La Gerencia de Recursos Humanos vs. Gestión del Capital Humano (Parte III y Última)

>La Gestión el Capital Humano en busca de un verdadero espacio en Venezuela

Existen muchas explicaciones, enfoques, ideas económicas o no, acerca de lo qué es el capital humano (CH), como uno de los aspectos que estudia la gestión y valor de las personas en una organización y empresa. Es frecuente relacionar el capital humano a personas de una organización, o suponerlo como un recurso de la organización, utilizando el concepto usual de recursos humanos cuando la realidad es otra.

Es lógico que, a la hora de describirse al capital humano, es imposible apartar a la persona de las cualidades innatas, características, capacidades, talento, creatividad e innovación, como algo propio que tiene el ser; es decir, sólo basta la motivación y que ellos mismos sean sus líderes en sus diferentes actividades, para que se cumpla exitosamente la misión de la organización y, aún más, cuando la gente se involucra en todo el proceso de tomas de decisiones, su opinión tiene importancia a la hora de diseñar nuevas políticas estratégicas.

En nuestra opinión, existen dos visiones muy particulares sobre la concepción de diseñar la estructura organizacional: una, en términos económicos, y otra, con un enfoque humanista–administrativo. El primer enfoque plantea la utilización de la categoría del capital humano, lo define como las cualidades y características de las personas de una organización; o sea, su aspecto intangible; por ejemplo: formación, educación, escolarización, conocimiento, información, motivación, trabajo. El segundo enfoque plantea, que las personas son un recurso tangible en la organización, porque su valor va a depender del conocimiento y las habilidades que éste posea; es decir, el hombre es sólo un recurso como lo son: cantidad, salario, contratación y jubilación.

En los países industrializados, este concepto tuvo gran receptividad, producto de que muchas organizaciones entendieron, que para crecer y expandirse, necesitaban contar con los mejores; esto sólo se logró reorientando y sustituyendo el concepto del trabajo, la producción y las nuevas exigencia propia del mundo de los negocios.

El denominado capital humano jugó una importancia, porque se logró cambiar la concepción que se tuvo, que el hombre era sólo un recurso tangible, por una nueva concepción donde la gente es parte de la organización y su valor reside en el conocimiento y las habilidades que éste tiene. Esta nueva forma de entender, que en la medida que invertimos en entrenamiento, tecnología y comunicación, el valor de la gente cambia. En el ámbito del trabajo, lo único seguro es la necesidad de ser flexible e irse adaptando a nuevas realidades, porque ni los oficios aprendidos en el trabajo, ni los títulos profesionales, aseguran empleabilidad, en este nuevo orden donde el conocimiento es el gran atributo que tienen las personas.

En el caso venezolano, este concepto del capital humano es novedoso, a pesar de su “vieja data”. Son las grandes organizaciones de producción y servicios, las que mayoritariamente han tomado esta concepción, para categorizar a las personas y darle a entender la importancia que tienen ellos por su conocimiento.

Finalmente, hasta el siglo XIX, la inversión sistemática en capital humano no era importante en ningún país del mundo y menos en Venezuela. Los diferentes gobiernos apenas invertían en salud, educación y la formación era algo necesario, pero no prioritario. Con el devenir de los años, la revolución científica pone en primer orden de necesidades básicas para el hombre: la educación, la formación y las habilidades serian factores estratégicos para la productividad de las personas.

Es a partir de el siglo XX, específicamente la década de los años cincuenta, que se considera la era del capital humano en los países desarrollados, en Venezuela este enfoque llega de manera tardía y aún anda en busca de un verdadero espacio. Para Gary Becker: “los éxitos económicos de los países asiáticos, no se explicarían sin una base de fuerza laboral bien formada, educada, trabajadora y políticamente ordenada. El recurso más valioso para esos países, fueron los cerebros de sus habitantes”.

Para nosotros, y en especial en nuestro caso, diríamos que el tiempo no da tiempo.

Contamos con las personas talentosas y líderes suficientes entre esa gente para apuntalar la gestión del capital humano en Venezuela.

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