La educación NO ES la instrucción.

Según Saramago, los maestros son “los auténticos héroes” de este tiempo.

José Saramago, quien dictó en mayo de este año en Alicante una conferencia dentro del ciclo ‘Esclavos del siglo XXI’, organizado por la Caja de Ahorros del Mediterráneo, (CAM), indicó que en el siglo XIX se pensaba que «por cada escuela que se construya, se cerrará una cárcel», sin embargo esto no ha sido así.

A su juicio, «estamos confundiendo cosas complementarias, que son educación e instrucción. Hoy nadie habla de instrucción, sino de educación, lo cual nos llevaría a pensar que vivimos en una sociedad perfectamente educada».

En este sentido, argumentó que la «auténtica educación no es la educación de saber» datos de cultura general, «no se trata de eso» sino de «educación en el sentido del respeto por el otro, de la conciencia de nuestro lugar en la sociedad, de qué es lo que la sociedad tiene derecho de pedirnos, qué es lo que nosotros tenemos la obligación de aportar».

Desde su punto de vista, «el problema es la familia, que no educa, no sabe, no puede, y entonces se transfiere la obligación de la educación para aquellos que sólo pueden instruir». Para el Premio Nobel de Literatura «la escuela no tiene condiciones para educar», de modo que «lo que está pasando en la escuela ahora es la indisciplina, la agresividad, la brutalidad en la relaciones entre estudiantes y maestros».

Por ello, defendió que «los auténticos héroes de nuestro tiempo no son los astronautas ni los pilotos de Fórmula 1, los auténticos héroes de nuestro tiempo son los maestros», que son «humillados, despreciados, agredidos y que al día siguiente vuelven al lugar donde han sido humillados, despreciados y agredidos».

Así, según añadió, «hacen lo que pueden para educar pero no pueden», ya que «la familia dimitió de su obligación», llegando a «una situación como ésta, en la que se ha fundido instrucción y educación, lo que significa haber hecho desaparecer en un cierto punto, por lo menos, las obligaciones educacionales de la sociedad».

De este modo, apuntó que el Ministerio de Educación «hace unos años se llamaba Ministerio de Instrucción Pública, y era mucho más correcto». Entonces «la educación estaba en la familia, incluso de analfabetos, que eran capaces sin instrucción, sin ninguna instrucción, de educar porque la educación se hace en valores». «Es así, creo que es así y creo que la realidad me da la razón», apostilló.

DEMOCRACIA Y EXPLOTACION

Así mismo, Saramago también se refirió a la situación actual de «un mundo a la vez injusto e hipócrita», en el que, «aunque no nos damos cuenta, vivimos mentiras sistemáticas, nos mienten todos los días».

El escritor, que se definió como un «escéptico profesional», aludió a «la manipulación» que se da en todas las esferas y en la que «no hay inocentes y tampoco culpables».

En esta línea, hizo una crítica a las democracias actuales y abogó por una «reinvención» de este sistema político porque, a su modo de ver, la democracia «no pasa, en muchos casos, de ser una fachada que oculta muchas cosas que no tienen nada de democráticas».

A este respecto, según agregó, «ocurre esta cosa trágica» del poder de «la esfera económica y financiera» donde «la voluntad popular no llega», al tiempo que se preguntó si «estamos hablando de ahora o de los de siempre» porque «hay algo que queda siempre igual» en todos los tiempos: «la explotación».

Saramago se mostró partidario de la «reflexión y la crítica» aunque, según reconoció, «no son las palabras las que cambian las cosas, son los hechos». Así, dijo no entender cómo «después de tanta filosofía y tanta revolución se permite que millones y millones y millones de personas se mueran de hambre».

Finalmente, opinó que «lo que deberíamos estar haciendo todos, para que se oyera, es aullar» ante esta situación. A pesar de que su visión sobre las cosas, según dijo, puede tildarse de «apocalíptico o catastrofista», entre apocalíptico e integrado, concluyó: «prefiero ser apocalíptico, integrado no».

Cortesía de http://www.lukor.com/literatura/noticias/portada/06050522.htm