Los pilares del diálogo de paz

“La paz no se escribe con letras de sangre, sino con la inteligencia y el corazón”.

Juan Pablo II

En los diferentes escenarios en donde ha actuado el autor de este espacio, bien sea como Profesor Universitario de pre y postgrado, así como Consultor Organizacional se ha podido comprobar que no se necesita realizar acciones de violencia para lograr objetivos concretos que beneficien a los diferentes actores y actrices de los escenarios organizacionales y sociales, habiendo comprobando firmemente que el diálogo es la principal herramienta para construir y garantizar la paz organizacional y social, logrando la armonía que debe prevalecer en todos los entornos.

Las “hojas de ruta” que se requieren están en el diálogo franco, eficiente y eficaz de toda buena negociación, pues lograr un equilibrio armónico reclama que cada parte dé lo que le toca ceder, y nada de eso se halla en la violencia (el arma de quien no tiene la razón) que genera funestos resultados, donde cada uno hace lp  que bien le parece. Por supuesto, que hay errores y equivocaciones que deben ser superados y esponsabilidades que también urgen ser asumidas por todos los implicados en el conflicto.

Según el Santo Padre Juan Pablo II, el diálogo de paz tiene cuatro grandes pilares: verdad, justicia, amor y libertad.

El significado de la palabra verdad abarca desde la honestidad, la buena fe y la sinceridad humana en general, hasta el acuerdo del conocimiento con lo que se asume como realidad: los hechos o la cosa en particular; así como su relación íntegra en la constitución del todo. Las cosas son verdaderas cuando son “fiables” y garantizan una fidelidad sincera y perdurable.

La justicia es el conjunto resultante de la aplicación de las reglas y normas, junto a otros aspectos prácticos, que establecen un marco adecuado para organizar las relaciones entre personas e instituciones, autorizando, prohibiendo y permitiendo acciones específicas en la interacción de individuos e instituciones. Tal conjunto tiene un fundamento cultural y en la mayoría de sociedades modernas un  fundamento formal que se basa en un consenso amplio en las personas de una sociedad sobre lo bueno y lo malo.

En el contexto filosófico, el amor es una virtud que representa todo el afecto, la bondad y la sensibilidad del humano; es decir, las acciones dirigidas hacia otros y/o hacia sí mismo basadas en la benignidad.

El concepto de libertad resulta bastante amplio y complejo de definir. Libertad es una palabra que se utiliza en diversos aspectos, por lo que cobra definiciones más específicas. Actualmente, el término se vincula con aquella facultad que tienen las personas de poder actuar de acuerdo a su propia voluntad, siempre y cuando se respeten los derechos y deberes individuales, así como también respecto de las leyes establecidas.

Sería recomendable que los líderes de este País, establezcan un dialogo eficaz basado en estos cuatro pilares mencionados por el Santo Padre. Juan Pablo II.

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