La economía de Venezuela es muy simple

La estructura económica en Venezuela, evidencia un país donde cerca del 60% del PIB, está relacionado directa o indirectamente con el petróleo, donde el sector público contribuye con el 30% del PIB y donde el 94% de las exportaciones de este país corresponden a este producto.

Dicho sin eufemismos: somos un país parasitario en trabajo. Sí, dejando de lado la simplificación marxista de que el valor es producido sólo por el trabajo, tenemos en cuenta que en la formación del valor interviene la capacidad científica, tecnológica y organizativa, que importamos dando muy poco en retribución, la diferencia es aún mayor, cuando un venezolano formado en el país gracias a esa renta que recibimos del exterior, se queda en el exterior, contribuyendo al desarrollo de otro país que se ahorra su formación, o cuando científicos venezolanos hacen, gracias a las facilidades que se les dan, una contribución científica que beneficia más a otros países que al nuestro, o cuando un empresario que ha acumulado dinero en el país, lo envía al exterior, esto puede considerarse, desde un punto de vista internacional, desapasionado y objetivo, como una pequeña compensación de aquella continua asimetría en el intercambio. Es duro, pero esencial, reconocer esta verdad.

El otro punto básico de nuestra economía, es que esa renta petrolera entra exclusivamente al gobierno y en forma de divisas, es decir, de capacidad de importar.

El dueño del recurso petrolero sería el pueblo de la nación y el producto obtenido por él debe ser administrado por el gobierno que lo representa. Desde la nacionalización se ha discutido y peleado por decidir si una parte de esa renta, le corresponde distribuirla a la empresa que lo extrae. Ésta, gracias a su eficiente organización y superior conocimiento, se independizó mucho del estado accionista y se convirtió en un nuevo centro de reparto. En el 2003 el estado controló la empresa a costa de reducir su eficiencia. Con el tiempo puede que se independice otra vez. Es una tendencia de la gerencia de toda gran empresa.

En la práctica, la administración de todos nuestros gobiernos ha sido un reparto de la renta petrolera misma y de los impuestos al trabajo nacional privado, cuyo mantenimiento, depende fuertemente de la capacidad de importar y de las subvenciones directas e indirectas generadas por aquella renta. Esto ha dado un poder extraordinario al gobierno y una gran intensidad a la lucha para entrar en él (y antes en PDVSA), es decir, para entrar lo más alto posible en la pirámide de repartidores.

Por otra parte el informe que publicó el Banco Central de Venezuela, el pasado jueves 20 de agosto, revela que la economía venezolana, para el segundo trimestre no está en recesión, pero sí está en una delicada situación, tal vez más grave de lo que se piensa. Las inconsistencias y sorpresas de las cifras generan seria desconfianza y, a pesar del burdo maquillaje que le habrían puesto, no pudieron evitar que develara el debilitamiento de la economía. Como se puede ver el PIB del II trimestre 2009 tuvo una contracción de -2,4% y en promedio con respecto al I trimestre 0,3%, el I semestre tuvo una contracción de 1%, al analizar estos datos podemos concluir que tras los 22 trimestre consecutivos que se había obtenido no se aprovechó para nada, ya que no se vislumbra en desarrollo de infraestructura de gran impacto para la colectividad.

Un sector de mucha preocupación es el manufacturero, el cual tuvo una contracción de – 8,5% de lo cual se desglosa lo siguiente: 1.- Industria alimenticia: -6,3%; 2.- Fabricación de sustancia y productos químicos: -12,9%; 3.- Edición e impresión: – 14.1%; 4.- Productos minerales no metálicos: -33,3%; 5.- Fabricación de papel y sus productos: -4,5%; 6.- Productos elaborados de cauchos y plásticos: -21,4% y 7.- fabricación de metales comunes: -30, 1% (BCV).

La balanza de pago registra un déficit de 13766 MM $ ya que en el primer trimestre hubo un déficit de 15261 MM $ y en el II trimestre un superávit de 1495 MM $, y la inflación para el pasado mes de agosto cerró en 15,1%.

El desempleo se ubicó en 8% en agosto, superando en casi un punto la tasa del 2008, lo que ha encendido las alarmas en el gobierno que espera iniciar en breve un plan de emergencia, apuntalado en el aumento del gasto público, para activar la economía que cayó 1% en el primer semestre.

La cartera de créditos de la banca local alcanzó en agosto los 63.746 millones de dólares, según cifras de la firma privada Softline Consultores. En los últimos doce meses los préstamos han crecido 17,4%, lo que representa una desaceleración en comparación con igual período del 2008 cuando se reportó un crecimiento anualizado de 36%.

El costo de la vida en Venezuela, con una economía socialista implementada por el Gobierno, es cuatro veces mayor al del resto de las naciones de América Latina. En lo que va de año la inflación venezolana aumentó 8,9 por ciento.
Durante los primeros cinco meses de 2009 el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), que midió el Banco Central de Venezuela (BCV), estuvo seis puntos porcentuales por encima del indicador de Ecuador, que es el segundo con la variable más alta de la región (2,9 por ciento).
En mayo, la inflación venezolana estuvo muy por encima de la que se registró en las demás naciones del continente. Sólo el mes pasado, la tasa llegó a dos por ciento y alcanzó un acumulado anual de 26,8. Los otros gobiernos tuvieron variaciones que estuvieron entre -0,29 y 0,2 por ciento.
De estos datos podemos preguntarnos: ¿Estará quebrada PDVSA? ¿Qué están produciendo las empresas Básicas del Estado en Guayana y las ferrominera? ¿Qué pasó con el nivel productivo de Invepal, la cual fue nacionalizada y está en manos de los trabajadores? ¿Qué es de la vida productiva de Pequiven?