La RSC, el epicentro del negocio

Es un buen momento para desarrollar políticas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Con la crisis económica, muchas empresas han caído en la tentación de recortar en este tipo de políticas, pero muchos expertos creen que el mensaje debería ser distinto. La RSC aumenta el prestigio de la empresa, mejora su marca entre los clientes y entre los empleados, y si se implica a estos, también hace equipo.

Este concepto, que en España es una tendencia que empieza a calar en la mentalidad de muchas compañías, es ya una realidad en Estados Unidos. El libro ‘Do more than give’, de Leslie Crutchfield, John Kania y Mark Kramer, éxito de ventas en este país, es un resumen de algunas prácticas llevadas a cabo por importantes empresas que han hecho negocio a partir de ello. Otro texto que ha supuesto una revolución en este campo, Forces for Good, libro del año para la revista The Economist, fue una referencia para muchas compañías desde que se publicó en 2007.

Una de las reflexiones de ambas obras es la importancia de hacer lobby. Utilizar la influencia que tienen muchas compañías, dueños o presidentes de las mismas para cambiar un mundo que en ocasiones resulta demasiado egoísta.

Una de las empresas que ha entendido este mensaje en España es Mutua Madrileña. «La mejora constante en el campo de la RSC contribuye a mantener la fidelidad de los asegurados y refuerza el orgullo de pertenencia de los empleados del grupo», afirman desde la compañía. Una de las cosas que más caracterizan a este planteamiento es precisamente poner el foco en la implicación de los mutualistas. «Son los protagonistas en las acciones sociales que llevamos a cabo. Hay actividades dirigidas a ellos o sus familias, como conciertos que se celebran todo el año, y ellos mismo deciden qué organizaciones son las beneficiarias de los proyectos solidarios que realizamos», recalcan en Mutua Madrileña.

Pero no sólo los mutualistas son los protagonistas de la RSC de la compañía. «La organización y su fundación involucran a los empleados en el proceso de toma de decisiones de la estrategia de RSC. Ellos eligen los proyectos y participan de los mismos». Por ejemplo, el año pasado se puso en marcha el Programa de Voluntariado Corporativo, donde los empleados promueven y participan de distintas iniciativas solidarias.

La Fundación Pelayo, por ejemplo, también trabaja activamente con los empleados. Realiza todos los años un concurso interno para financiar proyectos presentados por ellos en los que colaboran de manera activa. Además, la fundación colabora con distintas ONG.

Muchas empresas españolas han aprendido la importancia de políticas responsables con el medioambiente o con la sociedad, pero muchas de estas políticas aún son desconocidas. La Fundación Seres, que preside Juan Arena, tiene por objeto «elevar el protagonismo de la acción social de las empresas». Ser un altavoz de la labor que muchas compañías hacen y animarles a que hagan más.

Para cambiar el mundo o intentarlo no hace falta llamarse Bill Gates o Warren Buffet, que desde su posición e influencia han dado mucho impulso a la RSC. Ése es el mensaje que desde éstas y otras empresas o desde fundaciones como Seres se encargan de difundir en España.

http://www.expansion.com/2012/02/03/directivos/1328283898.html