«El sendero hacia el éxito y el triunfo se vuelve usualmente solitario y escabroso, porque la gran mayoría de los seres humanos no están dispuestos a enfrentar y vencer los obstáculos que se ocultan tras ellos. La propia capacidad de dar ese último paso, cuando estamos cansados y agotados, es la cualidad que separa y diferencia a los ganadores de los demás corredores y competidores.»
Edward Le Baron
El liderazgo exitoso que se requiere, por ejemplo en el sector empresarial, debe basarse en principios, saberlos manejar, prever los logros a través de ellos. No se puede improvisar demasiado en el liderazgo como sucede con frecuencia, porque los resultados son nefastos.
Todo líder esta plenamente identificado por las características de su personalidad, las cuales son un aval en su gestión, representan cualidades que deben ser tomadas muy en cuentas y estar atento como ellas inciden en su comportamiento y en el de las personas con las que actúa.
Al respecto, hay aportaciones válidas de ser tomadas en cuenta, como por ejemplo, las de Stephen R. Covey, quien se ha sustentado en sus propios estudios y observaciones, las características distintivas de las personas y líderes centrados en principios. De acuerdo con Covey, las características de las personas centradas en principios serían las siguientes:
1. Son más flexibles y espontáneas.
2. Sus relaciones con los demás son más fecundas y gratificantes.
3. Son más sinérgicas.
4. Aprenden continuamente.
5. Se vuelven más propensas a contribuir.
6. Obtienen resultados extraordinarios.
7. Desarrollan un saludable sistema inmunitario psicológico.
8. Fijan sus propios límites.
9. Llevan una vida más equilibrada.
10. Se sienten más confiadas y seguras.
11. Son más capaces de hacer coincidir lo que pregonan con lo que realizan.
12. Se concentran en su círculo de influencia.
13. Cultivan una rica vida interior.
14. Irradian energía positiva.
15. Disfrutan más de la vida.
Siguiendo a Covey, a reglón seguido, también se señalan las características distintivas de los líderes centrados en principios, de acuerdo a Ser Humano y Trabajo, comunidad de aprendizaje permanente, que tales características serían las siguientes:
1. Aprenden continuamente.
2. Tienen vocación por servir.
3. Irradian energía positiva.
4. Creen en los demás.
5. Dirigen sus vidas de forma equilibrada.
6. Ven la vida como una aventura.
7. Son sinérgicos.
8. Se ejercitan para la auto renovación.
Se nos recuerda, que Carl R. Rogers (1902 – 1987), psicólogo contemporáneo de Maslow, también ha planteo un conjunto de características psicológicas de la personalidad del hombre del mañana. Tales características, serían las siguientes:
1. Apertura interna y externa al cambio, a nuevas formas de vivir, de ver, de ser.
2. Deseo de autenticidad, rechazo de la hipocresía, la falsedad o el llevar una vida doble, secreta.
3. Cierto escepticismo hacia la ciencia y la tecnología, hacia lo que pretende la conquista y el control de la naturaleza y de las personas, a la vez que apoyo y colaboración con la ciencia y la tecnología, que llevan a la autoconciencia y el autocontrol.
4. Deseo de armonía, que evite dicotomía y busque la totalidad de la vida con el pensamiento, los sentimientos, las energías física y psíquica.
5. Deseo de intimidad, de nuevas formas de cercanía, de comunicación tanto intelectual como emotiva.
6. Persona en proceso. La persona del mañana está convencida de que la vida es dinámica, en cambio constante; vive este proceso de transformación y corre riesgos que le lleve a ser y crecer.
7. Capacidad de amar, deseoso de brindar ayuda a otros cuando realmente la requieren. La persona del mañana es gentil, sutil, aguda, no-moralista, no-juez y está preocupada por los demás.
8. Contacto con la naturaleza. Esta persona es amante de la naturaleza y tiene una conciencia ecológica que le permitirá el placer de aliarse con la naturaleza en lugar de luchar o tratar de conquistarla.
9. Anti institucionalidad. Esta persona tiene antipatía por las estructuras inflexibles, altamente estructuradas o burocratizadas; piensa que la existencia de instituciones se justifica sólo si sirven a las personas y no a la inversa.
10. Autoridad interna. La persona del mañana tiene confianza en su propia experiencia y desconfianza de las autoridades externas impositivas; es libre para, de acuerdo con sus propios juicios morales, desobedecer las leyes que considera injustas.
11. Desapego de bienes materiales. El dinero y el estatus social no son los objetivos de esta persona que valora más el ser que el tener.
12. Tendencia al desarrollo espiritual. La persona del mañana desea encontrar el significado y propósito de la vida, que va más allá de lo humano; examina los caminos por los que el hombre ha encontrado valores y fuerzas que le permiten trascender y vivir en paz interior.
Los verdaderos líderes obran en función, no tanto en pro de su proyección personal, de sus propios intereses; deben saberse integrar en función de los intereses de los demás, de su comunidad. Aprovechar su potencialidad de conducción de guía, de tal forma que mantenga siempre motivado a sus seguidores, actuando, produciendo, generando resultados, jamás hacer uso del poder como amenaza, saber influenciar, persuadir y despertar en cada uno de sus seguidores su creatividad, ese potencial que sea capaz de generar transformaciones.
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