Las malas prácticas que están amenazando la seguridad de los consumidores online

Los nuevos peligros del comercio electrónico

Datos de tarjetas de crédito y códigos CVV al descubierto

Redacción – No hace falta ofrecer demasiados datos para demostrar la buena marcha del comercio electrónico a nivel mundial. Recientemente descubríamos esta realidad, también patente en las cifras de negocio a nivel Europeo. Las compras online siguen creciendo y los consumidores cada vez más, acuden a internet para realizar sus compras con mayor frecuencia.

Sin embargo, y a pesar de esta rápida evolución y crecimiento, la proliferación del comercio electrónico sigue condicionada por otros aspectos relacionados convertidos hoy en sus grandes barreras. El fraude, las estafas, la falta de seguridad en muchos casos y las malas prácticas son algunos de los problemas a los que se enfrentan miles de consumidores.

Curiosamente, durante los últimos días, hemos podido hacernos eco de varios casos con grandes similitudes donde empresas y sitios web como entradas.com y hasta el propio Groupon, evidencian los riesgos del ecommerce ante determinado tipo de prácticas. Ambos sitios web, se han visto afectados y envueltos en la polémica tras conocerse que almacenaban los datos de las tarjetas de crédito de sus clientes juntos a los códigos de seguridad CVV en sus bases de datos.

Como consecuencia, la Agencia Española de Protección de Datos ha sancionado al popular portal de ofertas con una multa de 20.000 euros por almacenar dichos datos sin que informara de ello de forma previa y en ningún momento. Inclusive, y según la propia Agencia, la empresa informaba a sus clientes y usuarios de lo contrario. 

De forma paralela, también destacamos el caso del portal de venta de tickets Entradas.com, que según figura en varias autorizaciones de transferencia internacional de datos de la Agencia Española de Protección de Datos, permitiría la cesión a empresas ubicadas en México, Perú y Chile, los datos de las tarjetas de crédito de sus clientes, incluido en teoría el código CVV para transacciones. A pesar de lo explícito en este documento, los responsables de esta empresa  aseguran "que ellos NO almacenan los códigos CVV de las tarjetas de crédito de los usuarios" y que la inclusión de dichos datos (caducidad/CVV) en este documento, se debe tan solo, a un error de forma en un intento de obtener una mayor cobertura legal respecto al tratamiento de datos de los clientes a pesar de que dichos datos no están siendo almacenados.

En 2011, también se conocía la noticia en relación a robo de datos de usuarios de PlaySation. Sony reconocía poco después el robo de datos de tres millones de españoles, incluidos los números de tarjeta bancaria de 330.000 usuarios en España. A pesar de las informaciones iniciales que apuntaban a todo lo contrario, la compañía aseguró que en ningún caso los CVV de estas tarjetas se encontraban entre los datos robados.

Algunos de estos ejemplos sirven para percatarnos de cómo este tipo de prácticas a la hora de almacenar información bancaria, amenazan seriamente la seguridad de los consumidores y el propio comercio eletrónico. Y no solo eso, sino que además, sirven para sembrar miedos y temores que en nada ayudan a potenciar este tipo de negocios entre aquellos que siempre tuvieron más dudas.

Algunos estudios e informes confirman tales consecuencias. A finales del pasado año, FICO, proveedor líder de tecnología en gestión de decisiones y analítica predictiva, revelaba a través de una investigación, cómo el fraude en tarjetas de crédito en EE.UU se había disparado a pesar de que en Europa parecía haberse reducido de algún modo. El fraude en transacciones en las que no es necesario mostrar la tarjeta -compras online, entre otros-, creció un 25%, algo distante del 14% en relación a las falsificaciones de tarjetas de crédito.

Los expertos en seguridad nos alertan continuamente de los peligros y riesgos ante las artimañas de los ciberdelincuentes. Sin embargo, cuesta asimilar y comprender que sean las propias empresas de comercio electrónico las que con este tipo de prácticas aumenten los riesgos poniendo en peligro la seguridad de los compradores online.

El éxito del ecommerce no solo reside en las comodidades y beneficios de sus ofertas y promociones. La confianza, la transparencia y las buenas prácticas son sin duda alguna sus principales pilares.

Fuente:  http://www.puromarketing.com/76/19255/malas-practicas-estan-amenazando-seguridad-consumidores-online.html