Liderazgo y Transcomplejidad

     Las empresas modernas,  han tenido que cambiar su estilo de liderazgo, para adaptarse a la realidad del presente, de tal forma, que pueda garantizar  el desempeño de sus funciones que  les permita optimizar su operatividad, y sobre todo, ante un escenario como en el caso venezolano turbulento, incierto, riesgoso.

    La gerencia con un nuevo estilo de liderazgo, debe estar más atenta en saber como interrelacionarse con el recurso humano bajo su cargo, más, cuando se sabe, las organizaciones afrontan mucha transcomplejidad por los factores que en ella intervienen, así, como variables de contingencias que la han hecho muy complejas, necesitándose de cambios, transformaciones para salir adelante.

     ‘andrademolinajohn.blogspot.com’, ante la realidad de un buen liderazgo que afronte la transcomplejidad,  comenta, que  se tenga en consideración, que las organizaciones transcomplejas se sitúan en un plano que requiere el análisis cuidadoso de los factores filosófico y epistemológico, referido al origen y la razón de ser de las organizaciones, así como la trascendencia y conceptualización que se ha hechos en función de su contexto histórico; factor teórico y metodológico referido a los procesos y métodos llevados a cabo por la organización; el factor fáctico y tecnológico referido a los instrumentos y medios utilizados para la implementación de las estrategias; y el factor bioético para comprender la vida en las organizaciones desde la dimensión humana vinculada a la tecnología.

    Sumados todos estos factores, las organizaciones transcomplejas se convierten en un paradigma de la gerencia donde se enlazan y confluyen elementos más allá de la propia naturaleza humana y más allá de todo instrumento tecnológico, pues lo que garantiza la productividad es la combinación de varios factores, en la medida y en el tiempo indicado y que irán en función de garantizar el bienestar de los miembros de dicha organización.

    Todo ello indica, la necesidad de contar con un liderazgo proactivo, capaz de gerenciar  el recurso humano bajo su cargo, más ahora que hay la tendencia de las empresas  de contratar a personas con un conjunto de capacidades personales, que les permitan rendir al máximo, tanto dentro, como fuera de la organización;  es decir, que las capacidades y habilidades de las personas son uno de los factores esenciales que permiten el logro del éxito en cualquier empresa por sencilla que sea, solo se debe estar en el lugar y momento indicado, poner en práctica las habilidades y se logra la mezcla perfecta en función de los objetivos de la organizaciones.

     Por tanto, si bien es cierto, que las capacidades inciden directamente en la producción, también es necesario resaltar que el rendimiento del recurso humano se ve directamente influenciado por la motivación y la promoción al cambio; es decir, si la empresa proporciona al personal incentivos, estos responderán en función de ellos; si por el contrario no lo hacen, estos se verán reflejados en la apatía del personal para responder frente a las expectativas de la empresa.

     Agrega además  la fuente mencionada, que  los líderes proactivos en las empresas convencen a su personal, generando un ambiente de optimismo y esperanza en el que la organización empresarial se constituye en un sistema apto para la ejecución de cualquier plan estratégico, que genere beneficios para todos.  Estas implicaciones demostradas para la práctica del liderazgo, invocan cambios fisiológicos y psicológicos, que capacitan a los líderes para superar los efectos negativos del estrés crónico que se puede producir dentro del recurso humano de la organización.

     La mayoría de las personas piensan que los líderes son personas osadas que asumen riesgos y planean grandes estrategias, es decir que idealizan esa figura y aunque estos fomentan la inspiración y son dignos de admiración, existen expertos quienes sostienen que los logros espectaculares no son los que mueven el mundo; que lo que sí lo hace, es la suma de millones de decisiones, con consecuencias importantes, que toman hombres y mujeres que trabajan sin llamar la atención.

     Considérese como se señala, que las organizaciones pueden ser transcomplejas tanto en su esquema organizativo, estrategias, planes, métodos como en los miembros y las capacidades de estos; por tanto, es necesario contar con un buen liderazgo, estratega, visionario que garantice  llevar a la organización hacia el éxito a través de la toma de decisiones pertinentes y eficaces a cada situación que se pueda presentar dentro de la empresa, transformando los conflictos en nuevas oportunidades.

     Justamente, agrega la fuente ya citada, que este liderazgo es uno de los elementos o factores que intervienen en el sistema funcional de la organización transcompleja, siempre y cuando su concepción se realice de forma positiva, estableciendo claramente parámetros que implique el respeto a los demás y el incentivo para que las decisiones que se tomen favorezca a la mayoría.

     En conclusión: Los nuevos líderes dentro de una organización transcompleja,  deben mostrar directrices organizacionales y gerenciales innovadoras, más específicamente, estrategias para adaptarse a las situaciones de cambio, y una visión que, compartida con todos los actores, conduzca a que éstos actúen por iniciativa propia, favoreciendo las transformaciones necesarias que requiere la organización en pro de mantener su vigencia en el mercado.

*Fuentes debidamente especificadas

(*) Docente universitario de Postgrado

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Web: www.carmorvane.com