La importancia de estar atento en las repercusiones del Outsourcing

«Nadie debería ser nombrado para una posición directiva
si su visión se enfoca sobre las debilidades,
en vez de sobre las fortalezas de las personas».

Peter Drucker

Resumen

Hemos comentado en otras oportunidades, que el Outsourcing se puede definir como, contratar o delegar a largo plazo uno o más procesos no críticos para nuestra organización, a un proveedor de ese servicio más especializado que nosotros, para lograr una mayor efectividad en nuestros esfuerzos para alcanzar objetivos y cumplimiento de la misión. El Outsourcing se destaca en proporcionar toda una serie de servicios especializados en cada área que se considere relevante para la organización, teniendo como objetivo convertir dichas áreas en centros realmente productivos: mayor beneficio al menor costo.

Lo importante, es que la gerencia y todos aquellos que de alguna manera quieran hacer uso del outsourcing, tengan muy claro sus repercusiones, que es el objetivo de este escrito.

Repercusiones

La primera barrera y la más importante, es la que se deriva del concepto mismo de Outsourcing. Consideremos que, por definición, Outsourcing significa entregar a terceros, actividades que no son parte medular de un negocio y que la empresa viene ejecutando con recursos propios. (Financieros, humanos y materiales).

Para que una empresa pueda maximizar los beneficios del Outsourcing, debe seleccionar aquellos suplidores con experiencia demostrada en el área, que se desea traspasar, de manera que sean capaces de desarrollar la actividad de una manera más eficiente, más allá de esto, se puede decir que aún en actividades medulares, si otros lo hacen en forma más eficiente, se justifica el Outsourcing.

En este sentido, las ventajas competitivas de la empresa suplida de la actividad en Outsourcing, son transferidas a la empresa contratante; además de este beneficio, a todas lucen fundamentales para mantener la competitividad de nuestro sector empresarial, el Outsourcing crea valor en el país, incrementa y promueve la participación de inversionistas privados y permite concentrar la inversión propia de las empresas, en las actividades de mayor rentabilidad para la cooperación, asegurándose la ejecución de su plan de negocios.

Los beneficios son evidentes, pero existe una falla de mercado, la cual es, que en Venezuela no existen empresas cuya experticia de negocios sean las actividades que está ofreciendo el Outsourcing, esto como consecuencia, que en el país no se han dado las condiciones, para el fomento del aprendizaje y el desarrollo de empresas en las diversas áreas de operación. En consecuencia, el primer obstáculo a vencer, es la falla de mercado por inexistencias de empresas nacionales especializadas. Esto implica buscar fórmulas para que se vayan generando empresas, donde la clave podría ser la formación de alianzas entre las empresas especializadas.

Por lo general, se mencionan la capacidad financiera y el dominio tecnológico, como los principales obstáculos para la participación de las empresas nacionales en las oportunidades del Outsourcing. Con esto se clasificaron los problemas básicos los cuales son: tamaño del proyecto, tecnología, capital y financiamiento, garantías, tamaño de mercado y capacidad de las empresas para tomar riesgos con el capital privado nacional. Esto último, se refiere a que el riesgo es mayor, en la medida en que una falla en la operación de la actividad, impacte de manera inmediata las operaciones de la empresa.

Hay que destacar que muchas empresas, al aplicar Outsourcing, se les presentan diversas situaciones:

 INESTABILIDAD EN EL APROVISIONAMIENTO: en determinados procesos de tercerización se puede encontrar inestabilidad del suministro, que se manifiesta en incumplimientos de los plazos para la prestación de los servicios o entrega de los bienes por parte de los proveedores, deficiencias de calidad, cambios de precios, etc.

 APERTURA Y EXPOSICIÓN DE LA EMPRESA A TERCEROS: aunque las tercerizadas no sean actividades centrales del negocio sino de soporte, una apertura hacia terceros puede resultar peligrosa. Puede perderse confidencialidad o simplemente sufrirse un proceso de influencia externa, que resulte nocivo en el ámbito operativo, especialmente para el recurso humano. Lo cierto es que esta eventualidad estará estrechamente vinculada con el tipo de actividad tercerizada y las características culturales de las empresas contratantes y proveedoras. El proceso de tercerización generalizada de actividades, puede generar una importante pérdida de identidad en la comunidad de interés de la organización, pues se diluyen valores y creencias compartidas.

 OCIOSIDAD Y DESMOTIVACIÓN DE PERSONAL: Si se trata de actividades que hoy se desarrollan en la propia empresa y se ceden a terceros, probablemente quedarán equipos e instalaciones ociosas, sin uso y desaprovechadas. Simultáneamente, existirá personal con tareas reducidas o anuladas, lo cual traerá aparejado falta de motivación y desánimo que se trasladarán inmediatamente a todos, ya que la gente no afectada directamente, también comenzará a pensar en la posibilidad de enfrentar idéntica situación en el futuro, temor que se agrava por el fantasma de la desocupación.

 PÉRDIDA DE CONTACTO CON EL EXTERIOR Y AISLAMIENTO: En este punto pareciera contradictorio con algunas ideas expuestas hasta aquí, aunque en realidad no lo es. Si se trata de advertir sobre la tendencia al encierro en lo básico como único tema, lo cual impide tomar contacto con otras áreas y actividades en la que puede encontrarse nuevas oportunidades de negocios, aspecto imprescindible en un contexto como el cual, que exige permanente creatividad e innovación, y en el cual los ciclos de vida de los productos son cada vez más breves. De ninguna manera sostenemos que la tercerización elimina toda posibilidad, en este sentido, simplemente podría cerrar una puerta.

 MAYOR DEPENDENCIA DE TERCEROS Y POSIBLES PÉRDIDAS DE CONTROL: Resulta evidente que no se ejerce el mismo control sobre actividades que se desarrollan en la propia empresa que sobre las externas, en las que fundamentalmente, puede controlarse el resultado y no tanto el proceso. Ello resulta un elemento negativo para la eficiencia final y para la independencia de la organización que terciariza, pues quedan atadas al tercearista y comienzan a depender de él, viéndose habitualmente afectada también por todos los problemas del proveedor, ya sean económicos, financieros, operativos, etc. Las consecuencias se potencian, por la tendencia actual a establecer fuertes vínculos proveedor-cliente, dejando de lado el concepto de proveedores alternativos y rotaciones en las empresas, para pasar al proveedor único que establece una relación de cuasi socio (parthering). No terciarizado, esa influencia no existe, el control es total y vulnerabilidad, nuevamente, menor.

Entre otras repercusiones tenemos también, el no tomar en cuenta los contratos adecuados, la elección del contratista, puede quedar la empresa en mitad de camino si falla el contratista, incrementa el nivel de dependencia en entes externos, incrementa en el costo de la negociación y monitoreo del contrato, inexistente control de personal del contratista, todo esto se debe a una mala aplicación del Outsourcing sobre las empresas que realmente lo necesitan.

Tenemos, entre otras, la carga impositiva que deben pagar las pequeñas y medianas empresas, hacen más lento su desarrollo y los procesos de globalización que se están llevando a cabo, no es un proceso que se escoge, sino el resultado de nuevas tecnologías y herramientas que llevarán a las organizaciones a su redefinición.

(*) Docente de Postgrado, FACES, Universidad de Carabobo. EXATEC

Anotaciones: Cátedra Tópicos Gerenciales Modernos. Aula virtual.

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