La Política es así: Centralización vs. Autonomías Políticas

La política reaparece. Con esta afirmación intentó dar cuenta del debilitamiento de la forma de ejercicio del poder que ha prevalecido en el país a lo largo de la última década: excluyente, autoritaria y refractaria al diálogo democrático. Esta gimnasia ha entrañado una lógica, que ha propiciado la escisión de la nación en dos grupos mutuamente excluyentes y la cancelación de la actividad política. Es decir, la supresión de la búsqueda negociada de los desacuerdos, que implica la existencia de variedad en las ideas y posiciones en torno a los dilemas que enfrenta la Nación. Dicho en términos teóricos, esta mística de lo Uno, tiende a disolver la razón que preserva y afianza las diferencias. Afortunadamente, la vida pública del país muestra señales que apuntan en sentido contrario a lo expuesto.

En este sentido es válido preguntarse, en torno a las opciones que competirán para definir el futuro del país. Veamos. Por un lado, tenemos la que apuesta por una centralización de todas las instancias y espacios de poder. Vale decir, propone cancelar la participación ciudadana y achicar el espacio de la política. La Ley Orgánica del Consejo Federal de Gobierno, por ejemplo, es una muestra de esta tendencia y patrón de la tentación antidemocrática, que embarga la voluntad del Chavismo en el poder. Por el otro, entra en juego, cada vez con más contundencia, una lógica que invita a pensar el país en términos de autonomías políticas regionales y, al mismo tiempo, superar esa división maniquea que ha prevalecido entre los venezolanos en esta última década.

Por esta circunstancia afirmo que estamos regresando a la política. Lentamente los venezolanos están abandonando las tentaciones dogmáticas y populistas que han caracterizado la cultura política del país. Nos encontramos, en consecuencia, ante un escenario donde la apuesta por las autonomías políticas regionales puede constituir una forma plena de ejercitar la política y, al mismo tiempo, proporcionar credibilidad a las recetas para enfrentar los problemas concretos que afectan a los ciudadanos.

Esta alternativa brinda a la oposición la posibilidad de alcanzar la unidad en el ámbito estratégico. Y en este sentido, le posibilita ofrecer un nuevo proyecto que confronte al agotado modelo de país que encarna el Gobierno. Es fundamental comprender, que las electorales deben ser concebidas como diferencias tácticas. En otras palabras, regresar a la política implica asumir esta postura estratégica y encaminarse hacia un acuerdo nacional que haga de esta apuesta su punto de partida.

La mística de lo Uno absorbe, en su agujero negro, la diversidad democrática que proporciona sentido a la política.

No lo olvidemos.

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