La Autoestima en el trabajo

La gerencia debe estar atenta de que en el entorno del trabajo se den estímulos que garanticen una autoestima alta, motivando a las personas a identificarse plenamente con su rol, responsabilidades, de mantener una autoestima alta.

Considérese, que la autoestima es la fuerza innata que impulsa al organismo hacia la vida, hacia la ejecución armónica de todas sus funciones y hacia su desarrollo» según Yagosesky, R. (1997, 5).

La gerencia debe saber, que las personas que están laborando en la empresa desean realmente:

• Ser actores principales.
• Autodeterminación.
• Tener control sobre el propio destino.
• Decidir sobre sus propias acciones.
• Poder planificar, hacer, lograr.
• Poder tener éxito.
• Que les guste la responsabilidad o, por lo menos, que puedan asumirla de buen grado, sobre todo la responsabilidad sobre sí mismas.
• Ser activas en lugar de pasivas.
• Ser personas en lugar de cosas.
• Experimentar que su propio yo, es el origen de sus decisiones. Autonomía.
• Iniciativa.
• Capacidad de respuesta.
• Que los demás reconozcan con justicia sus aptitudes.

Debe la gerencia garantizar un buen clima organizacional con un liderazgo que maneje adecuadamente el alcance, ventajas, repercusiones positivas, que lega el “coaching” antológico, evitar que en sus interrelaciones se manifieste el descontento el mal trato, el irrespeto a la dignidad humana. Tomar muy en cuenta, como otros han escrito, ante las preguntas que algunos se hacen con respecto, por ejemplo, a: ¿cómo no se va a sentir insultado un ser humano, si se le trata como una pieza intercambiable, como un simple engranaje de una máquina, como un accesorio más de una línea de montaje, (y con menos valor que una buena máquina)? No hay forma más razonable, comprensible y humana de responder a esta profunda amputación de las posibilidades de crecer que el enfado, el resentimiento, la lucha por salir de esta situación.

Se indica, que si preguntamos a directivos, jefes o profesores, qué harían ellos en una situación similar, es decir, cómo se sentirían si se encontraran en una posición donde no fueran tratados como seres humanos, donde no se los conociera por su nombre, sino por su número u otra clase de etiqueta, donde no fueran tratados como personas con unas cualidades propias sino como piezas intercambiables, su respuesta suele dar a entender que no les molestaría, que se esforzarían al máximo para salir de esa situación. Es decir, buscarían alguna clase de promoción. Verían esta clase de trabajo como un medio para lograr un fin.

Pero lo cierto es, que uno puede evitar que se llegue a esto, cuando se tiene una plena identificación de lo que representa saber manejar adecuadamente, los estímulos que generan una autoestima alta.

Muchos gerentes han descuidado la manera de cómo interrelacionarse positivamente en pro de una productividad que favorezca a la empresa, sin afectar la autoestima de los trabajadores. La causa es el desconocimiento del trato humano, lo que realmente representa la motivación, lo que encierra la autoestima.

Esto se refleja más, porque en su formación profesional no se les da los conocimientos básicos que el desarrollo personal requiere, para manejar adecuadamente las interrelaciones humanas

Lo cierto es, que es necesario no descuidar las motivaciones requeridas para mantener una atmósfera positiva en pro de la autoestima.

Considérese, como lo comenta Néstor Rivera, que tener estima a uno mismo es muy importante, porque el amor es el motor de la vida y el amor a uno mismo es una pieza fundamental, es la chispa que impulsa a la persona, no sólo a vivir por vivir, sino a disfrutar de la vida que, aunque tenga altos y bajos, todos los acontecimientos que esta nos ofrece, tiene su lado bueno y hay que sacarle el mejor provecho.

Una persona con una baja valoración de ella misma, experimenta ansiedad a la hora de adoptar decisiones. No así, alguien que tiene una buena valoración de ella misma, porque está consciente que en la vida va a cometer errores, que va experimentar el fracaso, pero no le teme a la frustración que pueda experimentar, pues confía en ella y sabe que por lo que ella es y tiene, puede superarlos y salir de ellos; llevando a esta persona a poder concebir y adoptar decisiones sin miedo a equivocarse, a arriesgarse por la vida para poder dar más de lo que ella tiene ahora.

«La aceptación activa va reforzando la autoestima, la cual no es más que el valor que el individuo se atribuye a si mismo» (Santos, 1993, p.20).

Es importante también tener presente, que el individuo es único e irrepetible, y que a partir de esto debe la persona de valorarse y aceptarse tal cual es. Al reconocer la persona quien es; es decir, con defectos y cualidades esta puede ser autocrítica y saber que no es perfecta y que comete errores y a partir de esto poder cambiar para bien.

Según Santos, (1993), en su libro esfuérzate y se afirmativo, expone la Pirámide de Gestión Personal, (PGP), la cual nos ayuda a poder planificar y estar alerta a cualquier situación que se nos presente en nuestra vida, dicha pirámide tiene en su base, es decir, donde se sostiene lo demás, el enfoque personal, ya que la persona no puede dar lo que no tiene, entonces debe empezar por ser una persona que sabe que no es más ni menos que nadie, que confía en ella sabiendo sus fortalezas y limitaciones; para poder pasar al siguiente escalón, el tipo de gestión interpersonal, que puede confiar en los demás, ya que es una persona asertiva, es decir, que es capaz de exponer sus deseos, necesidades, pensamientos sin dañar los de los demás; y finalmente, el tipo de gestión integral, que lo logra siendo una persona afirmativa, la que es capaz de nadar contracorriente, claro siendo siempre asertiva, y no darse por vencida por cualquier obstáculo, la que es positiva en el presente y ve con optimismo el futuro.

De acuerdo a Yagosesky, R. (1997,19), «Nuestro sentido de valor personal y de confianza en las propias capacidades pueden verse afectadas y hacernos creer que vivimos a merced de las contingencias».

Nuestra fe en nosotros mismos es probada en los problemas y es en donde se hace fundamental poseer este amor, ya es el que nos ayuda a superar los obstáculos que la vida nos presenta.

Definitivamente, tal como destaca Rivera, mejorar los niveles de autoestima de los empleados en una empresa, fomenta un mayor desempeño laboral, mejorando la eficiencia y las utilidades de la empresa. La importancia al aumentar el desempeño laboral, merece la atención por parte de la empresa para brindar los recursos necesarios con enfoque al desarrollo del empleado, en toda la estructura de la empresa.

El resultado eficaz requiere planear, organizar, continuar, dirigir y mejorar un programa integral que considere las necesidades concretas de la empresa, desarrollando talleres, seminarios, concursos e incluyendo un eficiente sistema informativo con temas especiales en boletines o periódico.

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