¿Ir al cine o ver una película en casa?

Una salida al cine cuesta alrededor de 10 euros -entrada y palomitas incluidas-, mientras que el alquiler de un DVD sale por tres, y comprarlo puede costar entre 6 y 30 euros. Para las diferentes formas de ver cine, el desarrollo de la tecnología ha adecuado al bolsillo del consumidor las grandes pantallas de plasma y el sonido envolvente; un amplio abanico de opciones para la centenaria práctica de «ver una peli». Cine tradicional o en casa… ¿Quién gana la partida?

El cine en el cine

El cine es uno de los principales entretenimientos en España: el 54,7% de las personas decide acudir a las salas al menos una vez al año, según la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). Puede parecer poco, pero en un nuevo milenio, que superó a la ficción de los años 80, cuando las pantallas gigantescas, las teleconferencias y la comunicación a distancia eran sólo parte de una imaginación futurista, la cifra es alentadora. Hoy, a pesar del desarrollo y la llegada de la tecnología del cine al hogar (grandes televisores, sonidos envolventes, calidad de imagen superior) el gasto medio en las salas por espectador en 2.007 se aproximaba a los 7 euros, mientras que en 1.990 era de 2,16 euros.
Esto no significa que la tecnología no sea una competencia implacable para las grandes salas. Los televisores ocupan un tercio del mercado total de la electrónica y la mejora de las pantallas, con nuevos modelos que cuestan entre los 2.500 euros y los 6.000 euros. Hoy un televisor de 32 pulgadas se consigue a partir de 500 euros. Pero más allá del equipamiento, ¿cuánto valen las diferentes formas de ver cine?

Los televisores ocupan un tercio del mercado total de la electrónica, con nuevos modelos que cuestan entre 2.500 euros y 6.000 euros

La «gran pantalla» de verdad se encuentra en las salas de proyección. Y los precios para disfrutarla varían levemente, según diversos factores. En términos generales, el gasto total que realizaría una pareja española que decide acudir al cine es de unos 25 euros aproximadamente, teniendo en cuenta el valor de las entradas, la bebida y alguna golosina o palomitas. Hay diferencias de precios entre una ciudad española y otra, pero el valor medio de una entrada en una sala de exhibición entre semana es de 5,22 euros. Los fines de semana y festivos esta media se eleva a 5,53 euros, mientras que los días del espectador -que hay en casi todas las ciudades, generalmente miércoles o jueves- desciende a 4,36 euros. Las diferencias de precio citadas, sin embargo, no son sólo entre ciudades o regiones: incluso en una misma ciudad se pueden encontrar importantes variaciones.

Si la decisión del asistente al cine está tomada, ya sea en pareja, sólo o con amigos, hay que tener en cuenta que las entradas también se venden anticipadas en las salas más importantes. Las compras se pueden realizar vía telefónica u on line, y en estos casos suponen una comisión adicional de 0,65 euros, y la forma de pago es mediante tarjeta.

El cine en casa

En otras ocasiones, los españoles eligen quedarse en casa, pero sin renunciar a disfrutar del cine que les gusta. Para estos casos, se cuenta con equipos de sonido de buena calidad de imagen y sonido, y con DVD obtenidos a través de la compra o el alquiler. Comprar un DVD ocasiona un gasto de entre 12 euros y 30 euros, pero también pueden conseguirse ofertas de entre 6 y 8 euros. Los estrenos cinematográficos ocupan el primer lugar en cuanto a su alto coste.

Comprar un DVD ocasiona un gasto de entre 12 euros y 30 euros, pero también pueden conseguirse ofertas de entre 6 y 8 euros

El alquiler del DVD es una alternativa válida para quienes desean ver una película, pero no están dispuestos a comprarla. Genera un gasto de 2,50 euros aproximadamente, y hay muchas promociones, un recurso que puede ser aprovechado por los consumidores. Por ejemplo, en la mayoría de videoclubs los miércoles alquilando dos películas se paga un sólo DVD, mientras que los sábados si se alquilan tres se abonan sólo dos, con la posibilidad de conservarlos hasta el lunes.

Internet para alquilar o comprar

El DVD alquilado o comprado de forma personalizada en una tienda ya no es el único medio de adquirir películas. Con las nuevas tecnologías se puede hacer el pedido desde el hogar por Internet, pagando el gasto de envío -de un euro aproximadamente, contra reembolso o por cuenta bancaria-, y el pedido se recibe a domicilio. La Red ofrece otras variantes; en los denominados «videoclubs on line» el cliente adquiere el derecho a ver una película en el ordenador, bajo diferentes modalidades:

· El alquiler con derecho a ver tres veces la película durante tres meses desde la primera visualización: 1,50 euros.
· El alquiler con derecho ilimitado durante una semana: 1,50 euros.
· La compra, en la que no hay límite de tiempo ni de veces de visionado, pero con un máximo de tres equipos desde los que se puede acceder a la película: 4,50 euros.

DVD ilegales

Pero las nuevas tecnologías favorecen también prácticas ilegales, como la piratería, que ha generado que se compren y alquilen menos películas que antes. Hoy rara es la ocasión en que, al día siguiente del estreno de un título, no sea posible conseguir en la calle una copia filmada en el propio cine por un mínimo de 4 euros y un máximo de 10 euros. Eso sí, se «disfrutará» de una película grabada con un sonido ambiente molesto, el que capta la cámara de vídeo de mano con la que se realiza la filmación de manera ilegal.

El número de personas que utiliza vías ilegales para ver cine aumenta día a día, y el descenso de ventas de películas originales y de alquiler de DVD es una realidad. Según un estudio de la consultora GFK, el 43% de los españoles afirma haber usado métodos ilegales para ver películas. El 27% manifiesta además que se descarga estos archivos por Internet, mientras que el 25% adquiere productos cinematográficos piratas. En suma, según este estudio, el español medio asegura que los formatos originales son muy caros.

LAS PREFERENCIAS DE LOS ESPAÑOLES

Más de la mitad de los españoles considera «mediocre o poco interesante» el cine español, y manifiesta preferencia por el cine norteamericano. Así lo indica el análisis sociológico efectuado por el Instituto de Pensamiento Estratégico de la Universidad Complutense de Madrid, a partir de una encuesta de Sigma Dos sobre una muestra de 1.500 personas. De acuerdo con esta investigación, el cine del que más disfruta el 66% de los españoles es el norteamericano; el 43% de los encuestados arguye que la temática española de las películas es «lo que no les gusta»; mientras que el 30% aduce «otras razones» para no asistir a las salas cinematográficas.

Sea para ver un film nacional o uno extranjero, ir al cine se relaciona con una salida en pareja y sólo en contadas ocasiones con amigos. Sin embargo, cada vez son más los españoles solteros, en su mayoría mujeres, que eligen ver una película frente a otras propuestas culturales. Así lo confirma una encuesta del portal March.com, realizada entre más de 800 usuarios, donde se indica que al 49% de los solteros les gusta el cine y además, en pantalla grande.

Fuente: http://www.consumer.es/web/es/economia_domestica/sociedad-y-consumo/2009/07/05/186434.php