Hora de cambiar los hábitos de vida

Muchas veces escuchamos frases tan peculiares como “loro viejo no aprende a hablar”, cuando se trata de asumir cambios de conductas y hábitos para preservar la salud. Nuestra vida está llena de historias de personas conocidas, aquellas que se niegan a suprimir costumbres en pro de tener una manera de vivir saludable y, de manera especial, quienes presentan problemas respiratorios.
En este sentido, la publicación electrónica www.consumer.es, indica que desde sectores profesionales se plantea que la salud se puede educar, pero hay que empezar en edades tempranas mediante la educación; también en el núcleo familiar, con el ejemplo y a través de actitudes.
Por este motivo, no resulta tan fácil, en el caso de una persona con insuficiencia respiratoria que, a parte de los efectos de la patología en si, se va a encontrar con grandes cambios en su forma de vida, dependiendo siempre de la gravedad de su situación. Cambiar las costumbres, según los profesionales de salud, no es fácil, pero de este cambio dependerá el conseguir una buena calidad de vida, a pesar de la cronicidad de la enfermedad respiratoria.
“No fumar y evitar ambientes cargados de humo, evitar la inhalación de productos irritantes presentes en algunos limpiadores, ventilar la estancia al menos dos veces al día, controlar temperatura y humedad del hogar y evitar el contacto con personas con alguna infección de tipo respiratorio, son otras de las recomendaciones para los enfermos de insuficiencia respiratoria crónica, al tiempo que los expertos recomiendan, para hacer frente a la disnea, caminar y subir escaleras lentamente”, según se mencionada en la citada publicación.
De allí que es importante resaltar que la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, SEPAR, animan a realizar ejercicios diarios. La sensación de ahogo hace que los pacientes prefieran estar sentados lo que, a la larga, es perjudicial porque hace que los movimientos se vayan volviendo progresivamente más dificultosos. “Sentir falta de aire con el ejercicio, no es peligroso”, aseguran. Andar de 10 a 15 minutos como entrenamiento progresivo al esfuerzo, es una buena forma de empezar. 

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