Mejorando el rendimiento del esfuerzo

«El hombre más inteligente en su terreno puede ser el más tonto en otros.»
Albert Camus

CONSIDERACIONES, SUGERENCIAS, ALCANCE.

Debemos estar atento en el análisis de cómo alcanzamos nuestros resultados, de qué manera sabemos sacarle provecho al esfuerzo que realizamos en pro de aquello que nos proponemos alcanzar.

El Boletín Mensual de Educación Mental nos comenta, que para mejorar en muchos aspectos decisivos, es necesario tener bien claro cómo consideramos ciertas cosas en la actualidad. Una perspectiva acerca de nuestra propia actitud actual es completamente relevante, cuando nos proponemos alcanzar una mejoría o aumento del rendimiento.

Vale decir, que estamos plenamente identificados con la importancia de evaluar cómo estamos manejando nuestro esfuerzo, revisar de qué manera estamos logrando nuestros resultados.

Se nos agrega, que el aumento del rendimiento comienza en nuestra mente: nuestras actitudes, nuestros pensamientos y nuestras emociones habituales. El esfuerzo posterior es el resultado de nuestras consideraciones más profundamente enraizadas. Siempre conviene tener acceso consciente a ellas.

Es necesario definitivamente en pro de optimizar el esfuerzo adecuado a fin de que genere resultados positivos, el que definamos bien nuestras metas. Al respecto se nos indica, que una forma de aumentar el rendimiento, es establecer metas inteligentemente. Una meta inteligente nos permite visualizar obstáculos y oportunidades de tal manera que sepamos sortear unos y aprovechar las otras.
Las metas no deben fijarse tan altas, en donde se sospeche que no la podemos alcanzar, ni tan por debajo de nuestras posibilidades, hay que estar 100 % seguro de que la lograremos.

Las metas deben fijarse de manera que sepamos que es posible alcanzarlas y deben ser tal forma que siempre estén por encima de nuestro rendimiento habitual. Esto plantea un único problema, que es el de definir bien el punto que es posible alcanzar aunque permanezca por encima de nuestro rendimiento habitual. Ese es el primer problema para nuestra inteligencia en relación a las metas.

El otro problema, se nos indica, es la elección de los desafíos que valen la pena aceptar. Un desafío como el que decimos deberá ser algo que nos motorice hacia el aumento del rendimiento. Téngase presente, que tiene que existir siempre un incentivo para aceptar desafíos. El desafío debiera buscarse siempre, el placer estará en perseguirlo, sabiendo que nos lleva a un aumento del potencial en nuestras habilidades naturales.

Se nos sugiere llevar acabo autoevaluaciones que nos proporcionen información que hagan mejorar nuestro rendimiento. Al respecto se señala, que eventualmente necesitamos recuperar autoconfianza, ya que nos vemos superados por las condiciones o circunstancias en las que nos hallamos. Esto no significa, que por el mero hecho de reconocer la necesidad, tengamos resuelto el punto. Debemos hacer algo más sustancial para volver a pararnos ante los desafíos que encararemos de manera realista y confiando plenamente en nosotros mismos.

El Boletín, nos proporciona una serie de recomendaciones que sintetizan los principios clave para optimizar nuestro rendimiento en cualquier área en que nos desempeñemos.
· Evitar negar la realidad: Podemos caer en la tendencia a negar la realidad con más facilidad que en la de percibirla tal cual es. Negar es desinformarnos. Menos información es menos oportunidades.
· No planificar sin entrar en acción: Demasiado análisis produce parálisis y demasiada planificación es peor aún que la acción sin planificación.
· Evitar actuar por motivaciones confusas: Las motivaciones son más importantes que los logros. Esclarece todo propósito que te impulsa.
· No hacer esfuerzos sin planificar: Piensa en el objetivo, los medios y la estrategia. La impulsividad origina derroches y pérdidas.
· Procurar adoptar valores propios: Si no hemos clarificado bien nuestros motivos ni lo que el logro del objetivo significa para nosotros, funcionamos sin dirección propia y podemos llegar a boicotearnos con las contradicciones eventuales. Así ponemos en riesgo nuestro progreso o evolución.
· Evitar tener estimaciones de tiempo y expectativas poco realistas: Toma perspectiva y observa a las cosas como parte de un proceso y no como acontecimientos aislados. Toma tiempo obtener el mejor resultado.
· Evitar el desperdicio de energías: Quien mucho pretende abarcar, poco puede controlar. Procura hacer un trabajo excelente en objetivos elegidos sin derrochar energías en demasiados frentes.
· Evitar intentar siempre hacer todo solo: Innumerables veces necesitamos la cooperación y la ayuda de otros. Aprende a pedir ayuda o colaboración cuando lo necesites.
· No tener miedo al fracaso: El miedo al fracaso es el verdadero origen del mismo. Y el miedo sólo se mantiene firme, sólo cuando el conocimiento está ausente; el temor retrocede ante el conocimiento. Para cambiar de ánimo, procura aumentar el conocimiento sobre la situación o el ítem.
· Siempre intentar enfocar la atención: Los logros requieren concentración. Mejora tu capacidad de ponerte en acción y permanecer enfocado cada vez por más tiempo.

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