La madre venezolana: una guerrera de postín

Mamá…“Estás hecha de fe y de ternura, de luchas y de cansancio.
Eres entrega y camino, te olvidas de ti para que yo avance”

Mensaje de amistad y esperanza

En este mundo globalizado cada día más con un crecimiento desenfrenado donde no escapa la participación de la mujer como líder en esta aldea planetaria.

El liderazgo femenino es necesario en los grupos, en las organizaciones y en la sociedad, con ello todos se benefician. Por eso se necesitan líderes de ambos sexos para que se complementen.

De esta realidad no escapa la importancia del liderazgo de la madre en las estructuras familiares. Junto con su pareja deben tener un objetivo claro en cuanto a la crianza de sus hij@s. Deben reafirmar los componentes fundamentales en cuanto a principios morales y éticos para garantizar la formación de ciudadanos útiles a la sociedad.

La mujer-madre además de realizar sus labores profesionales fuera del hogar, lo cual requiere de tiempo y espacio; debe cumplir con gerenciar exitosamente las funciones de su casa. Más aún si es una “madre-padre”. Cumplir triunfante estos delicados roles no es fácil. No existe ninguna receta de cocina que pueda orientar a la madre líder en el éxito de estas funciones. Sin lugar a dudas ser una madre-líder exitosa es un arte.

Los resultados de las investigaciones realizadas en la actual realidad señalan que las madres venezolanas han demostrado una gran experticia en salir airosas en el manejo de las diferentes crisis que en las últimas dos décadas se han venido presentando en el país.

La crisis más crítica ha sido el asesinato de jóvenes por este régimen en las diferentes manifestaciones pacíficas, en donde esta juventud lo que siempre ha reclamado son posibilidades de empleo, futuro halagador acorde con sus estudios y preparación, más seguridad en los diferentes escenarios y entornos donde se desarrolla y reafirma la personalidad de los muchachos, una mejor calidad en los procesos de aprendizaje de todos los niveles del sub-sistema educativo nacional. La muerte de mucha juventud en los hospitales públicos y privados por falta de equipos médicos y medicinas. Toda esta realidad acarrea pérdidas humanas juveniles irreparables.

Otra de las situaciones que las madres venezolanas han tenido que aprender a gestionar es: “La diáspora de la juventud prometedora venezolana”. Cada día salen más jóvenes hacia otras latitudes en busca de tranquilidad física, profesional y espiritual. Para estos muchachos concebir y adoptar una decisión tan compleja, como es dejar a su familia, a sus amistades y al país: ¡No es nada de fácil!. En esta Venezuela Socialista es rarísimo que exista familia alguna que no tenga un miembro de ella fuera del territorio. Los hij@s emigran con muchas ilusiones de conseguir un mejor futuro, algunos se adaptan rápidamente a este proceso de transculturización; pero a otros se les hace más difícil. Esos nuevos y exigentes escenarios ponen a prueba la capacidad de adaptación de los jóvenes venezolanos, abandonan sus profesiones y oficios para realizar otras tareas no cónsonas con su profesión.

Esta Venezuela Socialista ha desmembrado a un significativo número de familias. Cada día hay menos grupos familiares completos.

Bajo estas circunstancias las madres-líderes venezolanas -que son unas guerreras a toda prueba- han desarrollado un alto índice de inteligencia emocional para superar todos los escollos de los contextos nacionales, han construido -a duras penas- equipos humanos en sus respectivas familias con los miembros que han decidido quedarse. Son altamente motivadoras para superar esta triste y dolorosa realidad y no perder el objetivo de la necesidad del cambio de este régimen y volver a reencontrarse y armar de nuevo a su grupo familiar con todos sus integrantes.

En estos nuevos críticos tejidos sociales, la madre-líder venezolana ha desarrollado las siguientes competencias: a) Una actuación dirigida al resto de las personas de su grupo familiar más cercano, así como también a nivel de vecinos. Poniendo en evidencia su capacidad de sociabilidad, un estilo comunicacional asertivo y persuasivo, estableciendo un calor humano en sus relaciones. Lo que brinda mucho potencial a la hora de lograr compromisos, sea con los objetivos de cambio del país, de la comunidad y básicamente con sus proyectos familiares de reintegrarse; b) Demostrando un alto espíritu de colaboración y cooperación, esto hace que el trabajo en equipo a nivel de familia, así como comunitario sea más natural, ya que ellas son muy activas en la inclusión y conteniendo a los miembros de la familia y a los vecinos. Se preocupan porque todas las actividades programadas sean ordenadas y sanas; c) Han desarrollado una gran destreza en gestionar en varias direcciones a la vez. Por su naturaleza innata de ser mujer piensan y actúan en direcciones o temas al mismo tiempo. Esta competencia les da una gran ventaja a la hora de concebir y adoptar decisiones y enfrentar los caóticos escenarios venezolanos; d) Por su condición dual de ser mujer y madre a la vez establecen un liderazgo de inclusión, alientan la participación y comparten el poder y la información con todos sus seguidores en el contexto familiar y comunitario. Tienden a crear y fortalecer las identidades de los grupos que conducen; e) Ponen de manifiesto el predominio emocional. En general se hallan capacitadas para tener en cuenta el lado “humano” de los miembros de su grupo familiar y comunitario, generando altos niveles de empatía y, f) Por las circunstancias tan adversas que están viviendo en esta Venezuela Socialista, están predispuestas al cambio. A pesar de esto, su estilo de actuación y conducción es muy innovador y creativo, con una firme convicción de triunfo y de cambio en la calidad de vida del país.

La madre venezolana que es una verdadera guerrera ha afianzado que su liderazgo es flexible, comunicativo y persuasivo. Por ello ha superado exitosamente todos los escaños de estos horribles escenarios.

Según las investigaciones, al asumir el rol de liderazgo la madre-líder experimenta cambios en su comportamiento: algunas características propias se acentúan; otras que no había tenido en su carácter aparecen en forma muy fuerte, su capacidad de análisis se vuelve muy rápido y se acelera la precisión de la adopción de decisiones.

Es que cuando la mujer madre-líder venezolana tiene la necesaria oportunidad de liderar o hacerse cargo de una situación, donde esté involucrado el factor humano -familiar o comunitario- lo toma como un verdadero desafío y pone en foco al proyecto que está llevando a cabo, como es el caso de la reconstrucción de una Venezuela, Libre y Democrática, refundada por todos los venezolanos que se quedaron aquí y de los que pronto regresarán.

Mamá…
Tu día es todos los días, porque cada día velas por mi
Para cada mañana eres un amanecer, para cada noche eres mi bendición
Para cada dolor, mi consuelo; para cada alegría, mi estimulo
Para cada prueba, mi esperanza

Todos los días son “tu día”. Por eso hoy es tu día, Mamá