La Intifada Estudiantil necesita apoyo y programa

Sin duda alguna la juventud venezolana está escribiendo páginas gloriosas precisamente en el Bicentenario de la Batalla de La Victoria de 1814, donde la sangre joven demostró vocación por una nación independiente y la derrota de la monarquía española. Hoy todo comienza  un 4 de febrero de 2014 con estudiantes de la Universidad Nacional Experimental del Táchira realizando una protesta por la inseguridad en la ciudad, teniendo como respuesta la represión y el arresto de varios estudiantes.

Al día siguiente es historia conocida: Protestas en las capitales de 18 estados encabezadas por estudiantes, quienes han logrado un espacio nacional para expresar la rabia y descontento de la población por la escasez, el desabastecimiento, la crisis de los servicios básicos, el efecto del paquete de medidas económicas de Maduro. Lo que no ha querido la clase política opositora durante años interpretar, ni dirigir, entregada sólo a una estrategia electoral, lo ha generado la protesta estudiantil a la que se ha sumado la sociedad civil.

La respuesta gubernamental ha sido brutal, utilizando el aparato represivo de la GN, SEBIN, Colectivos, el G.2 cubano, ha derivado en un saldo doloroso y lamentable: 11 jóvenes asesinados, 180 heridos, 300 detenidos, 190 encausados a tribunales, 54 periodistas lesionados. Este es el balance del Gobierno “revolucionario” acompañado de los infantiles y precarios argumentos de la conspiración imperialista y el golpe de estado.

Esta realidad ha desenmascarado ante el mundo, el verdadero rostro dictatorial del Régimen, quien sólo se beneficia del apoyo de gobiernos celestinos y de la gigoló-izquierda  del Foro de Sao Paulo, cuya escuela teórica heredera del estalinismo, ha avalado masacres en función de un antiimperialismo, del cual han usufructuado por décadas. 

Ahora bien, la Intifada Juvenil necesita del apoyo urgente de otros sectores organizados de la nación venezolana: los sindicatos y los trabajadores, quienes ya se pronunciaron a favor, los sectores empresariales, los gremios profesionales, las academias, los partidos políticos, integrados en una sola dirección nacional.  A fin de enfrentar como nación oprimida a un Régimen que no es un Pérez Jiménez cualquiera, al jactarse de ser acólito de una de las estafas más reconocidas de la historia: el castro-estalinismo; cuyos orígenes soviéticos ahogaron en sangre por décadas, a los pueblos de Europa del Este, hasta caer felizmente el Muro de Berlín en 1989.

Por tanto  la propuesta presidencial de diálogo se debe condicionar a:

1.- Libertad inmediata para los estudiantes detenidos por haber protestado, suspensión de las causas ante tribunales e investigación de los asesinatos

2.- Libertad inmediata de todos los presos políticos, comenzando por SIMONOVIS

3. Levantar la censura contra los Medios de Comunicación Social

4.- Disolución inmediata del SEBIN y todos los colectivos armados

5.- Reactivación del aparato industrial y generación de empleo otorgando las divisas necesarias.

6.- cese de medidas contra sindicalistas sometidos a juicio.

(*) Movimiento Laborista

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