Los beneficios de un enfoque estratégico en la Administración

En la actualidad, los gerentes deben pensar estratégicamente en la posición de la compañía y en el impacto de las condiciones cambiantes. Deben supervisar muy de cerca la situación exterior, lo suficiente para saber qué clase de cambios estratégicos deben iniciar.

Dicho de una manera sencilla, es necesario conducir el enfoque entero de los fundamentos de la administración estratégica a la administración de las organizaciones.

Las ventajas de un pensamiento estratégico de primera clase y de una administración conciente de la estrategia, incluye: 1) proporcionar a toda la organización una mejor guía sobre el punto decisivo de “qué es lo que estamos tratando de hacer y de lograr”; 2) hacer que los administradores estén más atentos a los vientos de cambio, a las nuevas oportunidades y a los desarrollos amenazadores; 3) ayudar a unificar la organización; 4) crear un punto de vista administrativo más proactivo; 5) promover el desarrollo de un modelo de negocio en constante evolución, que produzca un éxito final sostenido para la empresa, y 6) promocionar a los administradores un fundamento para evaluar solicitudes presupuestarias rivales; un conjunto de razones que justifiquen con solidez recursos, por parte de la dirección, para áreas que apoyen la estrategia y produzcan resultados.

Las estrategias innovadoras pueden ser la clave para un mejor desempeño a largo plazo. La historia de los negocios muestra que las empresas con un elevado desempeño a menudo inician y guían, no sólo reaccionan y se defienden. Inician ofensivas estratégicas para superar las innovaciones y las maniobras de sus rivales y asegurar una ventaja competitiva; después utilizan su ventaja de mercado para lograr un desempeño financiero superior. La búsqueda agresiva de una estrategia creativa y oportuna puede impulsar a una empresa hacia una posición de liderazgo, allanando el camino para que sus productos y servicios se conviertan en estándar de la industria. Las empresas de un logro elevado, casi siempre, son producto de una administración astuta y activa, más que resultado de coyunturas afortunadas o de una prolongada racha de buena suerte.

La calidad de la elaboración de la estrategia administrativa y su puesta en práctica, tiene un impacto significativo sobre el desempeño de la organización. Una empresa que carece de una dirección bien definida, que tiene objetivos confusos o poco exigentes, cuya estrategia es desordenada o imperfecta, o no halla la forma de llevar a cabo su estrategia, de manera competente, es una compañía con un desempeño que probablemente es deficiente, cuyo negocio está en riesgo a largo plazo y en la cual, su personal administrativo es incompetente. Mientras mejor esté concebida la estrategia de una empresa, y mientras más perfecta sea su puesta en práctica, mejores serán las oportunidades de que ésta se convierta en líder en su mercado y merecería realmente la reputación de contar con una administración talentosa.

Desarrollo de una visión y una misión estratégica.

Una visión clara y emprendedora es un requisito previo para un liderazgo estratégico efectivo. Un administrador no puede funcionar de una manera, ya sea como líder o como creador de una estrategia, sin un concepto de los negocios orientado hacia el futuro; es decir, sin haberse planteado antes qué necesidades del cliente se debe esforzar en satisfacer, qué actividades de negocios debe buscar, qué tipo de posición de mercado a largo plazo se desea tener en relación con los competidores y qué clase de compañía pretende crear.

El desarrollo de una visión estratégica, es un ejercicio que consiste en pensar cuidadosamente sobre la dirección que debe tomar la empresa para tener éxito.

Los administradores llevan a cabo tres tareas básicas, al crear una visión estratégica y se sirven para indicar la dirección a seguir:
– Proponen una declaración de la misión que defina en qué negocios está actualmente la empresa y que exprese la esencia de “quienes somos” lo que hacemos y donde estamos ahora.
– Utilizar la declaración de la misión como una base para decidir el curso a largo plazo; elegir “hacia donde vamos” y planear una estrategia que la empresa deba recorrer.
– Comunicar la visión estratégica en términos claros, apasionante, que propicien el compromiso en toda la organización.

Declaración de la misión.

Unos de los papeles de la declaración de la misión es, proporcionar a la organización su propia identidad especial, énfasis en los negocios y la renta para su desarrollo, una misión que la diferencia de otras compañías que estén situadas de manera similar.

Una misión que sea estratégicamente reveladora, incluye tres elementos:
1. Necesidades del cliente, o qué es lo qué se está tratando de satisfacer.
2. Los grupos de clientes o a quién se está tratando de satisfacer.
3. Las actividades, las tecnologías y las capacidades de la empresa o cómo la compañía se ocupa de la creación y suministro de valor a los clientes, así como la satisfacción de sus necesidades. 

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