Ingeniero Industrial, Trabajador, Productividad

Es necesario, que el ingeniero industrial se identifique más con su grupo de trabajo, corrija una de sus grandes fallas en su formación, como es, el no saber manejar las herramientas básicas para garantizar interrelaciones armónicas, que sepa motivar, estimular a los trabajadores a cumplir los objetivos establecidos, sin originarles estrés, desarmonía, conflictos; todo lo contrario, proporcionarles toda la ayuda, estímulos necesarios a fin de que estén plenamente identificados con sus responsabilidades, tareas a cumplir.

Es preocupante, como las universidades encargadas de formar, capacitar a estos ingenieros, no les proporcionan ningún conocimiento de crecimiento personal, que les enseñe a manejar adecuadamente el recurso humano bajo su cargo.

Cuando estos se integran a la fuerza laboral y tienen personas bajo su cargo, muchos son rechazados, fracasan por la ausencia de cómo saber gestionar, motivar, dirigir al personal y hacer que estos cumplan con sus labores dentro de un clima organizacional positivo.

Algunos ingenieros, gracias a su personalidad, carácter, conducta, no se ven afectados y pueden, a corto plazo, integrarse cohesivamente con el grupo humano bajo su cargo y cumplir con los índices de gestión de la productividad establecidos.

Otros, un grupo muy significativo, no lo logran y sus interrelaciones de trabajo se hacen dentro de una atmósfera conflictiva, afectando seriamente la cohesión del grupo.

Hay que considerar, que la óptima administración del factor humano tiene singular importancia. Se reafirma que una empresa será buena o mala, dependiendo de la calidad de su gente. Es por ello que, con el objeto de aprovechar al máximo el potencial humano, las empresas desarrollan procesos complejos. Entre otros, la motivación del personal constituye en uno de los factores de especial importancia para el logro de los objetivos empresariales y facilitar el desarrollo del trabajador, la cual ayuda a que se cumpla y se logre una productividad que beneficie a todos.

El ingeniero industrial del presente, debe saber administrar los estímulos, motivación necesaria para mantener siempre un clima organizacional positivo; debe estar consciente de cómo dirige a su gente, y evaluar su integración al grupo, si realmente estos están integrados en su dirección y estilo de gestión.

Considero que las empresas ya no deben gastar un gran capital para garantizar la armonía, productividad de los trabajadores contratando especialistas o consultores externos, quienes generalmente son buenos oradores y hacen uso de determinadas técnicas, orientados principalmente a incidir en el aspecto emocional de la persona, pero que, muchas veces, ignoran realmente cuál es la atmósfera, clima de la empresa, su conducta organizacional.

En caso de ser necesario contratar seminarios, talleres para motivar al trabajador, incentivarlos a ser productivo, se deben solicitar cursos, conocimientos que permitan vencer el miedo a ser participativo, identificarse con la excelencia y calidad, el trabajo en equipo y ser triunfadores, entre otros.

Mucho se lograría, si el ingeniero industrial se propone en trabajar en su crecimiento personal, para proporcionar los conocimientos, motivaciones ayuda a las personas bajo su cargo.

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