Luis Emilio Vegas, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela: “Para el sector inmobiliario regular el precio de los inmuebles representaría la muerte”

Para Luis Emilio Vegas, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, el que se promulgue un decreto que regule el precio de los inmuebles representaría la muerte del sector inmobiliario. Así lo expresó cuando visitó Valencia para participar como ponente en el foro: “Visión y Macrotendencias Inmobiliarias 2006”, que se realizó en un acreditado hotel de la localidad.

“La implantación de un decreto que regule el precio de los inmuebles ya no es una posibilidad, es un anuncio oficial que hizo el ministro de Vivienda y Hábitat, porque ellos están presionados por parte de la población que siente que no hay viviendas”, dijo Vegas, quien apuntó que: “producto de esa presión que se siente en los mercados, los precios se ven afectados, no hay oferta nueva y toda la demanda se vuelca al mercado secundario. Eso ha hecho que el gobierno quiera buscar una solución instantánea de corto plazo que sería la regulación del precio”.

Para el representante del sector inmobiliario tal acción sería el decreto de muerte para el desarrollo inmobiliario, “ya que no es posible incentivar el desarrollo si no tenemos un claro proceso de legalidad, respeto a la propiedad y un mercado abierto que esté sólo afectado por la oferta y la demanda”.

Según Luis Emilio Vegas, el mejor ejemplo de que los efectos de regulación terminan perjudicando son los cánones de arrendamiento, congelados desde hace tres años.

“Están referenciados a los valores de noviembre de 2002. Eso ha incidido en que en este momento los cánones de alquiler se han cuadruplicado en algunos casos, porque al no haber oferta ni incentivo para destinar el inmueble del arrendamiento, los han puesto en el mercado de venta”.

El presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela destacó que para el 2003, 30% de las transacciones inmobiliarias eran de alquiler de casas y apartamentos, mientras que hoy es menos de 10%.

“ Esa es la mejor muestra de que afectando un mercado a través de la regulación lo que se termina es perjudicando a quien se pretende beneficiar, que es precisamente a la persona que esta necesitando vivienda”.