Lo prioritario es el respeto mutuo y acordar en función de los venezolanos

 

A pesar de que en repetidas ocasiones se ha escrito en esta sección, acerca de la inconveniencia que implicaba – para la sociedad venezolana – la aplicación de las políticas  económicas y fiscales instrumentadas por el Ejecutivo Nacional, hoy cabe destacar que más que continuar repitiendo  la misma letanía, lo que se le debe exigir a la dirigencia nacional es que rectifique y proceda a buscar consenso con la oposición a objeto de darle un viraje constructivo al país en aras de salir de la inmensa crisis en la que nos tienen sumergidos.

De nada valdrá continuar acusando al gobierno de su ineficacia e ineficiencia, eso ha quedado suficientemente demostrado, peor no han podido ser los resultados económicos y sociales, los mismos están a la vista de propios y extraños.

La forma de ayudar a cambiar la situación que agobia y que ha llenado de frustración, rabia y descontento al país, debe ser por la vía constitucional; es decir, plantear la necesidad de que la dirigencia política trabaje apegada a lo que reza nuestra Constitución Nacional y que  incluya en ese dialogo a los estudiantes por ser su futuro el que está mas comprometido y a los empresarios privados que están en capacidad de contribuir a levantar la producción y generar buenos empleos.

A nuestra manera de ver, es prioritario:

De inmediato, abordar los problemas de la escasez, inflación e inseguridad que son los que nos han traído adonde estamos. Gran parte de la población está cansada de que los gobernantes de turno traten de imponer a como de lugar una ideología que no termina de calar en la población.

Por tanto, se requiere trabajar por la recuperación inmediata del sector productivo venezolano especialmente el de alimentos;  para eso es indispensable desmontar una serie de medidas que han truncado los incentivos a la  producción interna. El poder ejecutivo debe entender que para la salida del problema es necesario atacar las causas que lo originaron y proceder a generar medidas de incentivos a la producción, revisar los actuales controles de precios y reducir la carga burocrática que obstaculiza la inversión.

Acompañar las medidas de control cambiario anunciadas recientemente con controles efectivos y honestos del manejo de las divisas otorgadas a  importadores de tradición y;  actuar decididamente contra el contrabando de alimentos – estimulado por el diferencial cambiario – que se presume es amparado por funcionarios de muy alta jerarquía. Un buen gesto de voluntad de lucha contra la corrupción es el de publicar el listado de los responsables del desfalco a la nación con las empresas de maletín.

Generar confianza a los potenciales inversores nacionales e internacionales con acciones efectivas que permita emprender la recuperación de la actividad económica, que se incluya en el vocabulario a la nación las palabras: producción, productividad, eficiencia, eficacia, calidad, oportunidades de empleos bien remunerados y excelencia para que nuestros profesionales jóvenes y estudiantes no emigren por falta de oportunidades sino que mantengan sus esperanzas y utopías por una Venezuela grande.

Que se trabaje por acercar a todos los venezolanos y que el verbo del gobierno y de  la oposición no sea para descalificar al adversario, en otras palabras, que se hagan esfuerzos de respeto mutuo.  El respeto a la institucionalidad del país luce como una medida urgente en la que se debe trabajar para generar confianza en la población, ya es tiempo de remplazar a los funcionarios que tienen sus períodos vencidos, instrumentar de una vez por todas programas para recuperar la seguridad del país y desarmar a los colectivos. Si esas cosas no se abordan continuará la duda.

Muchas otras cosas harían falta de cambiar en el país pero a nuestra manera de ver, estas son primordiales y por tanto deberían formar parte de los resultados de un dialogo que se pudiera considerar exitoso en este momento.

Exitoso sería si lográramos: i) desde el punto de vista económico: aumentar la producción interna, disminuir la escasez, disminuir la inflación, disminuir las importaciones, dar síntomas de entendimiento con el sector productivo sin que eso signifique que no exista  supervisión por el Estado y efectivo control a la corrupción; ii) desde el punto de vista  de política monetaria y fiscal:  iniciar el proceso del desmontaje del control cambiario, publicar el listado de las empresas fantasmas o de maletín prometido por el Presidente Maduro y reducir el dispendio fiscal existente. iii) garantizar a la ciudadanía que los miembros de las familias venezolanas puedan transitar libremente por las calles del país sin temor alguno.