Las empresas deben ser fiables, pero ¿lo son?

Poli Sánchez Sánchez – Estamos asistiendo al nacimiento de una nueva era en la que los negocios, tal y como los conocíamos hasta ahora, tocan a su fin.

Nunca antes, -merced a fenómenos como Internet, las redes sociales y las aplicaciones informáticas (las famosas apps)-, las empresas han sido tan transparentes. Hoy les es muy difícil ocultar nada a sus públicos de interés: dónde fabrican y cómo, el precio de su oferta, cada una de sus acciones… Es más, las compañías que actúen de espaldas a sus clientes, más pronto que tarde tendrán que pagar un enorme tributo: el de su propia supervivencia. Porque es seguro que las terminarán descubriendo.

Este grado sumo de transparencia exige a las compañías ser más “confiables” o dignas de confianza que nunca, “hacer las cosas correctas de manera correcta”, según exponía Martha Rogers, consultora y autora, junto a Don Peppers, del reciente libro Extreme trust. Honesty as a competitive advantage, durante su conferencia en el SMICS 2012 organizado por MicroStrategy.

Las compañías tienen el listón de la confianza más alto que nunca, se lo han puesto sus públicos, omnipotentes: con la información, la formación y los instrumentos necesarios, que la tecnología pone a su alcance, para encumbrar o poner en la picota a una marca.

Ya no basta con que las compañías no decepcionen o engañen, deben ser proactivas y pensar en el consumidor casi más que en ellas mismas. La recompensa es grande: un cliente fiel y prescriptor que las recomendará a todos sus grupos de contactos y amigos (la capacidad de los medios sociales es enorme en este cometido).

Pero dicho esto, parece que la tozuda realidad va por otro lado. Hay un sector entero, el financiero, y toda una clase, la política, que viven una tremenda crisis de confianza.

En el día a día te encuentras con compañías que solo piensan en ellas mismas a costa de maltratar al cliente, como podía experimentar personalmente hace poco con una reconocida marca de idiomas con la que contraté un curso de inglés para mi hija. Pero, esa… es otra historia.

¿Será cuestión de tiempo que las empresas no confiables desaparezcan del mercado?

Lo iremos viendo.

Fuente: http://www.edirectivos.com/blogs/54-Poli-Sanchez-Sanchez/31-07-2012/3105-Las-empresas-deben-ser-fiables-pero-lo-son