‘Know How’: el ADN de las franquicias

El ‘Know-How’ es, sin duda, el ADN de la franquicia. Supone todo el conjunto de experiencias y procedimientos que han sido adquiridos por un empresario en la explotación de su negocio y que le han permitido alcanzar un cierto éxito pasan a formar parte del negocio franquiciado.

El término ‘Know How’, ha sido adoptado por todo el mundo con el mismo significado. En franquicias, es la parte fundamental del acuerdo entre franquiciador y franquiciado, que coloca a este último, en disposición de explotar su negocio con las ventajas y experiencias, adquiridas por el primero, a lo largo de los años.

Este concepto, se describe dentro de los contratos y los manuales de las franquicias y su forma de transmitirlo es esencial, ya que le facilita al franquiciado, la posibilidad de entrar en un negocio sin experiencia previa y con conocimientos limitados.

En momentos de recesión y turbulencias económicas como los actuales, la condición necesaria para que se sostenga una empresa operante en franquicia, es que haya elementos claros, importantes e insustituibles transmitidos por el franquiciador. Si esto no se produce, la franquicia no funciona.

El conocimiento del ‘Know How’ debe estar conformado de experiencias positivas y negativas; es decir, el conocimiento de los éxitos es importante, pero más lo es, el conocimiento de los fracasos. Esto implica la transmisión de un aprendizaje de conductas o actividades, que no se deben hacer para el buen desarrollo de un negocio.

Por ello, el ‘Know How’ no lo debe realizar ninguna empresa externa; es la propia franquicia la que debe ponerlo en marcha, puesto que nadie mejor que ella, valora las experiencias positivas y negativas y las puede transmitir a través de sí misma.

Además, este concepto incide en su valor comercial. Si el negocio a franquiciar tiene unas buenas referencias y un buen desarrollo de la marca, su atractivo será mayor, lo que se traducirá en su rentabilidad.

Este concepto, debe adecuarse a los avances comerciales y tecnológicos y se obliga a tener en cuenta las distintas características geográficas, demográficas o culturales del lugar, donde se va a desarrollar la franquicia. Por ello, debe ser constantemente renovado y perfeccionado, introduciendo las innovaciones que vayan apareciendo, incluso, las aportadas por los propios franquiciados.

El contrato de franquicia es un sistema de expansión comercial y el ‘Know How’ es la forma de llevar adelante ese crecimiento; por lo tanto, si en el contrato o en los manuales o en los entrenamientos iniciales no existe ese ‘Know How’ o no lo difunden correctamente, el contrato estará incompleto y la cadena se debilitará o desaparecerá rápidamente.

Entre las características que tiene que tener en cuenta un ‘Know How’, incide su funcionalidad. Este concepto debe ser práctico, útil, funcional y beneficioso para el negocio. Debe ser un punto de referencia para actuar bajo cualquier circunstancia; además, tiene que ser original. Otro hecho importante es que sea específico, que el conjunto de técnicas sean individualizadas e identificadas de forma concreta para cada caso que se presente.

El hecho de que en el mismo incluya una información importante para la venta de los productos o la prestación de los servicios, para la presentación de los productos, las relaciones con la clientela y, en general, la gestión operativa y administrativa, es una ayuda importantísima para orientar a los franquiciados, por lo que debe ser sustancial.

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