Gerencia y Creatividad

“La imaginación es más importante que el conocimiento,
porque este es limitado, mientras
que la imaginación es infinita.”

Einstein

Las empresas demandan en el presente a gerentes con bastos conocimientos de la ciencia administrativa, además de ser un buen líder gerencial, proactivo, dinámico y sobre todo creativo, innovador.

Las características de los actuales escenarios comerciales muestran empresas exitosas que se caracterizan por ofrecer productos, servicios que, además de cumplir con las normativas internacionales, muestran una gran creatividad, eficacia de la gerencia.

Es necesario que la gerencia venezolana, caso que nos concierne, de paso a la creatividad, se haga uso de ella y así garantizar innovaciones que favorezcan a la empresa, no solamente en la elaboración de productos, sino en todos aquello que de paso a nuevos sistemas administrativo, gestión de procesos, funciones que favorezcan la productividad.

Al respecto del tema Alexis Codina señala, que los especialistas en creatividad destacan, que toda la educación que recibimos desde que nacemos, tiene el propósito de “enseñarnos a pensar, pero de un modo racional”; es decir, secuencial, lógico, “organizado”. Para eso nos sirven los paradigmas, para filtrar lo que recibimos, para valorar lo que percibimos, para organizar nuestras ideas.

Según Khun, el paradigma es un modelo percibido o construido. No importa cuánta verdad tenga, sino cómo influye en nuestro pensamiento. Cuando Galileo dijo que la Tierra se movía alrededor del Sol, la Iglesia lo combatió, porque si la Tierra no estaba en el centro, entonces: ni la Iglesia ni el Rey estaban en el centro. Los paradigmas son comunes, es decir, “reconocidos” por mucha gente; actúan como filtros, son útiles para resolver problemas dentro de un límite, el del paradigma.

Sed dice, que con la creatividad se generan nuevas ideas; la innovación significa la utilización práctica de esas ideas que, en una organización, “puede representar un nuevo producto, un nuevo servicio, o un nuevo procedimiento para la realización de ciertas actividades”.

La Escuela de Educación Mental, al respecto comenta, que en la última década, Gardner (1993), afamado estudioso de la inteligencia, ha definido la creatividad como la cualidad de una persona para resolver problemas regularmente, para entregar ideas o productos novedosos que terminan por aceptarse en su respectiva cultura.

Por su parte, Romero (1994), reconoce a la creatividad como una actividad original que produce más de una solución a un problema.

La creatividad supone entonces, un comportamiento original o nuevo, no convencional, y además con una utilidad práctica. Podría decirse que una de las características distintivas de la humanidad, es precisamente su capacidad para desarrollar cosas nuevas, rasgo que la ha hecho evolucionar como especie y progresar como civilización.

Se agrega además, que la creatividad se entiende como proceso y como producto. Esto es, como forma peculiar, interna, subjetiva y, por ende, desapercibida para el espectador, que una persona tiene de analizar y elaborar situaciones y, de otro lado, como conjunto de resultados objetivos y tangibles del actuar de una persona considerada creativa (Marín, 1980; Novaes, 1973).

Ser creativo significa, para recapitular, ver la realidad de forma diferente, peculiar, de modo distinto a los demás. Una persona creativa es aquella que puede descomponer una situación o problema de forma opuesta a la mayoría y que, a la vez, producto de ese análisis singular, halla respuestas o modificaciones novedosas. Dicha solución sólo se considerará realmente creativa si resulta útil y productiva, si acarrea más beneficios que los procedimientos anteriormente usados.

Se agrega, que en años recientes, el estudio prolijo de sujetos creativos ha sido encabezado por Howard Gruber, Dean Simonton y Howard Gardner (1993, 2001). Es así como parece haberse llegado a un perfil del individuo creativo.

Varios son los perfiles de la persona creativa que se han expuesto. Gowan, Demos y Torrance (citados por Romero, 1994), presentan su propia lista de rasgos: curiosidad, espíritu inquisitivo; originalidad de pensamiento y de acción; independencia de obra y pensamiento; fértil imaginación; inconformismo; captación de relaciones desapercibidas para los demás; fluidez de palabras y acciones; constancia en sus acciones y aprecio por la complejidad.

Codina agrega, que hay coincidencia entre los especialistas en considerar que la creatividad no es una cualidad natural, “con la que se nace” sino que puede desarrollarse. Majaro, otro destacado especialista, más centrado en la creatividad en las empresas dice: “Aunque convengo en que muchas personas son más creativas que otras, también creo que muchas se han entrenado para responder a los estímulos externos, como para comportarse de modo creativo”. Weirich es más preciso cuando plantea “la creatividad no sólo puede enseñarse, sino que también puede aprenderse”.

La gerencia en el presente, definitivamente debe ser creativa, más ante las características de los actuales escenarios en donde el cambio, la proactividad está manifiesta, obligando a la gerencia estar preparada para afrontarlos, dar paso a acciones, planes que le favorezcan, a usar una creatividad en todo aquello que garantice saber interpretar la realidad del presente, dar paso a acciones que, garanticen a la empresa salir adelante. Se requiere creatividad .como se comenta, no sólo para solucionar problemas o aspectos que afecten negativamente la compañía, sino para indagar sobre nuevos enfoques de gestión que permitan buscar, construir o aprovechar oportunidades para sobrevivir y progresar.

Tómese en cuenta lo que manifiestanavactiva.com, que según estudios realizados, no ocupamos más allá de un diez por ciento de nuestra capacidad creativa. Esto, que es lamentable a nivel personal, en las empresas resulta peligroso, puesto que una organización moderna que opera en mercados abiertos y competitivos, permanentemente requiere de ideas novedosas, de cambios, de innovaciones, de elaboración de planes y decisiones originales, etc. Y todo ello precisamente tiene que ver con la creatividad.

Gracias a los avances logrados en el conocimiento del pensamiento creativo y sus procesos, hoy se está en condiciones de diseñar estrategias para superar los bloqueos originados, tanto a nivel personal como organizacional, que están frenando el desarrollo creativo y el fomentar habilidades a través de las cuales, personas e instituciones pueden lograr niveles más altos de creatividad, capacidad que todos poseemos; pero que, por diversas circunstancias, no explotamos en toda su magnitud y, por el contrario, consciente o inconscientemente, la ahogamos en nuestras empresas («le pago para trabajar, no para pensar…» )

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Referencias:

*Diferentes páginas Web

Cátedra Mercadotecnia, Aula Virtual, programa especialidad de Gerencia de la Calidad y Productividad, Área de Postgrado de Faces, UC.