene ningún sentido energético, ya que todos los estudios que se han hecho demuestran, que se necesita más petróleo para fabricar agro combustible. Por ejemplo, en el caso del etanol de maíz, se necesitan 1,3 kilocalorías de petróleo para producir una kilocaloría de agro etanol.

Estamos ante el diseño de una nueva estrategia de dominio mundial, por parte de las grandes transnacionales y, lógicamente sus países, actitud que está tomando el control de los sistemas alimentarios. Se está produciendo la alianza inédita de multinacionales petroleras, biotecnológicas, de autos, los grandes mercaderes de granos, servicios y algunas instituciones conservacionistas, que van a decidir cuáles van a ser los grandes destinos de los paisajes rurales de América Latina.

Para que Estados Unidos produzca todo el etanol que necesita, para reemplazar su petróleo, debería cultivar seis veces su superficie. Entonces, está claro qué es lo van a hacer en los países de América Latina y, de hecho, ya están en camino. En otras palabras: Nuestro futuro ya esta fríamente planificado, pero como es historia , no para beneficio nuestro.

¿Tendremos el entendimiento necesario para darnos cuenta a que estamos siendo expuestos nuevamente, como países pobres, como si fuéramos tontos útiles?

Después de este aterrador análisis de lo que nos depara un futuro mediato, me pongo a pensar ¿Y qué pasa con la energía solar, así como también con la del viento y el agua?

Tengo entendido que esos proyectos están listos desde hace muchos años atrás.
¿Será que no son muy rentables para las grandes economías del mundo?

La pregunta en este caso sería: ¿A las grandes transnacionales, así como a los grandes países que las respaldan, más les interesa el afán desmedido de lucro y satisfacción de sus sociedades, que el bienestar mundial y, en especial, de las sociedades pobres?

De ser así, Dios se apiade de nosotros como también de los pequeños hombres responsables de cada una de estas grandes sociedades desarrolladas y sus mezquinos Judas estratégicos de las sociedades periféricas, al permitir este abuso con ojos y oídos, cerrados y sordos de sectores que las integran, que bien podrían parar este tipo de amenaza de caos mundial, personas inconscientes y usureras que sòlo ven sus necesidades y afanes desmedidos de lucro, sin detenerse a pensar que existen otro tipo de vivencias, donde la carestía es la regla de supervivencia general, vergüenza mundial para los países desarrollados, que pretenden vender una imagen de preocupación por los países periféricos y lo único que conseguirá esta nueva tentativa de explotación, será el de deshonrar a un màs la lamentable y degradante experiencia del ser humano pobre.

(*)Asesor Empresarial M.B.A.

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