La industria del marketing está desconectada de la realidad, según Bob Hoffman

Según Bob Hoffman, creer que los consumidores quieren tener relaciones profundas con las marcas es ilusorio. A la industria le hace falta, por tanto, una buena dosis de realidad.

 26 MARZO 2021

Durante su charla en el Festival of Marketing, Bob Hoffman volvió a hablar alto y claro sobre la industria de la publicidad y el marketing, siempre con el punto de vista crítico que caracteriza sus reflexiones.

El mítico The Ad Contrarian aseguró que el escepticismo es una de las cualidades que deben solaparse a los profesionales de la industria. El experto lo tiene claro: ser escéptico te convierte en un mejor marketero, tal y como afirmó en esta ponencia recogida por MarketingWeek.

Según Hoffman  «La mayoría de la gente está perfectamente satisfecha con tener la más superficial de las conexiones con nosotros», apuntó, calificando a la lealtad a la marca como un mito nacido de los hábitos y la conveniencia del consumidor.

A la industria le hace falta, por tanto, una buena dosis de realidad. Y es que, recordó, a pesar de que hace una década las oportunidades que brindaban las redes sociales y el universo digital para conectar con el consumidor auguraban un futuro brillante, la publicidad ahora es «menos eficaz», en palabras de Hoffman. Tanto es así, que los marketeros tienen la mitad de confianza de la que se deposita en los abogados, un dato al que han contribuido las innumerables polémicas en torno a la seguridad de los datos y el fraude publicitario, que aumentó un 50% en 2020.

Durante su intervención en este encuentro, el experto habló sin tapujos de las repercusiones que ha tenido esa desconexión de la industria del marketing con la realidad.

Según Hoffman, existe una línea clara que conecta la tecnología publicitaria y la radicalización y desestabilización política. «Si bien se ha informado ampliamente sobre el papel de las redes sociales en generar disturbios, existe una brecha más profunda que ha sido impulsada en parte por los datos y la información recopilados por las empresas de tecnología y los algoritmos utilizados para vender espacios publicitarios. El contenido engancha a más visitantes y las herramientas de recomendación hacen mucho para unir a los extremistas dentro de una plataforma», explicó.

La industria debe ser honesta y reconocer su responsabilidad, sin esconderse detrás de las plataformas online como máximas responsables. «Si bien estas empresas han estado recibiendo la presión, el público en gran parte no ha reconocido que es para el beneficio exclusivo de la industria de la publicidad y el marketing que Facebook y otros hacen su trabajo miserable. Somos la mano oculta que guía y financia estas prácticas peligrosas”, advirtió.

Asimismo, también criticó la obsesión de la industria por las audiencias más jóvenes, dejando de lado a consumidores de más de 50 años que suelen gastar más. «Entra en cualquier agencia de marketing o medios del mundo y algo se vuelve obvio de inmediato. Todo el mundo es joven. No es más que narcisismo disfrazado de estrategia. Hemos permitido y, a veces, hemos obligado a personas con talento a irse, mientras las reemplazamos por gente sin experiencia», aseveró.

Por último, abordó otro gran problema: el exceso de foco en los datos y la consiguiente pérdida de confianza en el proceso creativo. «Preferimos invertir en actividades que produzcan cuadros y gráficos que nuestros clientes puedan comprender. Las ideas y la creatividad son demasiado etéreas. No podemos medirlos, así que los hemos devaluado», apuntó Bob Hoffman.

Con información de marketingdirecto.com