Luz en la Oscuridad

«Obras como las del Dr. Moleiro son luces en las noches negras del atraso y la ignorancia»

Para Rodolfo Moleiro

Qué triste es constatar que también en materia de educación este gobierno, por cada acierto, produce cien desaciertos! Ahora viene el tema del ingreso a las universidades. A juro, las universidades van a tener que aceptar estudiantes que de otra manera, jamás ingresarían. ¿No sería más sensato corregir las causas, identificadas todas, de por qué no ingresarían?¿ Lo que sucede es que corregirlas requiere de tiempo y gente preparada, y el gobierno, en general, carece de ambas cosas. Es mucho más fácil, vía decreto, obligar a que los rezagados sean aceptados. Ese error se devolvería cual boomerang porque los seres humanos no quieren igualarse con quienes tienen por debajo.

Es impresionante el esfuerzo que hacen las personas del nivel económico “E” para que sus hijos estudien: saben que la educación es el vehículo cierto para prosperar. Yo que he trabajado tantos años en educación, he encontrado mayor interés por el tema educativo entre los menos favorecidos económicamente que entre los más pudientes. Por esto resulta tan injusto que les quieran vender la ilusión de que van a estudiar para prosperar, cuando la realidad es que estudiar en esas condiciones produciría dos resultados, ambos funestos: o los estudiantes se frustran porque sienten que no pueden con la universidad, y no porque sean menos capaces, sino porque su base de primaria y bachillerato es pésima, o bien se malforman como profesionales mediocres al bajar el nivel de enseñanza y exigencia. Y esos estudiantes graduados porque sí, sólo encontrarían empleo en el sector público mientras éste tenga cómo pagar burocracia ineficiente. ¿Con cuál de las dos opciones se queda?…
El doctor Rodolfo Moleiro, quien hoy es honrado en la Universidad Metropolitana, fue nombrado rector en 1977. Se dedicó en cuerpo y alma a alcanzar la excelencia en todos los campos. No temió tomar medidas que no eran populares. Oyó a todos, hasta a nosotros los estudiantes. Exigió: a nadie le hace daño que le exijan. Ha sembrado mucho y ha cosechado mucho. Hombres así hacen falta en Venezuela. Tanto más ahora, cuando se pretende desvirtuar la razón de ser de la educación con fines políticos. Obras como las del Dr. Moleiro son guías cuando se pierde el rumbo, luces en las noches negras del atraso y la ignorancia.
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