La depresión, una crisis global

En 20 años, la depresión se convertirá en la enfermedad que más padecerán los seres humanos, superando al cáncer y los trastornos cardiovasculares, afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Según la organización, este trastorno mental será el mayor problema de salud para las sociedades, tanto económica como socialmente.

Y sin embargo, agrega la OMS, la mayoría de los países en desarrollo actualmente sólo gastan menos de 2% de sus presupuestos nacionales en servicios de salud mental.

La advertencia fue hecha durante la primer Cumbre Global de Salud Mental que se lleva a cabo en Atenas, Grecia.

Durante la reunión de cinco días se espera debatir lo que los organizadores llaman la crisis en los servicios de salud mental en el mundo.

Según la OMS, actualmente más de 450 millones de personas están directamente afectadas por algún trastorno o discapacidad mental, y la mayoría de éstas viven en los países en desarrollo.

«Las cifras de la organización muestran claramente la magnitud del problema y sus probabilidades de que sea cada vez más grande» dijo a la BBC el doctor Shekhar Saxena, del Departamento de Salud Mental de la OMS.

«Tanto es así que en 2030 la depresión será, entre todos los trastornos de salud, el que causará la mayor carga de salud», agrega.

Cuando se habla de «carga», explica el experto, se considera la medida de años perdidos de vida debido a una muerte temprana o a una discapacidad severa causadas por una determinada enfermedad, que en este caso es la depresión.

Epidemia silenciosa

El doctor Saxena afirma que la depresión actualmente es mucho más común que otras enfermedades más temidas, como el VIH-Sida o cáncer.
Y sin embargo, agrega el experto, la depresión es uno de esos temas de los que la gente no suele hablar mucho, sobre todo cuando la persona es la afectada.

«La llamamos la epidemia silenciosa porque a menudo pasa sin ser reconocida» dice el psiquiatra de la OMS.

«Pero siempre ha estado presente y es probable que aumente en términos de proporción mientras otras enfermedades disminuyen».

Esta creciente carga de salud será un problema particularmente grave para los países en desarrollo que cuentan con menos recursos para servicios de salud mental.

«Tenemos cifras que muestran que los países más pobres en realidad tienen más depresión comparados con los países ricos», explica el doctor Saxena.

«E incluso la gente pobre en los países ricos tiene una incidencia de depresión más alta que las personas más ricas en esos mismos países».

Más pobres, más deprimidos

Las cifras de la OMS muestran que los países de altos ingresos destinan 200 veces más recursos a su salud mental que los de bajos ingresos.

Y como cerca de la mitad de los trastornos mentales comienzan antes de que la persona cumpla 14 años, los expertos subrayan la importancia de disponer servicios de salud durante la infancia.

Sin embargo, los países de bajos y medianos ingresos tiene sólo un psiquiatra infantil por cada 1 a 4 millones de personas.

Los estudios de la OMS muestran que cerca de 800.000 personas se suicidan cada año y 86% de éstas viven en países de bajos y medianos ingresos.

Y más del 50% de estas personas, dice la organización, tienen entre 15 y 44 años.
Pero las pérdidas no son sólo importantes en términos sociales, porque las enfermedades mentales también tienen un enorme impacto en la productividad de un país.

Expertos britanicos del King’s College en Londres han calculado en términos financieros cuál es la carga de una persona con depresión para una sociedad.

«Parte de esta carga es por la pérdida de productividad, porque una persona con depresión grave tienen muy pocas posibilidades de estar empleada o mantenerse empleada» afirma el profesor Martin Prince, experto en epidemiología psiquiátrica del King’s College de Londres.

«Pero también se incluyen los costos de los beneficios de incapacidad o desempleo, particularmente en países desarrollados» dice el experto.

«Estos costos combinados suman unos US$ 19.000 millones al año o cerca de 1% del PIB, así que es una suma extraordinariamente grande» agrega.

Con las perspectivas de que aumente la carga de las enfermedades mentales y continúe incrementándose en los próximos años, es urgente que cambie la actitud de la sociedad hacia las enfermedades mentales.

«La depresión es una enfermedad tan real como cualquier otro trastorno físico que hace sufrir a la gente» expresa el doctor Saxena.

«Y la persona afectada tiene el derecho de obtener asesoría y tratamientos correctos en el mismo entorno de salud que se ofrece a los que padecen otras enfermedades», agrega el experto.

Fuente: http://salud.latam.msn.com/articulo_bbc.aspx?cp-documentid=21465881