Los Andinos de hoy no son como los de antes

Aunque es mejor estar adentro que estar afuera en el parto subregional de la CAN

Está abierto el debate sobre si es conveniente o no para Venezuela el regreso a la Comunidad Andina de Naciones, CAN. El que escribe estas reflexiones piensa que, efectivamente, es mejor estar adentro que estar afuera de ese pacto sub regional. Sin embargo, ese debate tiene que hacerse pensando en el presente y en el futuro, y no con la vista puesta en el pasado. La Comunidad Andina a la que Venezuela perteneció ya no existe. Hoy en día se han ya producido allí cambios sustantivos e irreversibles, que hacen que institucional y comercialmente la situación sea totalmente distinta a la que existía hace cinco años atrás.

Los cambios más importantes se han producido -o están en vía de producirse- en Perú y en Colombia. El primero de estos países ha establecido acuerdos de libre comercio con China, Estados Unidos, Japón, Canadá, México, Singapur, Tailandia, Chile y Suiza, entre otros. Colombia, a su vez, está cada vez más cerca de poner en vigencia el acuerdo de libre comercio firmado con Estados Unidos y busca acercarse cada vez más a los países del Asia. Eso significa que las dos economías más grandes y de más rápido crecimiento en la CAN, tienen o tendrán en un futuro cercano sus economías abiertas a las mercancías provenientes de Estados Unidos, de China y de otros países de gran dinamismo tecnológico y comercial.

Más Competitividad

En otras palabras, la Comunidad Andina ya no es un mercado cerrado donde los países miembros pueden venderse mutuamente mercancías con condiciones ventajosas, los unos a los otros. Ahora quien quiera vender mercancías a Perú o a Colombia, deberá hacerlo compitiendo al interior de esos países, de igual a igual, con las mercancías provenientes de China y de Estados Unidos. Es decir, hay que tener hoy en día un nivel mayor de competitividad internacional, para poder venderle a Perú y a Colombia lo mismo que se le vendía anteriormente.

Sin embargo, el restablecer el libre comercio con los países de la CAN, sigue siendo ventajoso para Venezuela. Primero, porque en esas economías Venezuela vende, a pesar de las incertidumbres del presente, un volumen importante de mercancías -lo cual indica que se ha logrado conservar un mínimo de presencia comercial en esos mercados- y esa es una situación que es necesario y posible mantener e incrementar. En segundo lugar, porque son mercados a los cuales Venezuela puede acceder con nuevos bienes y servicios no petroleros, a pesar de la competencia internacional, en la medida en que hayan reglas claras de comercio sobre las cuales se pueda planificar a mediano y largo plazo. En tercer lugar, porque el tipo de productos que se pueden colocar en los países andinos, son fundamentalmente no petroleros -en particular de la industria metalmecánica y petroquímica- lo cual constituye un estímulo importante para esa industria dentro de Venezuela. En cuarto lugar, porque la mayor competencia, dentro del mercado venezolano, con las mercancías provenientes de los países andinos, sería una competencia sana que le permitiría a Venezuela salir de su aislamiento y plantearse metas relevantes en materia de innovación tecnológica y de incremento de productividad.

Constancia

En quinto lugar, porque la CAN tiene firmado un acuerdo de libre comercio con el Mercosur, que avanza lenta pero inexorablemente; y por lo tanto, por la vía directa, o por la vía del Mercosur –en caso de que finalmente ingrese a ese otro proyecto de integración- Venezuela terminará con libre comercio con los países andinos. Y por último, pero no lo menos importante, el tener acuerdos y convenios internacionales en plena vigencia, obliga a que Venezuela tenga que tener más constancia y menos arbitrariedad en su normativa comercial internacional, lo cual ya en sí mismo sería un logro de una tremenda importancia.

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