La Era de los TLC

Los Tratados de Libre Comercio, -ya universalmente conocidos con sus siglas TLC- se han convertido en una de las herramientas mas corrientemente utilizadas por los países latinoamericanos para efectos alcanzar niveles superiores de apertura comercial internacional. América Latina en su conjunto está cruzada por diferentes TLC de carácter bilateral o multilateral, que terminan por generar una intrincada red de relaciones comerciales que se suponen van abriendo camino a un comercio internacional en que imperen menores aranceles, pero que constituya al mismo tiempo una situación negociada, monitoreada y controlada por los respectivos Gobiernos. A los dos grandes acuerdos regionales – MERCOSUR y la Comunidad Andina de Naciones- que son en sí un par de TLC, se suma el TLC que a su vez han firmado los países integrantes del MERCOSUR y de la CAN, el TLC que une a México con Colombia y Venezuela, y los múltiples TLC que ha firmado Chile con prácticamente todos los países latinoamericanos. Hace diez o quince años atrás se discutía en América Latina si era conveniente que cada país protagonizará una liberalización unilateral de su comercio exterior, o buscara procesos negociados que llevaran a la rebaja simultanea y compensada de aranceles entre varios países. Hoy en día esa polémica ya ha tocado a su fin, pues cada país ha avanzado en forma unilateral prácticamente todo lo que estaba dispuesto a avanzar, y ya hoy en día las sucesivas reducciones arancelarias y demás formas de liberalización del comercio, sólo tendrán lugar en la medida en que aquello se negocie con otros países, de modo de que cada uno abra y comparta su mercado interno en la misma medida en que otros hagan lo mismo.

La firma de TLCs no tiene lugar, sin embargo, sólo entre países latinoamericanos, sino que también entre algunos de éstos y otros países o grupos de países situados en otros confines de la geografía mundial. Sabido es que México, Chile, Centroamérica y República Dominicana y ahora recientemente Colombia y Perú han firmado respectivos TLCs con Estados Unidos. También Chile ha firmado TLCs con la Unión Europea, con Corea del Sur y con China. El MERCOSUR, a su vez, como bloque ha intentado firmar un TLC con la Unión Europea y en estos momentos, Brasil se encuentra en conversaciones con la India y con Sudáfrica para buscar también la firma de un TLC, en este caso tripartito, que intensifique el comercio entre estas tres naciones emergentes ubicadas en tres continentes diferentes.

Este último proceso de negociación mencionado – Brasil, India, Sudáfrica- es particularmente significativo de dos circunstancias que es importante destacar. Por un lado, el hecho indudable de que Brasil, en la medida que quiera jugar un rol mas activo en la política internacional y, mas aun, concretar su vieja aspiración de lograr un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, necesita de lazos políticos fuertes y permanentes con otros países que tengan roles regionales y aspiraciones políticas similares ubicados en otras partes del mundo, y que el comercio constituye una herramienta fundamental para consolidar esas amistades y esas alianzas. Por otro lado, la búsqueda de ese TLC pone de manifiesto que el MERCOSUR no constituye, para cada uno de los diferentes países que lo componen, una expresión final o una expresión congelada y acabada de la liberalización del comercio que cado uno busca en el plano internacional actual. Muy por el contrario, cada uno busca, individual o grupalmente, nuevos socios comerciales a nivel internacional con los cuales establecer condiciones negociadas y privilegiadas de liberalización comercial, con lo cual el bloque subregional en su conjunto entra en fases sucesivas de mayor competitividad y apertura internacional.