Algunas empresas se han visto en la necesidad de incluir, nuevos rubros y servicios diferentes a su negocio, para poder subsistir.
Es así como vemos que los negocios de alquiler de películas, tienen refrescos, chucherías, helados y demás golosinas.
Lo mismo sucede con los cybercafés. Se han tenido que adaptar al mismo formato anterior y es que los dueños se quejan, de que los centros de comunicaciones de las grandes telefonías, les hacen una competencia feroz.
Las cifras indican, que Venezuela es el segundo país en Latinoamérica, donde hay más locales de este tipo; pero el interés de los usuarios no es suficiente, y se han tenido que adaptar al mercado venezolano, para mantener un negocio productivo que complemente las ganancias generadas por el uso de Internet, prestando otro tipo de servicio tales como: venta de golosinas, bebidas gaseosas, venta de equipos de computación, fotocopias en blanco y negro y a color, envío de faxes, plastificaciones, asesoría en computación, transcripciones, café, etc.
En el 2006, por ejemplo, este negocio era muy rentable; pero hoy día, lo que genera más dividendos son los servicios complementarios, como los arriba señalados; además, el secreto está en saber brindar al cliente algo que sea diferente a los demás.
De acuerdo con apreciaciones de CONATEL, se han instalado en el país 176 nuevos centros de telecomunicaciones, alcanzando un total de 2.669 agentes autorizados a escala nacional. En algunos centros comerciales, coexisten los cybercafés con los centros de comunicaciones.
Además de lo dicho anteriormente, hay otro factor que disminuye la facturación de los cybercafés, y es, el alto costo de actualización de los equipos. También esto tiene que hacerse, para estar actualizado y prestar un buen servicio al cliente.
Las ofertas que existen hoy día de las compañías de telecomunicaciones, para facilitar a los usuarios el acceso a Internet desde sus hogares, también pueden alejar a los clientes de los cybercafés, por lo que deben mantenerse ofreciendo otros servicios y además una magnifica atención al cliente.
En la ciudad de Valencia, estado Carabobo, donde resido actualmente, vi un aviso en una casa pequeña que dice: “Leo cartas, se alquilan teléfonos, movilnet, movistar, digitel, vendo pastillas de freno para automóviles, se reciben avisos para periódicos (locales y nacionales)”. Les informo algo: Como es la ruta que sigo para mi trabajo, lo observé y me llamó mucho la atención, porque en un principio, sólo estaba el aviso de leer cartas, ahora tiene una serie de ítems más. ¿Y por qué?, simplemente para sobrevivir.
Otro caso es parecido: Una casa de familia con un toldito al entrar y un negocito mínimo; el aviso dice: “Heladería”, pero venden también, chucherías, tortas y quesillos por encargo y, como ñapa, lotería.
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