Los conocimientos que nos permiten lograr los objetivos propuestos

“La noción de conocimiento nos parece una y evidente. Pero en el momento en que se interroga, se estalla, se diversifica, se multiplica en nociones innumerables, planteando cada una de ellas, una interrogación”.
Edgar Morin

El saber, la información, la percepción, la experiencia, el análisis, la idea, la verdad, etc. Aprender no es únicamente adquirir saber hacer, es también saber hacer adquisición de saber: informarse, descubrir cualidades o propiedades inherentes a cosas o seres; puede ser descubrir relaciones entre un evento y otro.

Cuanto hay más de innato, más posibilidades hay de adquisición de precisar. Sólo una fuerte competencia cerebral, (innato), procura fuertes aptitudes para adquirir.

Construir supone un constructo; aprender supone un a priori; adquirir supone un innato. El aparato neurocerebral es el constructor a priori que dispone de la capacidad de aprender.

La metodología de solución de problema es el proceso de búsqueda de una solución. Es buscar, entre un conjunto de posibilidades, una que resulte agradable. El proceso va dependiendo de la propia estructura del problema, ampliando o sustituyendo horizontes y concretando alternativas y posibilidades.

Propiedades del conocimiento directivo: El conocimiento es volátil. Debido a la naturaleza de su almacenamiento, en la mente de las personas, los conocimientos evolucionan en función de los cambios que producen en sus portadores. Cuando uno renuncia, la empresa pierde ese conocimiento. El conocimiento se desarrolla por aprendizaje. El proceso de desarrollo del conocimiento es básicamente el de aprendizaje. Por tanto, la gestión del aprendizaje es una variable clave en la gestión eficiente del conocimiento. El proceso de aprendizaje es un mecanismo de mejora personal, mecanismo individualizado que depende de las capacidades de cada persona, pero también de las experiencias de aprendizaje que ésta encuentra en su camino.

El conocimiento se transforma en acción por el impulso de la motivación. La motivación para la utilización del conocimiento del conocimiento es crucial para el uso eficaz del conocimiento adquirido. El conocimiento se transfiere sin perderse, transformado al comprador la capacidad de resolución de problemas existentes.

Dada la intransigibilidad del conocimiento, para poder manejarlo físicamente se requiere su transformación en estructuras materiales. El conocimiento se debe incorporar a una estructura física, que se puede transformar por medios físicos bien establecidos, y de la que puede extraerse de nuevo por medios sensoriales.

La materialización del conocimiento es su transformación en una forma que puede ser manipulada, almacenada trasmitida, recuperada y utilizada fácilmente, sin tener que recurrir a la persona que lo originó. Uno de los problemas importantes del conocimiento en la empresa, es el tratamiento del conocimiento colectivo, como se produce y se utiliza y que interacción tiene con los agentes individuales.

Una empresa es, fundamentalmente, un conjunto de cerebros que deben aprovecharse, puesto que poseen buena parte del conocimiento de la compañía, y probablemente son los procesadores capaces de interpretar el conocimiento materializado en forma simbólica dentro de la misma. La concepción de una empresa como un conjunto de cerebros, es propio de una sociedad donde el valor de las personas se fundamenta no en lo que son, sino en lo saben compartir conocimiento que requieren materializarlo. Esto forma un almacén de materializaciones de conocimiento, que lo hace disponible a todos los nombres de la misma. Esta acumulación de conocimientos tiene unas propiedades particulares, que debemos examinar con cierto cuidado parra diferenciarlas de las bases de datos de conocimientos individual.

Desde el punto de vista de la gestión del conocimiento, es suficiente definir una organización, como un conjunto de agentes que persiguen algún común. Cada agente en la organización colabora al propósito común realizando acciones de solución de problemas.

La gente tiene un dominio de competencia, en el que habitan las clases de problemas que la organización le encarga solucionar, y dentro del que puede tomar decisiones, eligiendo las acciones adecuadas.

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Bibliografía:

-Edgar Morin. El Método. El Conocimiento del conocimiento. Ediciones Cátedra, S.A., Madrid, 1994.

-Beatriz Muñoz y Rivolta J. Del buen pensar y mejor hacer. McGraw Hill. España 2003
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