Lo que el dólar se llevó

En Venezuela se acabó la competencia de marcas en los supermercados

“Hemos creado un hogar juntos”, decía desesperadamente  ama de casa al referirse a su detergente preferido, el cual desapareció desde hace algunas semanas. “El verdecito tampoco aparece”, señaló otra mujer con igual desesperación. Expresiones de este tipo son ya comunes en la difícil tarea de hacer la compra semanal en Venezuela.

Salimos del pasillo de los detergentes y entramos en el de higiene personal. “Aquí hace tiempo que no aparece el enjuague bucal, parece que en revolución es de mal gusto tener el aliento fresco”, señaló una joven mientras su pequeño hijo jugaba con cuatro empaques de pasta de dientes. “Sólo me dejan llevar cuatro empaques; igual es cuando hay papel higiénico”, reclamó.

La estantería que tradicionalmente ocupa el papel de baño luce bastante extraña, en su lugar, hay cientos de rollos de papel para la cocina. "¿Qué querrán decir con esto? ¡Ah! Ya entendimos, no hay de aquello y hay que usar esto. Esto sí es grave, muchos tomarán muy en serio la opción de irse del país, por lo menos en otros destinos habrá artículos de tocador", expresó un consumidor.

En el pasillo más amplio, que divide los alimentos de los productos de limpieza, ubicaron varias paletas con muchas cajas de aceite y curiosamente es la marca que prefiere la mayoría de los consumidores; aunque es el envase pequeño. Sin embargo, los compradores se dirigen a él con una especie de hipnosis que impresiona. Una mujer al descubrir que la estaba observando señaló: “En casa quedan dos o tres botellitas, pero prefiero llevar otras cuatro porque luego pasan meses hasta que vuelva la marca a los supermercados”.

A unos metros encontramos otras paletas, pero en éstas sólo queda el papel con el que se envasaba la Harina PAN, los clientes cual marabunta no dejaron nada. "Hay que esperar tener mejor suerte en el próximo supermercado, porque obligatoriamente hay que visitar dos o tres establecimientos para poder encontrar la mayoría de los productos", pensé.

Definitivamente, en Venezuela se acabó la abundancia y con ella los tiempos en que las marcas competían por su ubicación en los anaqueles. Ahora, el cliente no se guía por el producto de su preferencia, sino por el que consiga en el mercado. Y en algunos casos no llegan a los estantes, sólo abren las pacas a mitad de pasillo y la gente va sacando y llevando.

Un comprador contaba su rutina de los sábados: a las 6:30 am comienza el recorriodo en el mercado de Chacao y luego a partir de las 8:00 am visita Plan Suarez, Excelsior Gamma y Central Madeirense, “en eso se me va todo el día”.

Los anaqueles llenos, repletos de marcas y productos, ya no existen en el país. Basta con recorrer un supermercado y entrar al pasillo del café, sólo se encuentra el molido en diferentes tamaños; sin embargo la versión instantánea sigue sin aparecer.

En Venezuela abundaban dos o tres marcas de café instantáneo. Una compradora recomendó buscar en los puestos ambulantes, cercanos a los mercados de frutas y vegetales que hay en la mayoría de las urbanizaciones. “Lo traen de Colombia, pero es un poco carito”, aconsejó con resignación.

En la zona de las neveras, encontramos carne y pollo pre-envasados, pero los precios no son los mejores. En el caso del pollo es por que son “filetes de pechuga” y la carne es importada de Brasil una y de Argentina la otra, pero a 150 bolívares el kilo. Por allí la gente pasaba, miraba y seguía a la espera de toparse con el regulado o con un operativo de esos que suele montar el Gobierno.

En el pasillo de las margarinas y mantequillas tuve la suerte de conseguir la margarina preferida de mi familia, tenía más de un mes que no la encontraba. Pero lo común es no conseguirla, salvo una importada que dice muy grande “sin sal”.

En fin, ya no es la marca ni la escogencia de la mejor. Ahora es lo que se consiga y, como siempre se debe comprar más de un producto por precaución a que no lo vea más en meses, el truque es bueno para equilibrar la alacena de la casa. "Es trueque o la solidaridad, no sé como llamarlo, pero el sábado le cambié a mi suegra un paquete de nueve rollos de papel higiénico por un pote de mantequilla y un kilo de leche en polvo", resaltó otra ama de casa

Fuente: http://www.producto.com.ve/especiales/42-prodespecialestendencias/2827-lo-que-el-dolar-se-llevo?start=1