Gran solidaridad en favor de la catástrofe que afronta Haití

En la desgracia hay que acordarse del estado
de conformidad con que miramos las ajenas.

Epitecto de Frigia

Afortunadamente, somos una familia humana, en donde las grandes crisis que la afectan cuentan con ese calor humano, que deja aflorar nuestra espiritualidad y está presta a colaborar, dar la mano a quien la necesita, sin importar color de raza, ideologías, creencias, nacionalidades, simplemente se manifiesta de inmediato la colaboración por aquel que la requiere, más en situación críticas como la que en el presente Haití afronta.

Téngase presente, que Haití es considerado el país con menor crecimiento anual de América, en donde al menos el 80% de la población se encuentra por debajo de la línea de pobreza.

Ya se ha hecho presente la comunidad internacional, especialmente aquellos países con gran poder adquisitivo y aun lo menores, con ayuda médica, alimentos y otras necesidades. Se sabe, gracias al avance moderno de los medios de comunicación, que son múltiples las acciones de respaldo al pueblo haitiano ante el desastre provocado por un terremoto de 7,3 grados y que causó la pérdida de entre 30 mil y 50 mil víctimas. Las fragmentadas noticias emitidas que se reciben, son cada vez más alarmantes y refieren la destrucción de parte importante de la infraestructura de la capital de ese país, el más pobre del hemisferio.

El sismo, es el más fuerte ocurrido en la isla tras el de 1946, que tuvo una intensidad de 8,1 grados en la escala de Richter. Según el Instituto Geológico de Estados Unidos, el terremoto tuvo una intensidad de 7,0 grados en la escala de Ricther y ocurrió a las 16:53 hora local (21:53 UTC).

Su epicentro fue localizado a 15 kilómetros al suroeste de Puerto Príncipe, en la latitud 18,45 grados norte, longitud 75,44 grados oeste, con una profundidad de 10 kilómetros, de acuerdo con esa fuente. El Instituto informó de 12 réplicas posteriores, que variaron de 5,9 a 4,5 grados en la escala de Richter.
El presidente de Haití, René Preval, calificó de inimaginable la situación sufrida por esa nación, luego del sismo y estimó entre 30 mil y 50 mil el número de muertos.

El sismo de 7 de magnitud causó «una destrucción masiva en los principales barrios» de Puerto Príncipe. La Cruz Roja señala que hay tres millones de damnificados.

Ante esta triste realidad, ya se ha hecho presente la ayuda internacional como la de los Estados Unidos, que además de la ayuda económica, ofrece ayuda civil y militar. Gran Bretaña, Francia, Italia, España, China, India Latinoamérica, Cuba, Nicaragua, también se han pronunciado y colaborado al respecto, para mencionar algunos de los países que aportan la ayuda de diferentes maneras desde capital.

Alimentos, medicinas, médicos, enfermeras, personal técnico.

La portavoz de la ONU Elisabeth Byrs calificó al terremoto de Haití de «una pesadilla logística».»Es un caos», le dijo a The Associated Press.

Incluso, antes del terremoto, las calles haitianas estaban en muy malas condiciones. Una alternativa es mandar provisiones a la vecina República Dominicana, pero el camino desde allí a Puerto Príncipe es estrecho y se satura fácilmente.

Las entregas por mar eran imposibles de desembarcar en Puerto Príncipe, debido a los daños sufridos por el puerto de la capital haitiana, dijo el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Dijo que el aeropuerto de la ciudad está abierto, pero que tiene problemas para ocuparse de las decenas de vuelos entrantes con suministros y rescatistas.

La Organización Mundial de la Salud ha comentado que los fuertes daños sufridos por, al menos, ocho hospitales en Puerto Príncipe, están retrasando la capacidad de los médicos para atender a miles de heridos.

Varios hospitales del área se derrumbaron por el terremoto, pero la organización Médicos Sin Fronteras halló un par en buenas condiciones y está atendiendo a cuantas víctimas pueden.

Cabe destacar la valiosa colaboración que el Gobierno de Brasil ha estado realizando ante esta catástrofe, envió un avión de la fuerza aérea con un hospital de campaña y 46 militares del área de salud, entre médicos y enfermeros, con equipo para un centro quirúrgico, unidad de terapia intensiva, equipo de rayos X y módulos para atención ambulatoria. También salió otro avión con 31 bomberos que trabajarán en tareas de rescate y otra nave con 13 toneladas de alimentos y agua. Ya salieron además dos aviones con un total de 21 toneladas de agua y alimento.

Por otro lado, el ministro de Defensa brasileño, Nelson Jobim, definió un plan de emergencia para atender los cinco problemas más graves detectados por las fuerzas brasileñas en Haití: inhumación de muertos, socorro médico de heridos, remoción de destrozos, refuerzo de seguridad en las operaciones y distribución de ayuda, en especial agua y comida. Tómese en cuenta que Brasil encabeza la misión de paz de la ONU y tiene el mayor contingente militar en Haití, con 1.266 soldados.

Tal como lo señala Naciones Unidas, dispusieron de 10 millones de dólares de sus fondos de emergencia mientras los trabajadores de la organización internacional y los soldados de mantenimiento de la paz estacionados desde hace tiempo en Haití enfrentaban sus propias pérdidas. La sede central de la ONU en Haití se desplomó y hay por lo menos 16 muertos y 150 desaparecidos.

Los 200 trabajadores de la ONU en Haití trataban de distribuir bizcochos y otros elementos de ayuda, pese a saqueos y la amenaza de violencia en una nación plagada por la anarquía.

La Cruz Roja calculó que unos tres millones de personas necesitan ayuda, desde agua y alimentos hasta alojamiento y agregó que muchos podrían necesitar asistencia durante todo un año.

Se dice que ángulo crítico de la crisis, es la creciente necesidad de servicios médicos para socorrer a las víctimas, agravada por los severos daños sufridos por los hospitales y demás instalaciones sanitarias del país.

El presidente Barack Obama anunció el 14 de enero, que pondrá todo el poder de Estados Unidos al servicio de Haití, devastado por el violento terremoto del 12 de enero, y que desbloqueará inmediatamente 100 millones de dólares para su ayuda, le dijo a los haitianos que los Estados Unidos no lo abandonarían, que cuenten con su ayuda.

Se sabe, que debido al terremoto, la torre de control del aeropuerto quedó destruida. No obstante, elementos de tácticas especiales del Comando de Operaciones Especiales Hurlburt, de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, dijeron que sus equipos se hicieron cargo del control de operaciones del aeropuerto haitiano.

El teniente coronel John Dorrian, vocero del Comando Sur estadounidense, dijo que el personal estadounidense limpió las pistas de aterrizaje, establecieron un control de tránsito aéreo de 24 horas y pusieron a funcionar los sistemas de monitoreo atmosférico e iluminación del aeropuerto.

Los primeros aviones enviados por la comunidad internacional, para aliviar a los cerca de tres millones de personas afectadas por el terremoto en la capital haitiana y sus alrededores, ya han aterrizado.
Cabe destacar, que las perspectivas de soluciones a mediano plazo son inexistentes, ante el desolador paisaje de cosechas, medios y herramientas perdidos de manera irremisible y la ruina de los agricultores.

Los temores de una hambruna son persistentes en Haití, cuya economía estaba en crisis antes aún de los devastadores golpes de la naturaleza. La agricultura está destruida, dijo a la prensa Joannas Gue, ministra del ramo.

Venezuela también se ha hecho presente. El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela envió un total de 14,5 toneladas de bolsas de alimentos no perecederos, agua potable, sábanas, cobijas, kits personales, entre otros artículos, a la República de Haití. Se ha enviado segundo cargamento que se suma a los 18 mil kilogramos de productos de primera necesidad que fueron ya enviados.

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