La Escuela de Negocios y su responsabilidad académica de excelencia ante los nuevos retos

“El reto de nuestra época consiste

en crear una población entera de trabajadores

del conocimiento, en lugar de seguir

insistiendo en que sólo una élite

puede tener acceso a él”

Santiago Íñiguez de Onzoño

      Ya llevamos varios meses  del año 2013,  y se debe estar cada vez más consciente de la necesidad  de recuperación  que el sector empresarial venezolano  está afrontando,   además de ser de nuestro interés,  puesto debe contar  con profesionales calificados, preparados para afrontar los retos, más, ante las serias amenazas económicas que pululan por este planeta, sobre todo, en países predominantes por su trayectoria de poderíos como Estados Unidos y la misma Comunidad Económica Europea.

       Cada vez más se vislumbra el rol de la Globalización, competitividad y su incidencia en lo económico, político, social, cultural, educacional, lo que ello involucra, así como las oportunidades que surgen  para quienes se han preparado, pero también, amenazas para los que no le han dado la importancia, relevancia a sus repercusiones.

      Las Escuelas de Negocios, especialmente los postgrados de Administración, deben redefinirse en relación a su responsabilidad académica, proporcionar los conocimientos, herramientas gerenciales, productivas, administrativas, cónsonas a lo que la Globalización exige, y en el caso venezolano a lo que el escenario nacional presenta y demanda.

         Hay que tener en cuenta  como algunos señalan, el compromiso de  formar, educar, investigar y prestar servicios a la comunidad académica y a la sociedad. No olvidar, que  su tarea primordial es brindar educación de alta calidad. Contribuir a la expansión del conocimiento, la difusión de las ideas y la cultura, la integración del país al mundo globalizado a partir de un pensamiento propio, en franca búsqueda del mejoramiento de la condición humana”.

      Urge por tanto, específicamente   para el caso venezolano,  un nuevo estilo gerencial, capaz, no solo de interpretar las características del escenario nacional, sus necesidades, oportunidades, amenazas, sino  las incidencia de las nuevas alianzas suscritas por el  actual Gobierno Bolivariano Revolucionario, su   alcance, todo aquello que sea favorable para la economía del país,  producto interno bruto,  desarrollo empresarial, utilización de la mano de obra y una participación más dinámica en los actuales escenarios comerciales del presente.

     Es necesario por tanto,   que la Escuela Administración  de FACES, de la Universidad de Carabobo,  así como su postgrado en Administración, con sus respectivas menciones, reestructuren sus pensa y los adapten a  las necesidades, comportamiento, de los actuales escenarios comerciales competitivos, de tal forma, que sus egresados cuenten con los conocimientos, herramientas modernas necesarias para aprovechar las oportunidades, transformar las debilidades en fortalezas y garantizar  el que las empresas, organizaciones, tengan una participación favorable, no solamente en la permanencia de los mercados conquistados, sino, en otros nuevos que se pueden alcanzar.

     Se debe dar paso a la colaboración, manejo de las Tic’s  y a   otros métodos de enseñanza y aprendizaje que han surgido  con enfoques prácticos y reflexivos, fortaleciendo con ello que los participantes aporten sus conocimientos, generen nuevas ideas, modelos que favorezcan a todos.

      No se puede seguir anclados en los métodos de enseñanza tradicionales, atados a  los viejos paradigmas, hay que propiciar las transformaciones, cambios que el presente demanda, saber utilizar la creatividad, potencialidad del recurso humano, su capital, talento y todo aquello, que propicie un nuevo estilo gerencial, de dirección empresarial, más proactivo, visionario, estratégico y propiciador de paradigmas que realmente favorezcan a  todos aquellos actores en estos logros.

      Es necesario que los docentes responsables de la formación, desarrollo de los profesionales de la administración, propicien nuevos conocimientos administrativos, modelos, propuestas, acorde a las necesidades que los actuales escenarios requieren.

     No se puede seguir teniendo a docentes que se identifican solamente  en  enseñar  a sus alumnos, conceptos teóricos que resultan de poca utilidad a los directores actuales  de  la empresa de acuerdo a las características, necesidades, de los escenarios comerciales.

  Es muy importante que  quienes estén encargados de la dirección de las escuelas de negocios, de la coordinación de los estudios de postgrado, en el caso venezolano, redefinir cuáles deben ser las competencias, responsabilidades, destrezas, habilidades de los gerentes modernos. Al respecto istmo.mx comenta, que  una de las características más deseables en un profesional o directivo: su espíritu emprendedor, la capacidad de innovar, la aptitud de convertir ideas nuevas en proyectos y negocios, la magia de superar lo que la ciencia administrativa considera posible; es decir, alguien capaz de transformar cada desafío en oportunidades. Su más excelsa cualidad es, descubrir posibilidades de negocios donde otros sólo ven confusión y señales de alarma.

      Definitivamente, consideremos como lo cita  elconfidencial.com, que estamos obligados a renovar conocimientos y a actualizar las habilidades que poseemos, revalidando lo que se estudió en la universidad, y más aún ahora que la edad de jubilación se va a retrasar. La formación continuada no sólo será útil a quienes decidan reactualizar sus saberes, sino que acabará generando beneficios sociales a los países que la promuevan. “Gran parte de la crisis, del creciente desempleo y de la falta de innovación en España, tiene que ver con que no se invierte en desarrollo del talento y en este tipo de formación”.

       Lo cierto es, que en este entorno cambiante, la escuela de negocios, como la  ya citada, deben sus autoridades  saber, que  desde  hace tiempo ya  dejaron de ser simples centros de formación especializados para convertirse en los modelos educativos por excelencia, ya que el futuro pasa por extender a otras áreas de la enseñanza las orientaciones, la metodología y los contenidos que las ‘business schools’ están utilizando. Según Íñiguez de Onzoño, “las escuelas de negocios han sido los rompehielos de la educación superior por su enfoque pragmático y sus metodologías interactivas, pero también por el perfil de su profesorado y por su sistema de selección y desarrollo de los alumnos”.

       En lo personal, considero que están dadas las oportunidades para que las escuelas de negocios aporten una nueva capacitación, formación de gerentes capaces de afrontar los retos y, sobre todo, saber aprovechar las oportunidades que constantemente se dan.

(*) Docente de Postgrado FACES, Exatec, Egade

Web: www.carmorvane.com