Comúnmente la inteligencia del ser humano se acostumbraba a medirse con base en el Coeficiente Intelectual (CI). Desde la antigüedad, este es el indicador más utilizado para calcular las capacidades y los conocimientos de una persona, por lo que se consideraba que un elevado CI garantizaba el éxito en la vida. Esto ocurría, debido a que se asociaba directamente la capacidad intelectual con los triunfos profesionales y personales.
No obstante, con el paso de los años y de los nuevos descubrimientos surgió otro tipo de inteligencia que demuestra que es un complemento necesario para triunfar en los proyectos profesionales, cumplir con las metas personales e incluso alcanzar gran satisfacción en la vida. Se denominó Inteligencia Emocional.
Coeficiente intelectual vs inteligencia emocional
Una gran cantidad de personas continúan participando en test de inteligencia, ya que asumen que el éxito en las diferentes facetas de la cotidianidad se puede alcanzar al obtener una puntuación alta y positiva en estas pruebas. En la actualidad existe una página web que mide tu cociente intelectual. Este CI es muy importante, debido a que incluye conocimientos técnicos y habilidades cognitivas. Es decir, unas destrezas básicas que al desarrollarse conjuntamente con el dominio de las cualidades de la inteligencia emocional hacen que las probabilidades de alcanzar resultados exitosos puedan ser más altas.
A través del coeficiente intelectual se conoce el tipo de vacante al que puede optar una persona en una empresa, mientras que con la correcta ejecución de la inteligencia emocional el trabajador se mantiene en ese puesto.
De acuerdo a estudios, se comprobó que el CI no predice quién será una persona sobresaliente, sino la capacidad que tiene para interpretar las emociones y la efectividad que emplea al mantener relaciones personales. Esta teoría del coeficiente emocional lo popularizó el psicólogo estadounidense Daniel Goleman.
Habilidades de las personas con coeficiente emocional alto
No se habitúan a obtener resultados únicamente a corto plazo:Estas personas son capaces de cumplir con los objetivos que otorgarán beneficios tanto a corto como a largo plazo. No se caracterizan por atrasar las actividades o los logros que desean alcanzar, como tampoco se dejan gobernar por la proximidad de desempeñar alguna meta.
Capacidad de reconocer sus emociones: Otra de las particularidades que los destacan entre los demás es que relacionan con bastante facilidad las emociones y los factores que intervienen para que ese estado emocional quede en evidencia. Las emociones pueden ser tanto positivas como negativas.
Importancia del discurso propio: No colocan barreras ni limitaciones para interpretar las experiencias de una forma automática, por lo que se esfuerzan en construir una interpretación propia de las vivencias, con la intención de dirigir los objetivos a una meta útil y continuar con un estado emocional equilibrado.
Tolerancia ante el conflicto: No huyen del conflicto pero tampoco provocan problemas. Tienen la habilidad de mantener la compostura mientras exponen cualquier aspecto con calma y mucha lógica. También resisten los diferentes ataques personales que reciben de terceros.
Líderes con motivación: Las personas emocionalmente inteligentes son líderes, por lo que reconocen la importancia de cada una de las tareas que desempeñan en los diferentes ámbitos de la vida. Están capacitados para motivar a los compañeros de trabajo o familiares.
Tienen coraje: Son personas dispuestas a opinar cuando otros prefieren callar. Dan su apreciación de diferentes temas o refutan alguna decisión tomada. Se definen por pensar antes de hablar y por elegir conscientemente el momento más adecuado para dialogar.
Responsables: Quienes desarrollan la inteligencia emocional son los más exitosos en cada una de las tareas que desempeñan. Son dueños de sus decisiones, de sus trabajos y de cada uno de sus resultados obtenidos, ya sean malos o buenos.
Personalidad agradable: Estas personas son queridas y apreciadas por los compañeros de trabajo, amigos y familiares. Desarrollan las habilidades de integridad, lealtad y honestidad, por lo que muchos confían en ellos para representar a alguna empresa.
Neutralizan a la gente tóxica: Convivir con personas con un carácter difícil es una situación agotadora y frustrante para la mayoría. Los exitosos controlan la interrelación que mantienen con personas tóxicas al conservar estos sentimientos bajo control. Identifican sus emociones con el objetivo de bloquear la ira y la frustración que pudiese alimentar el caos.
Ego bajo control: El admitir equivocaciones y errores es otra de las características de las personas que son inteligentemente emocional. A la hora de cometer una falta están dispuestos a solucionarla de la mejor manera y sin afectar a los involucrados para mantener la armonía.
Nunca están satisfechos: Asumen la convicción de mejorar el trabajo o la actividad que desempeñen. Aunque las cosas vayan bien, piensan que siempre se pueden mejorar.
Consideran a su semejante un ser emocional: Valoran la importancia de todos los estados afectivos del ser humano. Conocen y aceptan que su semejante se guía por las emociones para tomar una decisión, recordar y memorizar instantes de la vida.
Una gran cantidad de personas aseguran que los seres humanos nacen con estos recursos innatos que conforman la inteligencia emocional. No obstante, es una habilidad que se aprende y se desarrolla al igual que la inteligencia intelectual.
Escrito por: Pablo Hernández
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