¿La Polución quebranta la fertilidad masculina?

La lista de elementos que reducen la calidad del semen no es fácil de enumerar, la edad es una de las principales (Human Reproduction 22:180, enero 2007), la declinación comienza a partir de los 20 años, la obesidad y sobrepeso, el tabaco, el alcohol, el estrés, el aumento de productos contaminantes, todos convergen en el mismo lugar: el cromosoma Y.

Aunque no hay ninguna prueba directa de que exista un nexo causal entre la contaminación medioambiental y la salud reproductora humana, la investigación de laboratorio y de campo, indica que podría haber motivos de preocupación.

En el año 1995, un grupo de presión medioambiental, puso en circulación un anuncio que proclamaba que los hombres de hoy eran sólo ”la mitad de los hombres” de los que fueron sus padres, coincidiendo con ecologistas de todo el mundo, en que la contaminación química de la últimas décadas, había duplicado la incidencia de la infertilidad masculina.

Los datos más preocupantes acerca de la calidad del semen han sido aportados por un estudio francés, en el cual el grupo parisino de Pierre Jouannet, describió una verdadera disminución de la calidad del semen en los últimos veinte años. Se midieron volúmenes de líquido seminal, las concentraciones de espermatozoides y los porcentajes de espermatozoides móviles y normales. Los resultados mostraron que la concentración media de espermatozoides disminuía un 2.1% cada año.

En la discusión de todos estos estudios, los investigadores propusieron la posibilidad de que la causa pudiera residir en factores medioambientales.

Los cambios en los espermatozoides, hoy se describen como preocupantes, sobre todo, porque el semen humano es ya de por sí de escasa calidad, si se le compara con el de otros mamíferos. Más de la mitad de los espermatozoides presentan una o más anomalías morfológicas, mientras que en otras especies éstas no superan el 5% y existe una relación entre cabezas anormales de espermatozoides e infertilidad.

La investigación y la prevención dirigida hacia la cautela entre la subfertilidad masculina y las muchas sustancias químicas se despejará, consiguiendo respuesta de conocer a cuántas sustancias estamos expuestos y cuáles supone la mayor amenaza, en términos de nivel de exposición y que se traduzca en un desarrollo disminuido del aparato reproductor masculino.

Entretanto, se organizan estudios a nivel internacional para monitorizar prospectivamente las concentraciones de espermatozoides; pero, para finalizar, se confirma que es un hecho esencial para todas las hipótesis, que la cantidad y la calidad de los espermatozoides han disminuido realmente en cantidades suficientes como para causar cambios en la reproducción.

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