“Las cosas no valen sino lo que se las hace valer”
“La inocencia no suele ruborizarse”.
Moliere.
Desafortunadamente se manifiesta en nuestro medio, un vacío cultural bien marcado, sobre todo, cuando nos referimos a la música clásica. Nuestras emisoras locales y porque no, las nacionales, no les motiva la divulgación de los grandes maestros; todo lo contrario, se identifican más con la música popular, la ruidosa, la estrepitosa, haciendo que la actual generación, y ya no se diga la venidera, ignoren el alcance, repercusiones, ventajas de saber escuchar, disfrutar música clásica.
Si las radios se preocuparan más por dar a conocer las obras de los grandes maestros de la música clásica -esa que nos legaron mientras permanecieron en esta dimensión- a través de programas aunque sean breves, como el caso de la radio FM 104. 5 de la Universidad de Carabobo a las 8 a.m, gracias a la preocupación del Dr. Rubén Ballesteros, sería otra la percepción, identificación, gusto por la música clásica y la juventud se compenetraría en su alcance, repercusiones, especialmente en todo lo que alimenta al espíritu. Aparecerían cuartetos de cámara, orquestas sinfónicas juveniles que aportarían sus habilidades, destrezas no solamente tocando la música de los grandes maestros, sino originando la propia de acuerdo al tiempo presente.
Es hora de que empecemos a derrumbar la maraña de ignorancia que hay sobre este tópico y especialmente sobre el “lied alemán”, que es muy hermoso, de acuerdo a la sensibilidad de cada uno, como poesía en si, como utilidad propiamente dicha o como música.
No debemos influenciarnos en que el idioma alemán es cacofónico, puesto que es armonioso, y que si las casas grabadoras y productoras de CD se preocupasen más por su misión de divulgación, se esmerarían en que las carátulas de presentación, se acompañasen las traducciones precisas y de buen gusto, a fin de que se disfrute de la obra en su totalidad. No cabe la menor duda, que el lied es la fusión de la poesía y de la música y la más alta expresión del arte vocal que es la canción de concierto. Desde luego gracias a las aportaciones y creaciones de grandes maestros entre ellos Schubert (uno de su máximos creadores) , Löwe, Schumann, Wolf, Mahler, Brahams y otros, el Lied, alcanzó el máximo refinamiento de la lírica.
El Lied en alemán significa simplemente: canción. Lieder, a ser su forma plural. No obstante, cuando ciertas canciones basadas en temas folklóricos alcanzaron cierto nivel de depuración, como el caso de los “Deutschevolkslieder” de Brahams, estas dejaron ser patrimonio del vulgo para convertirse en canciones serias y no se cantaron más en grupos y con acompañamiento de varios instrumentos.
¿Cuál fue la época de oro del lied? , desde luego, lo constituyo ese período denominado por muchos como romántico del siglo XIX, en donde poetas de la altura de Chamizo, Schiller, Goethe, Müller, Heine y Rücjert, proveyeron el principal elemento de lo que habría de constituir justamente, uno de los acontecimientos importantes de la época, como fue el nacimiento del lied, producto de la unión simbiótica de la poesía y de la música.
Cabe recordar, que el piano forte, inventado por Cristofori (en Florencia, Italia, 1709) vino a corroborar esa maravillosa unión. Por tanto, como lo señalan los estudiosos del tema, cuando se refiere a ese género musical, se tiene por entendido que se habla de la canción de concierto para una voz y piano y que muy ocasionalmente se incluye un instrumento “obbligato”.
En este análisis tampoco podemos pasar por desapercibido, como lo sugiere el maestro Salazar, de que la “melodie” francesa cultivada en este mismo período, recibió sin duda alguna una gran influencia de la canción artística alemana. Consideramos que Francia disfrutaba en aquellos tiempos de su propio florecimiento poético son Gautier, Verlaine, Víctor Hugo y Baudelaire, quienes a su vez inspiraron a los célebres músicos como Fauré, Debussy, Gounod, Berliotz y Duparc.
Sin embargo, tal como me lo enseñó mi recordado abuelo músico y compositor: Abraham Vanegas, y que pude constatar al escuchar la música que nos legara el genio musical de Frantz Shubert, quien se destacó inmensamente, confirmándose como uno de los máximos compositores del lieder. Se tiene el antecedente, que en su corta vida, escribió más de 600 canciones, de las cuales cincuenta y nueve se basaron en poemas del inmortal Goethe; por su parte los dos famosos ciclos Die Winterreise y Die Schöne Mülerin fueron basados en poemas de Wilhelm Müller, quien tuvo notable influencia sobre Heine. No obstante, hay quienes señalan que fue Hugo Wolf, el “non plus ultra” de los compositores en este campo, ya que en él, el lied logro el más perfecto balance entre el poema y la parte del piano.
A manera de ejemplo, y a fin de que los lectores noten la belleza del “lieder”, aunque sea en forma escrita, daremos a conocer el magistral que escribiera Schubert sobre un poema de Goethe y que se intitula; Wandrers Nachtlied (Canción Nocturna del vagabundo) En alemán es: Uber allen Gipfeln Ist Ruh, In allen Wipfeln Spürest du Kaum einen Hauch: Die Vöglein schweigen in Wald : Warte nur, walde Ruhest du auch. Traducido al español sería: Todo yace en paz. Los pájaros, los montes. Pronto tú también hallarás la paz.
Esperamos que con este breve artículo, se interesen las radios y por qué no usted lector y ayude a que el patrimonio de la música del “lider”, se divulgue eficazmente en nuestro medio y así podamos escuchar a algunos de sus interpretes tales como: Gerard Souzay; Kart Erb; Elena Gerhardt: Elisabeth Schumann; Lotte Lehmann; Irmgard Seefried; Peters Pears; Dietrich Fischer Diskau; Hermann Prey y otros.