La Divina Pastora… más que una devoción, muestra de amor

Son muchas las historias que, durante más de 100 años, se han escuchado en torno a los milagros y favores concedidos por la Divina Pastora. Se dice que los tres principales y primeros milagros de la virgen, marcaron el camino que estaría seguido hasta nuestros días.

El primer milagro, en 1.736, año en que el párroco de la población de Santa Rosa le encomendó a un escultor, que le hiciera una imagen de la Inmaculada Concepción. Sin saber por qué, la figura que llegó al pueblo fue la de la Divina Pastora y aunque el sacerdote quiso devolverla, no pudieron, pues fueron incapaces de cargar el cajón en donde venía la estatua que, inexplicablemente, se puso pesada. El pueblo entero dedujo que este extraño hecho indicaba, que la efigie religiosa deseaba quedarse en Santa Rosa. En 1.812 un segundo hecho curioso se produjo con la Divina Pastora, pues un terremoto con epicentro en la población de El Tocuyo, repercutió sobre Santa Rosa, destruyendo por completo su templo religioso. Lo extraño del hecho es, que quedaron sólo escombros del templo, y al ver la imagen de la Virgen, ésta se encontraba intacta y no había sufrido ni un rasguño. Además de estas historias, en el siglo XIX ocurrió otro hecho fantástico, que consolidó a esta venerable imagen como la Patrona de los Barquisimetanos.

En el año1.855 hubo una epidemia de cólera que afectó a Venezuela. Una gran cantidad de familias de Barquisimeto sufrió graves consecuencias por este mal y, ya desesperados, le imploraron a esta imagen religiosa que los ayudara.

Se cuenta que el sacerdote, José Macario Yépez, párroco de la Iglesia de la Concepción, se ofreció ante la Virgen, a ser la última víctima de la enfermedad.

Algunas historias dicen que, seis meses después del ofrecimiento, el sacerdote murió y la epidemia abandonó la ciudad; otras, indican que el mismo día de la petición cesó la epidemia.

El estado Lara se vistió de fiesta, durante los días en que se celebró recientemente la visita 152º de la Divina Pastora. Fachadas de colores coloniales, calles adornadas con adoquines, espacios llenos de cielo, un atractivo inconfundible, serenatas y vigilias sirvieron para darle la bienvenida a propios y extraños a la casa de la Divina Pastora. Las autoridades, representantes y vecinos de los municipios Palavecino e Iribarren, se prepararon durante meses para recibir a miles de feligreses, que se trasladaron a la población para pagar promesas, asistir a las misas y acompañar a la Santa Patrona de los larenses, en los 7,5 Kms de recorrido, que la llevó hasta la Catedral de Barquisimeto, donde fue recibida por el prestigioso y reconocido Director de Orquestas, Gustavo Adolfo Dudamel, autoridades eclesiásticas, gubernamentales y una gran multitud de fieles y devotos. Turistas llegados de España, Alemania, Francia, Colombia, Ecuador y Perú, acudieron a la convocatoria mariana, considerada la procesión más grande de América Latina, ya que la de la Virgen de Guadalupe en México, es una concentración.

La Pastora recorrerá durante 60 días, las diferentes parroquias de la ciudad, visitará los municipios y finalmente regresará a su Santuario, el próximo 15 de marzo.

Poema a la Divina Pastora

Hermosa Virgen de Cabellos de Oro,
a quien el hombre en su dolor implora.
Tú eres el cielo sin igual tesoro,
y dulce aliento del que triste llora.
El infeliz que cruza sollozando,
su sendero de espinas y de abrojos,
en tus consuelos plácidos confiando,
fija en ti, Virgen, sus nublados ojos.
Por eso el pueblo que venera tanto,
tu imagen sin igual, encantadora,
henchido de esperanza y amor santo,
se arrodilla ante ti, bella Pastora.
Derrama, pues, tus bendiciones,
Tú que puedes todo, Virgen pura,
mientras se oyen las santas oraciones,
que nuestros labios para ti murmuran.

Nota: El Poema a la Divina Pastora, ya cumplió un siglo de haber sido escrito. Sociedad de la Divina Pastora.

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