La Moral, todo un gran compromiso

Los centros de todo el mundo que trabajan en la reproducción asistida, se enfrentan con dilemas éticos. Un colectivo importante de parejas, que es entre el 10 y 15%, tienen dificultades en la concepción y que pueden resolverse en un 60% con las técnicas de reproducción humana asistida. En consecuencia, es evidente que éste es un problema que abarca por lo tanto a miles de parejas y que, en los últimos tiempos, ha sido además un problema que ha aumentado en cuanto a la conciencia ciudadana.
Una demanda humana y por lo tanto una demanda efectiva existe y existirá, así que en este sentido uno se decantaría a pensar que es mejor una regulación lo mejor hecha posible y no regular un campo. Aunque se deba seguir con espíritu analista, se desenvuelve mejor esta problemática donde hay regulación que donde no la hay.
Los principales temas que han suscitado dilemas éticos en la fertilización in Vitro, son la donación de gametos, el anonimato de donantes, la terapia genética, la congelación de gametos y de embriones, la definición del status jurídico del embrión, la actuación de efectos de gestación, sólo sobre embriones viables y a efectos de investigación sólo sobre los embriones no viables.
Una de las muchas organizaciones que asumen la responsabilidad de este tipo de debates y que orientan a sus miembros, es la FIGO, Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia. En 1985, la FIGO constituyó su Comité para el Estudio de los Aspectos Éticos de la Reproducción Humana y diez años más tarde, en 1994, publicó unas recomendaciones exhaustivas sobre las cuestiones éticas más relevantes enumeradas en líneas anteriores.
Pero la lista sigue, abarcando no sólo los avances tecnológicos sino también de carácter legal, como el de fertilizar un óvulo tras la muerte del esposo, entro otros casos post-mortem.
Evidentemente no hay ninguna respuesta sencilla o única a estos problemas, es preciso llegar a un acuerdo por consenso, pero en su firme convicción que en todo este debate subyacen dos cuestiones fundamentales, en la que no debería haber transigencia alguna: la autonomía y la inviolabilidad del individuo representada por su consentimiento.
En un mundo tan pluralista, no ha sido fácil hallar soluciones comunes a los problemas éticos , así que pareciera que cada sociedad desarrollará su propio mecanismo para la revisión ética manteniendo, al mismo tiempo, un respeto fundamental por la condición de persona en potencia, del embrión que debe ser respetada.

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