Lo transpersonal y surgimiento de un nuevo paradigma

Durante mi formación dentro de los principios, alcance que genera la psicología, no se puede ignorar las aportaciones que cada corriente, fuerza psicológica nos ha legado desde su aparición, en donde estudiosos de ellas nos han legado sus teoría, principios, experiencias de acuerdo a su identificación con la corriente de estudio de su época. No obstante, cuando apareció la nueva corriente de la psicología transpersonal, en lo personal, esta me ha proporcionado conocimientos muy valiosos que me han aclarado muchas inquietudes que no encontraban repuestas a constantes preguntas, que se me presentaban en relación al ser, a la razón de estar, de manifestarse en esta dimensión, a hechos que muchas veces calificamos de paranormales; a situaciones que otras corrientes de la psicología no daban repuestas.

De aquí, que como lo recuerda mailxmail.com, apareció todo el interés en aquello que se denomina transpersonal, que se refiere a lo que con normalmente se designa como espiritual. Lo transpersonal es una experiencia, un estado y un movimiento. La experiencia transpersonal es la posibilidad de vivir estados no ordinarios de conciencia. Al cambiar su identificación, el sujeto de desindividualiza y se identifica momentáneamente con otras realidades del yo interno. El estado transpersonal nos traslada desde nuestro ego para unirnos en el absoluto sin nombre, atman/brahaman, el estado de Budeidad, la conciencia cósmica o como se le quiera denominar.

El movimiento transpersonal trabaja sobre el estudio científico de los estado no ordinarios de conciencia, continua con el descubrimiento por parte de la psicología de las religiones y el estudio místico comparado.
Sus orígenes se encuentran en los psicólogos influenciados por Oriente (Jung, Assagioli, Desoille, Maslow). Este estudio ha recibido la confirmación de muchos científicos, que afirman encontrar en sus trabajos la presencia de una Conciencia-Energía. Propone un nuevo paradigma científico, desarrollando la unidad subyacente entre el hombre y el universo en una visión holística.

Hay gran cantidad de pruebas, provenientes de gran variedad de disciplinas psicológicas o no, que señalan la posibilidad de que hayamos subestimado el potencial de crecimiento y bienestar psicológico del ser humano.

Muchas experiencias humanas no coinciden con nuestros modelos psicológicos tradicionales, y en respuesta a esta incongruencia surgió la Psicología Transpersonal, como intento de integrar los estados de conciencia trascendentales. El estudio de estos estados alterados de conciencia indica que existe con seguridad una mayor capacidad humana que la definida en la corriente principal de las disciplinas occidentales que se ocupan de la conducta y de la salud mental.

De nada nos sirven ya los antiguos enfoques de la psicología en donde las experiencias místicas, los estados de éxtasis o de iluminación eran considerados neuróticos o alucinatorios.

Se nos señala, que no puede hablarse de Psicología Transpersonal sin hacer referencia al Nuevo Paradigma que viene a completar y ampliar el Paradigma Convencional en el que se enmarcan los actuales conocimientos científicos. Este Nuevo Paradigma incluye una dimensión cualitativa que permite abarcar la complejidad y riqueza de las experiencias humanas. Pone el énfasis en la comprensión de los procesos y resultados de la compleja y dinámica interacción en el acontecer cotidiano de las circunstancias y las vidas de los individuos, es decir desde una perspectiva ideográfica, cualitativa, subjetiva y experiencial.

Este Nuevo Paradigma, o Paradigma Transpersonal se centra más en el estudio del todo que en el de las partes. No se trata por supuesto, de rechazar el planteamiento nomotético, cuantitativo, objetivo y experimental del Paradigma Convencional, pues lo que se plantea, es ampliarlo integrando ambas perspectivas para alcanzar un mayor conocimiento de lo universal a través de una profunda e intensa investigación de lo particular.

Muy interesante lo que nos comenta mailxmail.com lo difícil que es cambiar un paradigma, ello implica una auténtica revolución, porque «cuando cambian los paradigmas, el mundo mismo cambia con ellos… los científicos adoptan nuevos instrumentos… ven cosas nuevas y diferentes al mirar con instrumentos conocidos y en lugares en los que ya habían buscado» (T. S. Kuhn (1962) La estructura de las revoluciones científicas. Ed. CFE).

¿Acaso no es esto lo que está ocurriendo hoy en el mundo de la ciencia, empezando por la que siempre nos ha servido de guía: la Física? Y por lo que respecta al campo que más nos interesa, el de la Psicología, ¿qué profesional puede afirmar que no se ha encontrado nunca en su consulta, con un caso que no encaja dentro de ningún marco conceptual o teórico conocido? Nuestro compromiso como científicos y como terapeutas, está en aceptar el reto, investigando de forma lúcida, honrada y sensible, dejándonos guiar por un escepticismo abierto a lo transpersonal.

La psicología transpersonal es el título dado a una fuerza que emerge en el campo de la psicología por obra de un grupo de psicólogos y profesionales de otros campos, quienes se interesan en esas capacidades y potencialidades humanas últimas que no tienen lugar sistemático en una teoría positivista o conductista, en la teoría psicoanalítica clásica ni en la psicología humanista. Esta emergente psicología se ocupa específicamente del estudio empírico, y de la implementación responsable de los descubrimientos pertinentes, del devenir, de las meta-necesidades del individuo y de la especie, los valores últimos, la conciencia unitiva. La experiencia mística, la autorrealización, la trascendencia del si-mismo, la conciencia cósmica, los fenómenos trascendentes y la máxima toma de conciencia sensorial, y conceptos, experiencias y actividades relacionadas con todo ello. En cuanto definición, esta fórmula ha de entenderse como sujeta a interpretaciones individuales o grupales optativas, sea en todo, sea en parte, con respecto a la aceptación de sus contenidos como esencialmente naturalistas, teístas, sobrenaturalistas o de cualquier otra designación clasificatoria. (Sutich, 1969 en Tart 1979).

Es importante advertir, que en ningún caso se trata de descartar lo personal ni de limitar el tipo de expansión de identidad y que tampoco se trata de ligarse a una filosofía o una visión de mundo particular. De este modo, las disciplinas transpersonales no excluyen ni invalidan el reino de lo personal sino que, por el contrario, los integra en el marco de un contexto mayor que reconoce tanto la importancia de las experiencias personales como de las transpersonales.

Definitivamente estamos ante un nuevo paradigma de la psicología que se adentran en hurgar más allá de lo tradicional y buscar repuestas que ayuden a entender el porqué de nuestra aparición en esta dimensión, nuestro comportamiento, explicar ciertos fenómenos, hechos que tienen una combinación de ciencia, materialismo, espiritualidad.

Tal como se indica, La Psicología Transpersonal se interesa por la expansión del campo de la investigación psicológica hasta incluir el estudio de los estados de salud y bienestar psicológico de nivel óptimo. Reconoce la posibilidad de experimentar una amplia gama de estados de conciencia, en algunos de los cuales la identidad puede ir más allá de los límites habituales del EGO y de la personalidad, algo similar al Budismo.

La Psicoterapia Transpersonal incluye los campos e intereses tradicionales, a los que se agrega el interés por facilitar el crecimiento y la toma de conciencia más allá de los niveles de salud tradicionalmente reconocidos. En ella se afirman la importancia de las modificaciones de la conciencia y la validez de la experiencia trascendente.

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