Galipán

Al norte de Caracas, en el Parque Nacional el Avila, se encuentra una pequeña población conocida como «Galipán». Los primeros pobladores, provenientes de las Islas Canarias, llegaron hace más de 200 años, a la vertiente norte del Ávila, en una gran extensión de terreno accidentado.Se puede subir desde Caracas en menos de media hora, utilizando un vehículo rústico con tracción en las cuatro ruedas. La subida, pavimentada, es muy empinada y bonita. Se pueden apreciar muchos árboles y en medio de estos una vista preciosa al oeste de la capital venezolana.

La subida se inicia en Caracas, por Cotiza. A los pocos minutos hay un puesto de guardaparques en donde se debe pagar una módica entrada al parque nacional. Posteriormente se llega a un estacionamiento, para los que quieran seguir caminando hasta «Los Venados», uno de los lugares más agradables del parque, equipado con facilidades para merendar y acampar.Al poco tiempo y a 1.870 metros de altura, se llega a un lugar conocido como «Boca ‘e tigre» en donde termina el pavimento y hay una bifurcación que lleva a San José de Galipán y luego hasta el litoral (Maiquetía y Macuto).

Si se sigue hacia la derecha, enfilando hacia la fila del Ávila se llega a una gruta con una virgen y en una nueva bifurcación bajando hacia la izquierda se llega a San Isidro de Galipán.En San Isidro de Galipán, se llega a una bodega en donde se consiguen víveres y, más importante aún, los famosos sándwiches de pernil con jugo de fresas o de mora. También hay algunos caballos que se pueden alquilar para que los más pequeños den un paseo.

La zona de Galipán fue muy afectada por los deslaves ocurridos en diciembre de 1999, como consecuencia de varios días de lluvias inclementes. En las montañas vecinas se pueden ver las huellas de esta tragedia natural.En el camino a Galipán hay varios kioscos en donde se pueden comprar fresas con crema, duraznos, jugos de fresa y de mora, galletas y flores a muy buenos precios y calidad.