La Soya, Bolivia y el MERCOSUR.

La soya es un producto bastante interesante, pues nos permite visualizar en un plano mas concreto las tensiones y problemas que enfrenta hoy en día la integración latinoamericana.

Partamos por mencionar el hecho de que la soya se comercializa internacionalmente fundamentalmente bajo tres formas diferentes: por un lado, el comercio de habas de soya, que es un tipo de exportación que los países productores tratan de evitar en la mayor medida posible, pues prefieren procesar dicho producto en el propio país productor en aras de extraer de él el aceite ( aceite de soya) , con lo cual se genera un subproducto que son los residuos o tortas de soya, la cual se ocupa intensamente en todos los países para efectos de alimento para animales, básicamente para ganados, o para generar a partir de él alimentos concentrados para animales. La segunda y la tercera forma bajo la cual se exporta la soya es entonces la forma de aceite, refinado o no, y la forma de residuos, tortas, pellets o harinas de soya.

Tanto Argentina como Brasil son productores importantes a nivel mundial de soya, que la exportan básicamente bajo la forma de tortas, residuos, pelles u harina, al punto que dicha producción constituye el principal producto de exportación de cada uno de los dos países mencionados. Para Bolivia, a su vez, la soya constituye también un producto importante en su cartera de exportación, al punto que los residuos, tortas, pellets y harina de soya constituye su segundo producto de exportación después del gas. Para Bolivia, el principal país comprador de sus tortas de soya es Venezuela, seguido a una gran distancia por Colombia. Argentina y Brasil, aun cuando producen y exportan una cantidad muy superior a la producida y exportada por Bolivia, no le venden sino cantidades marginales a Venezuela. Sus grandes compradores son Japón y los países europeos.

Cuando Venezuela se integre de hecho y de derecho al Mercosur, los productos provenientes de Brasil y de Argentina , incluida la soya, bajo cualquiera de sus formas, tenderán que entrar con arancel cero en el mercado venezolano, con lo cual la soya boliviana enfrentará graves problemas para poder conservar lo que en hoy día es su principal mercado.

Bolivia es hoy en día un país asociado al Mercosur, al igual que Chile, lo cual significa que ya se han firmado tratados de libre comercio entre Bolivia y el Mercosur de modo de caminar a la eliminación recíproca de los aranceles. Por lo tanto, la soya boliviana paga cero arancel al entrar en los actuales o en los futuros países integrantes del Mercosur, es decir, también en Venezuela. La situación que se visualiza en el futuro, no es, por lo tanto, una situación en la cual Bolivia pagará arancel al entrar en Venezuela mientras que Brasil y Argentina no lo harán. Nadie pagará arancel, pero la soya boliviana tendrá que competir con la soya argentina y brasileña en el mercado venezolano, en circunstancias que hoy en día estas últimas pagan un 15 % de arancel al entrar a Venezuela, mientras que Bolivia no paga nada, por ser país miembro de la Comunidad Andina de Naciones.