FAO: La producción cerealera de Venezuela estará por debajo de lo que se había previsto.

Según los pronósticos de la FAO los niveles -de la producción de cereales para el presente año- están por debajo de lo previsto antes de la pandemia; mientras que, en adición, los requerimientos de importación de arroz y maíz son inferiores en comparación a los del año pasado.  Esa crítica situación, hace pensar que la población venezolana no la pasará nada bien en relación a la disponibilidad de dichos rubros,

La recolección de cereal durante el 2020, está a punto de finalizar y las perspectivas de producción son desfavorables debido a la reducción considerable de las plantaciones y los bajos rendimientos esperados. La escasez de insumos agrícolas y combustible afectó significativamente los rendimientos, que se vieron exacerbados por la reducción de las precipitaciones en el período de febrero a abril en las principales zonas productoras de la región centro occidental.

La siembra de los cultivos de invierno de arroz y maíz comenzó a fines de mayo. Las lluvias estacionales comenzaron a partir de la última semana de mayo y se pronostica que las cantidades de precipitación aumentarán en el período de junio a agosto, lo que podría impulsar las plantaciones para la agricultura de subsistencia. Sin embargo, se espera que el área plantada agregada disminuya significativamente debido a la escasez aguda de insumos y combustible.

Según las asociaciones de agricultores, el suministro de insumos agrícolas importados para la temporada de invierno cubría solo el 5 por ciento del requerimiento nacional. En medio de la baja disponibilidad de insumos y combustible, los productores están aplicando prácticas de rotación de cultivos con cultivos que no son de cereales que requieren menos insumos que los cereales.

Según el Plan de Financiamiento y Soporte del Gobierno, a fines de abril de 2020 se lanzó un plan de crédito agrícola de USD 20 millones para impulsar la producción agrícola, especialmente de cereales. Además, la FAO -Venezuela ha distribuido insumos agrícolas (biofertilizantes) y semillas de ciclo corto a 5.000 pequeños agricultores en los estados de Mérida, Trujillo, Portuguesa, Lara y Falcón para apoyar la producción agrícola para el autoconsumo.

En resumen, según el informe de la FAO se estima que la seguridad alimentaria se verá comprometida ya que se estima que alrededor de 9,3 millones de personas padecen de inseguridad alimentaria y necesitan asistencia. Se espera que la situación de seguridad alimentaria empeore en 2020, ya que es probable que la producción de cereales disminuya y que los requisitos de importación no se cumplan por completo. El desplome de los precios del petróleo en medio del brote de COVID-19 ha reducido los ingresos de exportación, empeorando la capacidad del país para comprar importaciones. Además, se espera que las limitaciones logísticas debidas a los efectos de la pandemia COVID-19 tengan un impacto negativo en el acceso a los alimentos de las comunidades urbanas y periurbanas.

Para ver informe completo, visite: http://www.fao.org/giews/countrybrief/country.jsp?code=VEN

Imagen de luzchiesa en Pixabay